Tras la muerte de alguien importante y los recuerdos de su pasado, Jessica Campbell vuelve a la escuela más prestigiosa con dos objetivos:
1. Encontrar y acabar al asesino.
2. Destruir al príncipe que gobierna los pasillos de la prestigiosa instituc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jessica XXI
Tengo sueño; mucho sueño.
Ayer me acosté demasiado tarde y hoy tuve que despertarme temprano para ir a clases. Eloise me llamó quince veces y amenazó con dejarme si no salía a tiempo.
Antes de llegar a la escuela decidimos pasar por una cafetería y comprar unos cafés, pensé que los pediríamos para llevar, pero antes de hacerlo Eloise dijo:
—Para comer aquí, por favor—me mira—. Al parecer cancelaron nuestra primera clase, Zoe me lo dijo.
— ¿Por qué? —pregunto.
—Ella viene de camino, nos contará aquí —se voltea y mira a la trabajadora de la cafetería—. Quiero también un frappe de vainilla.
—Muy bien, tomen asiento, les llevaremos las cosas en unos minutos —dijo.
Eloise y yo vemos una mesa cerca de la ventana y nos sentamos ahí.
— ¿Por qué me mandaste tu ubicación anoche? —pregunta.
—Puse la razón en el mensaje que envié después, ¿no lo viste?
—Perdón, es que me fui a dormir, voy a leerlo ahora —saca su celular y busca el mensaje—. ¡¿Qué?! ¡¿Saliste con Daemon?! Dime que por lo menos se besaron, ¿cómo fue todo?
—Eloise, no hagas un show por algo insignificante. Fuimos a ver una estúpida pelea y ya, no fue una escena como la de los libros de romance cursi que lees.
—No es romance cursi —me mira mal y eso me da ternura. La cara de Eloise cuando finge estar enojada es lo más dulce que existe.
Cuando estoy a punto de decir algo, veo cómo Zoe llega a nuestra mesa y se sienta con nosotras.
—Jess, ¿cómo estás? —pregunta.
—Con sueño —digo.
—Tu siempre tienes sueño —me mira.
—No es un delito —respondo.
—Bueno, espero que lo que te diré te despierte, tengo información —me dice.
— ¿Qué pasó? —pregunta Eloise confundida.
—Alguien intentó incendiar la escuela —dice—. Hoy fui temprano como siempre, pero veía que estaban diciéndoles a los estudiantes que las primeras tres horas de clase estaban canceladas. La razón es porque alguien ayer entró a la escuela e incendió los jardines, escribió con pintura en spray, dibujó grafitis e hizo una gran cantidad de cosas. Al parecer ayer los bomberos llegaron a tiempo, pero ahora están reorganizando y limpiando el lugar.
El fuego de ayer, ¿cómo es que lo había olvidado? ¿Habían grafitis en la pared y también palabras? ¿Qué habrán escrito?
La mesera llega, nos deja nuestros pedidos en la mesa y yo tomo de mi café.
