11

277 61 3
                                    

Recuerdo haber visto a Sunoo salir corriendo de mi casa como nunca antes, apresurado, quizás incluso desesperado, pero estoy seguro que hubiera deseado no hacerlo

—¿Padre? —llamó al llegar

El hombre lo esperaba en el sofá y se levantó al verlo. No esperó a decir siquiera una palabra antes de acercarse al menor y golpearlo

Los golpes no eran algo a lo que Sunoo estuviera ajeno, mucho menos a los de su padre, pero él hombre se veía especialmente molesto aquella vez, y la fuerza de sus golpes lo demostraban

—El pastor Park revisó el celular de su hijo, y encontró conversaciones contigo —le informó antes de patear sus costillas al estar Sunoo en el suelo —Conversaciones asquerosas, de pareja, entre dos hombres

Y ahí Sunoo había entendido todo, el porqué Sunghoon ya no le contestaba, no lo buscaba: los habían descubierto

Estaba tan en shock por aquello que ni siquiera reaccionó al dolor que el siguiente golpe le causó. Los habían descubierto, habían descubierto a Sunghoon ¿estaría bien?

—Te dije que no lo contagiaras de tu pecado, ¡mira lo que has hecho! —le dijo, sin dejar de golpearlo por todo su cuerpo —Me das asco, Sunoo, demasiado asco, no puedo ni siquiera llamarte mi hijo

El hombre había golpeado muchas veces antes a Sunoo, pero solían ser cachetadas, un puñetazo en su rostro y su costado a lo mucho, pero esta vez su padre, si es que aún podía llamarle así, parecía ensañado

—Basta, por favor —suplicó Sunoo, incapaz de detener los golpes, no tenía la fuerza para hacerlo, mucho menos cuando estaba tan dañado

Pero el hombre no se detuvo, aquella petición no hizo más que invitarlo a ejercer más fuerza en cada golpe que daba, lo incitó a insultarlo cada vez con más odio, al punto que Sunoo dejó de tener fuerzas incluso para pedirle que se detuviera

Por lo mismo no supo en qué momento, pero los golpes dejaron de sentirse, y de un momento a otro todo se volvió negro

The Story - SungSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora