Había terminado la primera hora de clase, todos seguían hablando sobre la nueva alumna algo que ya me tenía un poco harto ya qué nadie se callaba de eso, no quise entrar a mi segunda clase quise estar solo ya que cuando entre a la primera clase, la tranquilidad se acabo estaban los tres chicos que me hacían burla los tres me molestaron al punto de romper todas las hojas de mi libreta
Todos sabían que no tenía amigos en la escuela, que siempre estaba solo y así me gustaba nadie me molestaba ya que también tenía poca paciencia con las personas, odiaba que hablaran sin parar eso odiaba.
Cerré mi casillero para luego caminar hasta las gradas de la escuela, donde no había nadie, todos iban a sus clases y yo estaría solo en esas gradas.
Salí al exterior donde todo estaba tranquilo, camine hasta las gradas donde vi a una chica sentada leía un libro eso me hizo dudar, nadie debería estar ahí bueno yo tampoco debería pero ese no era el jodido punto, no debería aver nadie ahí.
Así que camine y subí las primeros escalones, no quise acercarme hasta ella así que subí hasta lo más alto, claramente había visto que ella me miró pero lo ignore y subí hasta arriba.
Me senté para luego sacar un cigarrillo de mi mochila y lo prendí, mientras fumaba sentía como mi cuerpo se relajaba hasta que unos pasos se escucharon mire hacia donde se escuchaban ahí la vi, subiendo torpemente hasta mí.
―Hola―saludo y solo la ignore.
Ella hundió sus cejas para luego sentarse hasta mi, así que me aleje un poco
―Soy nueva―volvió hablar. Y la volví ignorar.
Esa sonrisa que tenía en su rostros se desvaneció pero unos segundos volver con más claridad.
―Me llamo ______―gire averla y ella sonrió más.
Se veía tan inocente, tan tierna, tan cálida.
―¿y tu eres?―pregunto.
Volví a mi vista hacia enfrente de nuevo ignorando aquella pregunta que ella hizo.
―No hablas mucho―dijo de nuevo.
Estaba harto que hablara solo quería que se callara de una vez por todas, pero ella seguía hablando.
―No quise entrar a clases, es aburrido bueno solo espero la clase de pintura o arte como se diga―su voz era tan dulce y suave.
Con mi mano derecha tome mi cigarrillo y lo apague en la grada, para luego mirarla de nuevo.
―Tu no te callas verdad―dije ya slgo molesto.
Ella borro aquella sonrisa para luego poner una mirada sería, dejo su mochila aún lado de ella.
―y tu eres muy grosero te lo han dicho―se defendió.
Solo pude sonreír alineado para luego desviar mi mirada.
―Me llamo Aidan―dije―estas contenta ahora que te dije mi nombre.
Ella bajo su mirada para luego morder su labios inferior.
―Me siento algo halagada que me dijeras tu nombre, pero quiero una disculpa parte tuya―cruzo sus brazos.
Negué con la cabeza, lo que dijo fue tonto.
―No lo haré―dije.
―Lo harás, fuiste grosero―me lo reprocho.
La mire de reojo.
―Y si no lo hago que me harás―la rete y ella solo hundió sus cejas.
―le diré al director que estabas fumando y eso esta prohibido en la escuela―dijo para luego cruzar más fuerte sus brazos.
―Hazlo―dije alzando mis hombros.
Ella bajo sus manos para luego tomar su mochila entre sus manos, ponerse de pie y bajar las gradas pero antes volteo averme.
―Eres un odioso―dijo para luego bajar ya por fin todas las gradas y irse del lugar.
Se me hizo algo gracioso pero tierno a la vez, ella era la nueva chica de quien tanto hablában, si es bonita pero muy habladora y ruidosa aunque su voz es tan suave pero molestaba a la vez.
Su vestimenta era tan cálido; vestía una falda de color café con cuadros, unas medias negras, sus botas negras y cortas, una camisa color café y su cardigan café con varios colores, su cabello suelto pero amarrado por atrás con un listo blanco.
Se veía tan bien, tan tierna, suave, tan inocente.
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Antes de ti
De TodoAidan un chico donde toda su vida hacido de desprecio por parte de su padre, donde su vida se basa en drogas y alcohol para salir de su realidad... Pero todo cambiaría a la llegada de un chica, amable con todas las personas, que lo haría cambiar por...