Hawkins || Billy Hargrove ||

Chapter 4

MALEFICAE

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Abrí los ojos sintiendo las lágrimas caer por mis ojos, estaba dentro de un tanque con agua. Cerré los ojos y sollocé recordando a papá cuando aún estaba vivo.

El tanque se abrió y por ahí se asomó Papá, me tendió la mano y me ayudo a salir, me fije en que sentía un peso menos en la cabeza. Me llevé las manos a la cabeza y reprimí un sollozo al sentir cómo mi cabeza estaba rápida.

—Ya sabes como funciona esto, Siete, ten—Papá me tendió una toalla, la envolví en mi cuerpo mirándolo mal—. Ven, ya hemos finalizado la primera parte de tu experimento.

Observe el tanque a mi lado, parecía que había movimiento, miré a Papá y luego al doctor Owens.

—¿Ce está aquí?

—Sí.

Afirmó el doctor Owens, palmeo mi espalda y luego me guió hasta otra habitación.

Me fije por el camino que tenía un mono blanco.

Al llegar me sentó en una silla y él se sentó en la silla contraria, me enseñó un dibujo mal hecho de lo que parecían perros.

—¿Qué es esto?

Pregunté atenta por cualquier señal de peligro.

—Esto es una manada de lobos, una manada es un grupo de animales de ganado doméstico, especialmente cuadrúpedos, que andan juntos; o grupo numeroso de otro tipo de animales de una misma especie que van juntos. ¿Alguna vez has estado en Forks?

Fruncí el ceño mirándolo y negué levemente.

—Solo he viajado a California y aquí.

—Forks es un pequeño pueblo de Washington—habló Papá detrás mía—, la familia materna de tu madre era de Forks, cuando tu madre nació fueron a Forks por la misma razón por la que tus poderes se descontrolaron; tú no eres como Once o como ninguno de los otros niños, ni siquiera Uno era como tú.

Me puse tensa ante la mención del último. Temía preguntar, pero debía hacerlo.

—¿Por qué?

—En la antigüedad las llamaban maleficae, pero te sonarán más por el nombre de brujas.

Me levanté fulminando a ambos hombres con la mirada.

—No he venido hasta aquí para que me hablen de estupideces.

—Sabemos lo que puede parecer, pero es cierto—Owens sacó un libro de apariencia antigua—. Aquí está todo lo que se puede saber del Aquelarre de brujas de Forks.

—Por eso accedimos a que tu madre participará en los experimentos siendo menor, tu poder escapa a todo lo que conocemos, eres el arma perfecta, el arma definitiva.

Miré a Papá con mis ojos cristalizados, yo era un arma creada para destruir, solo eso.

—Eres justo lo que necesitamos para vencer a Uno, pero no podemos hacer nada si no controlas tus poderes.

—Casi lo mato—reflexione centrando mi vista en un punto en la pared—, sin controlar mis poderes casi mató a Uno.

—Imagínate lo que podrías hacer con tus poderes a tu completa disposición.