Capitulo 17: El renacer de una flor.

1.3K 162 19
                                    


Pov: Ginny.

Las lágrimas bajaban por mis mejillas, mis sollozos podían escucharse por toda la oficina de la dirección. A mis costados estaban Fred y George cada uno con la mirada perdida pero sus manos en mi espalda consolando me.

Ilusos, mis lágrimas eran solo un show. Ya podrían darme esos premios muggles que le dan a los actores.

La puerta de la oficina fue abierta, Amelia Bones junto a Umbringe y la profesora Mcgonagall ingresaron.

- Señores y señorita Weasley créanme que lamento su pérdida. - Hablo la jefa de Griffyndor pareciendo verdaderamente afectada. - Ya notificamos a sus padres, deberán estar aquí en cualquier momento. - Agrego.

Como si de una invocación se tratase la chimenea rugió en llamas verdes y segundos después mis padres salieron de esta.

- ¡Mi bebé! -Grito mi madre con su voz chillona - ¡Donde esta mi bebé! -Exigio saber, podía verse en su rostro como había estado llorando y su angustia. Si no la conociera realmente podría llegar a conmoverme su pesar.

- Señores Weasley. Lamento informarles que su hijo a fallecido - Dijo Amelia Bones, su tono de voz era condescendiente pero podía verse en sus ojos que no le afectaba aquello, incluso parecía aliviada.

- ¡Noooo, mi bebé noooo! -Grito mi madre, su grito fue desgarrador mientras sollozaba, mi padre tambien estaba llorando pero trataba de consolar a mi madre.

- ¿Co...como sucedió? - Pregunto mi padre, su voz era quebradiza y sus ojos regaban lágrimas a litros.

- El señor Weasley estuvo desaparecido por días como se le informo a usted y su esposa. La noche de hoy su cadáver fue encontrado en muy mal estado cerca de un gigante en el bosque prohibido. - Dijo Amelia con voz directa sin rastro de emoción.

- ¡¿Que hacía mi Ronald en el bosque prohibido?! - Chillo mi madre para luego girarse hacia mí y mis hermanos - ¡Ustedes por qué no lo cuidaron, era su trabajo! - nos acuso a los tres.

Nuestro rostro estaba en completo shock, como podía reprocharnos a nosotros.

- ¡Y tu! - grito en mi dirección y se acercó peligrosamente a mi - ¡Ronald me conto que lo dejaste de lado cuando recibiste esa herencia del desagradecido de Potter! ¡Es tu culpa que este muerto, que mi hijo este muerto!.- Me acuso mi madre muy cerca de mi, sentí como su saliva llegaba a mi rostro por su grito.

La furia que había estado acumulando estalló. Todo el mundo se quedó en silencio cuando el fuerte golpe de mi mano chocando con el rostro de mi madre resonó por toda la habitación.

Todo paso muy rápido, mi madre saco su varita y apunto en mi dirección. Rápidamente saque la mía y lance un Expelliarmus en su dirección. El cuerpo de mi madre voló por la habitación y choco contra la pared.

Todos estaban sorprendidos por mi acción, yo estaba sorprendida por mi acción pero algo dentro de mi me decía que ya no había marcha atrás.

- Como te atreves, como te atreves de culparme a mi por la muerte del estupido de mi hermano - Mi voz salió fría, sicseante y cargada de un veneno tan letal como el de un basilisco.

- ¡Ginny! - Grito mi padre por fin saliendo de su sorpresa, corrió hacia mi madre para ayudarla a levantarse.

- ¡Maldita perra desagradecida! - Chillo mi madre con dolor aún sosteniendo su varita.

- ¡Tu eres la perra Molly Weasley! - Grite devuelta. La sorpresa aún seguía presente en todos, nadie movía un músculo para intervenir, aún seguía con mi varita en alto lista para cualquier movimiento de mi madre.

𝙵𝚊𝚕𝚜𝚊 𝙸𝚍𝚎𝚗𝚝𝚒𝚍𝚊𝚍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora