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Pasaron dos semanas tras su primer beso, dos semanas en las que aquellos besos a escondidas se volvieron habituales, dos semanas antes de que ambos chicos confesaran frente a mi abuela y a mi

—Somos... Somos oficialmente novios —recuerdo que Sunoo murmuró algo nervioso antes de llenar su boca con la comida que mi abuela había preparado para que los cuatro pudiéramos almorzar

Mi abuela y yo los miramos con asombro, y antes las miradas Sunghoon llenó su boca de comida también, evitando a toda costa el tener que hablar

Recuerdo haber visto a mi abuela reír con ternura por ello antes de hablar —Estoy muy feliz por ustedes, y estoy orgullosa, de ambos

Y aquellas palabras habían calado profundo en los chicos, especialmente en Sunoo, lo supe porque sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato

Pero claro, como era de esperarse, pese a que ambos eran felices juntos y se querían, no todo podía ser color de rosas, no todo podía ser tan simple

No sólo tenían que fingir casi no conocerse cuando se encontraban en la iglesia o frente a sus familias, sino que el haber hecho su relación pública en la escuela no había sido buena idea

—¿Son maricas?

—Sunghoon es demasiado hombre para ser esa asquerosidad, seguro es un reto

—Mira, el marica de Sunoo convirtió a Sunghoon, pobre chico

—Un desperdicio, que sean gays es definitivamente un desperdicio

Eran algunos de las muchas frases ofensivas que habían tenido que escuchar la primera vez que se pasearon por los pasillos de la escuela tomados de la mano

Pensamos que quizás los comentarios se detendrian luego de unas semanas, que era el asombro inicial, pero no fue así, todo se volvió peor, y aunque yo intentaba defenderlos no servía de mucho, pues al final del día ¿Qué era un chico contra toda una escuela?

The Story - SungSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora