Tras la muerte de alguien importante y los recuerdos de su pasado, Jessica Campbell vuelve a la escuela más prestigiosa con dos objetivos:
1. Encontrar y acabar al asesino.
2. Destruir al príncipe que gobierna los pasillos de la prestigiosa instituc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jessica XVIII
Habían pasado aproximadamente 2 semanas desde que entramos a la RIA y ya quería ir de vacaciones nuevamente.
Lo normal.
Las miradas de los idiotas en los pasillos habían aumentado desde mi cambio y ahora con la foto permaneciendo en sus memorias seguramente la atención iba a crecer.
No dejes que te afecte.
Es martes 17 de septiembre y el cumpleaños de Eloise. Con su regalo en la mano intento buscarla por todas las mesas para entregárselo y ver su reacción. Ayer la llamé a la madrugada, pero sus estrictos padres la hacían dormirse a una hora temprana por lo que no pudo responder.
Pobrecita.
La veo sentada en uno de los bancos viendo algo en su iPad y me acerco lentamente para que no sienta mi presencia. Al llegar a la mesa digo unas palabras y la sorprendo.
— ¡Idiota! Me asustaste —se queja y antes de que diga algo le doy su regalo.
—Feliz cumpleaños, Eli —digo—. Te deseo lo mejor—la abrazo y empiezo a escucharla sollozar.
—Gracias —dice aún con sollozos—, te quiero—me abraza más fuerte
Las lágrimas no paraban y ella simplemente seguía aferrada a mi con tranquilidad.
— ¿Y qué harás luego de la escuela? —pregunto mientras ella abre el regalo ansiosa.
—Tendré una cena con mis padres —dice con una sonrisa brillante—. Vendrán en unas horas de su viaje a Suiza y me prometieron que cuando llegue encontraré muchas sorpresas.
Debí llamarla en la madrugada entonces.
— ¿Y tú hermana? —pregunto.
—Ella viajó a Suiza un día después que ellos —dice—, ya está de camino a el país. Después de la cena se irá con sus amigas y disfrutará de su cumpleaños.
—Aveces se me olvida que ustedes nacieron el mismo día —noto como se sumerge entre sus pensamientos intentando encontrar algo—, ¿tienes algo más que agregar? —pregunto.
—Si —se sonroja un poco mientras aprecia lo que se encontraba dentro de la caja de regalo—. Mi novio y yo saldremos luego de la cena —piensa un poco— ¡Wow! Aún no puedo creer que tengo novio.
—Yo tampoco puedo creer que estés creciendo —tiro de su cabello y me burlo—, ya tienes 18 años, ¿cómo te sientes?
—Me siento bien —dice y empezamos a caminar dentro del lugar—. Por cierto, el regalo está hermoso, gracias —me abrazo y yo sonrío al notar que le gustó. Intenté comprar lo que más me recordaba a ella y eso consistía en un álbum de su cantante favorita, un suéter de la mercancía de dicha cantante y un brazalete con un dije de una flor en el.
