8. OJOS DEMONÍACOS

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8. OJOS DEMONÍACOS

En la capital de Hunne, Gardunne, se esconde un poderoso mal, que posee dos ojos demoníacos.

- ¡Gran demonio!,¡Gran demonio! Tengo noticias que no le gustarán. - Grita un hombre mientras corre y se postra ante una persona.

- Dime, ¿qué sucede? - responde una voz tenebrosa


- Verá, Gran demonio. Se rumorea que apareció otro demonio. Ahora está en el pueblo del este, Adaru, y proviene de Gilbe...


- Entiendo... - responde esa voz haciéndose mostrar con una figura ensombrecida.


- Te hago cargo, vigila al demonio. Y si se acerca mucho a mí, mátalo. - ordena la misteriosa persona.


- Entendido. Gracias por su confianza, no le decepcionaré, Gran demonio. - respondió el hombre.


Entonces, levantó la cabeza y se marchó dejando atrás la sala con la misteriosa persona.

El individuo se sentó en una especie de trono y una tenue luz reveló su cara: ojos demoníacos, una malvada sonrisa y un sedoso cabello púrpura.

- Con que hay otro más... Bien, me divertiré con él mientras lo cazan...


Dicho eso, unas llamas oscuras invadieron su cuerpo y desapareció dejando caer cenizas encima del trono. La tenue luz se apagó dejando la habitación, sola y oscura en lo más profundo de las sombras.

De nuevo en Adaru, Yuki y Cakzy entraron a la posada.

Al entrar, todos los aventureros se levantaron, mostrando un rostro de pánico. La posadera cuando nos vio se escondió bajo la barra. Un aventurero de aspecto firme nos gritó diciendo que abandonaramos Adaru y no habría una guerra inevitable. Entonces Cakzy me miró y vio que el efecto del conjuro para mi ojo ya había desaparecido.

- Deberíamos matarlos, no podemos dejarlo vivir siendo un demonio. - Gritó uno que estaba cargando magia en un bastón


- Tiene razón.  - Le siguió otra aventurera que cargaba un arco.


Entonces Cakzy usó una bola de humo y dijo:

- Vete del Pueblo nos vemos en el riachuelo.


Sin saber que hacer y sin ver nada por el humo, entre ruido de tos y gritos salí corriendo hacia las afueras de Adaru pero un aventurero con espada me detuvo. Tenía un aspecto robusto y un bigote poblado.

- No te dejaré vivir criatura detestable. - dijo alzando su espada hacía mí.


Intenté explicarle que yo era inofensivo, que no quería una lucha innecesaria, pero enseguida gritó: ¡CORTE RELÁMPAGO!. Su espada empezó a electrificarse, y entonces, de un salto se acercó a mí. Yo con mi katana y el hechizo ESTOCADA FLAMÍGERA desvié su espada al suelo. Tras el impacto retrocedí y hechizé MAREA CRÍTICA para que él también retrocediera tras esquivarlo pero destruyó mi hechizo cortándolo con su CORTE RELÁMPAGO. Entonces él gritó:

- Chico, no te tengo rencor, pero si te derroto aquí podré ascender como aventurero por destruir a un demonio. No te lo tomes como algo personal. ¡VACÍO ÍGNEO!

THE RISE OF THE DEMONIAC EYEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora