"Cuando me sentí como un viejo cardigan
bajo la cama de alguien más
Tú me pusiste y dijiste que era tu favorita"- Cardigan, Taylor Swift.
Lily había estado por cuatro años en una relación que se sentía correcta, su padre adoraba a su prometido y el...
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"Besarnos en el auto
y en bares del centro
era todo lo que necesitábamos
dibujaste estrellas sobre mis cicatrices
y ahora estoy sangrando"- Cardigan, Taylor Swift.
Estar a las cuatro de la madrugada en una farmacia, no era lo que esperaba luego de una fiesta un domingo, aunque no estaba dentro de esta, ya que me encontraba en el auto del médico de mi padre usando su chaqueta sobre mi vestido, no era definitivamente como esperaba que pasara esta noche.
Veo a Bill a través de las vitrinas de vidrio quien pide la pastilla de emergencia a la farmacéutica, comparten unas cuantas palabras y me pregunto si le está coqueteando o preguntando ¿Para quién compra la pastilla? Toda mi jodida vida había sido responsable, jamás tuve un problema como este y me sentia como en una pelicula de adolescentes.
Me apoyo en el asiento del copiloto mientras coloco mi mano en mi sien viendo cómo compra una botella de agua, antes de despedirse de las personas que estaban en el lugar y camina hacia mi dirección para subirse y sentarse a mi lado en el auto.
Trato de no preguntarme ¿Qué hubiera hecho Chris? Pero una parte de mí lo hace.
- Aquí tienes- sonríe entregándome la caja con la pastilla y abriendo la botella de agua, trayéndome de nuevo al presente.
- Gracias- susurro tomándola y echándola a mi boca, sin preocuparme de leer las instrucciones.
- No puedes beber en al menos 24 horas- sonrie el viéndome- ¿Quieres que pasemos por algo de comer?
- Me encantaría comer una hamburguesa, me muero de hambre.
- Muy bien- asiente haciendo partir el auto- ¿El aire está bien para ti?
- Si, gracias.
Sonrió cuando el aire tibio golpea mis piernas mientras admiro las luces nocturnas de la ciudad a la vez que él conduce, él no prende la radio y estoy segura de que puedo escuchar los latidos de su corazón, aun así, no me sentía incómoda en ningún momento. Miro las luces y como estas parecen cada vez más brillantes.
- ¿Te gusta New York?- cuestiono viéndolo.
- Sí, me gustan las ciudades ruidosas.¿ Y a ti?
- No lo sé, supongo que nunca conocí otra ciudad como esta, tiene sus pros, nunca te sientes sola en New York. Supongo que eso es bueno. ¿Te gustaría vivir en otro lugar?
