EXTRA #1

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Sunoo había, finalmente, terminado de decorar su oficina de la forma en que siempre había querido. Desde el momento en que había comenzado a estudiar diseño de interiores, siempre se imaginó el lugar en que recibiría a sus clientes de esa manera. Y ahora que su negocio era realmente exitoso, por fin podía darse el lujo de tener el lugar de sus sueños

O bueno, realmente estaba terminando de decorar su oficina, pues en aquel momento se encontraba colgando unas luces a lo largo de la pared, algo que no podía dejar a medias, pues de lo contrario las luces caerían y con ellas, todas aquellas que había colgado antes

El chico daba la espalda a la puerta de entrada cuando esta fue abierta, indicando con el sonido de una pequeña campanita que un nuevo cliente había ingresado al lugar

—¡Lamento no poder bajarme a atenderle! —dijo de inmediato, pues, en efecto, se hallaba sobre una escalera, pues de lo contrario no alcanzaba —Pero si me da un par de segundos estaré encantado de atenderlo 

Una voz algo profunda respondió de inmediato —No te preocupes 

Sunoo, quien quería dar una buena primera impresión, volvió a hablar —Puede decirme, mientras, en qué lo puedo ayudar, y me pondré manos a la obra tan pronto como termine con estas luces —levantó el objeto nombrado, esperando que el cliente pudiera verlo, y luego se puso manos a la obra, pues ahora debía terminar lo antes posible

Entonces aquella profunda voz volvió a hablar —Necesito ayuda con el interior de mi casa. Es solo de un piso, tres habitaciones, dos baños, cocina, comedor, sala de estar —comenzó a explicar —Es la casa en la que viví un corto tiempo cuando era adolescente, y pasé momentos realmente tristes viviendo ahí, así que quiero crear nuevos recuerdos en ella. Por ahora es mi casa, y pretendo volverla mi hogar 

Ahora que el cliente había hablado por más tiempo, algo en el cerebro de Sunoo pareció activarse, algo había gatillado que la mente de Sunoo liberase recuerdos que no sabía, después de todo este tiempo, que aún tenía. La voz sonaba distinta a la que su mente reproducía, pero podía ser que fuese...

Es imposible que sea se dijo a si mismo en su mente tan pronto como la idea cruzó. Siempre había dicho que la esperanza no se pierde, se guarda, y en el fondo la razón por la que aún siguiera en aquel lugar era por su esperanza, pero no podía hacerse ilusiones, no tan pronto, no ahora, no después de tantos años. No cuando probablemente solo él recordase aquella promesa que le fue hecha hace tantos años

Terminó de colgar la última luz y bajó lentamente de la escalera, procurando no mirar al cliente aún, sintiendo que su estómago se apretaba de la sola posibilidad de que fuese él. ¿Acaso había vuelto por él? Claro que no

Una vez que tuvo ambos pies en la tierra, literal y metafóricamente, se giró en dirección al hombre que asistía por sus servicios, intentando poner su mejor sonrisa, pero esta no permaneció, pues fue reemplazada por un gesto de incredulidad tan pronto como vio a quien tenía en frente

Su cerebro había creado aquel momento cientos de veces, pero por alguna razón, ahora que era real parecía incapaz de procesar lo que realmente estaba ocurriendo. Estaba ahí, era él, había vuelto 

—Sunghoon —habló, sintiendo que las palabras se ahogaban en su garganta, más aún cuando sus ojos se toparon con la mirada llena de emoción de su contrario —Volviste —fue todo lo que atinó a decir, quieto en su lugar

El mayor había cambiado desde la última vez que lo había visto. Ya no era un adolescente escuálido, de cabello oscuro y con apariencia tímida. Ahora era un hombre, hecho y derecho, con hombros mucho más grandes, con cabello platinado... hasta su rostro se veía más maduro y masculino, pero mantenía aquella mirada que parecía brillar cada vez que miraba a Sunoo, era como... era como un sueño

—Claro que volví —respondió su contrario —Te prometí volver a amarte aunque me tomase años. Prometí que volvería cuando tuviera mi propio dinero, cuando nadie pudiera separarnos y aquí estos —entonces dio un par de pasos, acortando un poco la distancia con Sunoo, pero no mucho aún, pues temía hacerlo sentir, quizás, incómodo —Y si aún estoy a tiempo, y me das una oportunidad, te prometo no volver a irme de tu lado

Y el menor no supo que responder. Había vuelto, estaba ahí por él y le estaba prometiendo el final feliz que siempre merecieron, si es que aún estaba a tiempo de dárselo. ¿Aún estaba a tiempo? Claro que lo estaba, no podía no estarlo, si después de tantos años ambos seguían sintiendo amor cuando pensaban el uno en el otro

Sunoo decidió que hablar en aquel momento no sería lo correcto, principalmente porque las palabras no parecían querer abandonar su boca, por lo que hizo lo que creyó mejor, y tras tomar un profundo respiro avanzó hacia Sunghoon, acortando la distancia entre ambos más y más hasta que...

Lo estaba abrazando

Sunoo se fundió en el cuerpo de Sunghoon, aferrándose a él como llevaba años queriendo hacer. Se aferró a su cuerpo como hubiera querido hacer el día que Sunghoon abandonó el pueblo, y Sunghoon no dudó en corresponder, abrazando a Sunoo como si fuese el más grande y delicado tesoro que pudiera tener a su alcance

Aquel abrazo se mantuvo mucho más de lo que ambos hombres podrían haber supuesto, y es que en los brazos del otro el tiempo no parecía pasar, era como si hubieran estado recuperando todo el tiempo que perdieron lejos del otro con solo aquella unión

—Por favor no me dejes otra vez —pidió Sunoo, con su cabeza apoyada en el hombro de Sunghoon

Sunghoon negó, apretando levemente el agarre a Sunoo ante la sola idea de tener que alejarse de él otra vez —No lo haré, prometo que este es nuestro "para siempre"

Era solo un abrazo, eso hubiera pensado cualquiera, pero era un abrazo de Sunghoon. Un abrazo que tanto tiempo llevaba necesitando. Un abrazo que pareció sanar todas las heridas que quedaban en Sunoo. Un abrazo que fue suficiente para volver a Sunoo el chico más feliz desde aquel momento en adelante

Y cómo no ser el chico más feliz del mundo, si sunghoon había cumplido su promesa y había vuelto por él





***

No podía dejarlos sin un final feliz, y qué mejor momento para traerles el tan esperado momento que en época de navidad. Amo la navidad, no saben cuanto, así que aquí traigo este capítulo como regalo de navidad, tal como les prometí, por fin

Sé que dije que tendría temática de navidad, pero no se me ocurrió nada, así que espero que esto les baste. Aparte, para compensar aquello, hice el capítulo de mil palabras, lo cual es bastante teniendo en cuenta que los capítulos de este fic no superan las 350 palabras

Y ya, con esto la historia queda oficialmente concluida, no habrán más capítulos extra luego, porque no hay nada más que agregar, así que espero que hayan disfrutado la historia mientras duró. Les recuerdo que si este fic les gustó, hay muchos como este en mi perfil, algunos ya terminados y otros en proceso, estoy segura que podrán encontrar algún otro que llame su atención

Y ya, feliz navidad adelantada <3

The Story - SungSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora