13. viaje en autobús.

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Al terminar nuestro chocolate caliente ambas salimos de aquella cafetería, fuimos a ver unas cuantas tiendas para comprar ropa. Yelena era de una familia de clase alta por lo cual casi siempre íbamos a tiendas lujosas.

Entramos a una tienda en dónde ella miro varias prendas, eligió algunas y las demás las dejo. Mientras ella miraba yo me fui a ver algunos artículos de joyería, entre ellos ví un hermoso anillo de horno con un corazón en el, a su lado estaba uno pero ese no tenía el corazón, era completamente liso.

-¿Te gustan? -La voz de Yelena me saco de mi admiración al anillo.

-Es hermoso la verdad, pero ya viste el precio. -Cuando ella escucho esas palabras de mi boca se le salió una sonrisa, claramente para ella eso no era nada, pero para mí si, estaba un poco muy caro, era lo doble de lo que había costado la rinoplastia de mi tío, si no es que más.

-Ven vamos a pagar. -Ella tomo mi mano y nos dirigimos a la caja, al llegar ella le dijo algo a la señorita y está le sonrió mientras asentía con la cabeza, después se fue y regreso cinco minutos después.

Yelena dió su tarjeta y pago lo comprado, no me dejó ver el ticket lo que se me hizo raro.

Al salir de la plaza fuimos caminando a mi casa ya que no era muy lejos. Pasamos caminando por un pequeño bosque que había ahí, todo estaba en silencio y se sentía una paz muy bonita. Ambas íbamos tomas de la mano sin decir ni una palabra. Yelena se detuvo lo que hizo que yo también me detuviera, la mire dudosa, ella saco una pequeña bolsa con el nombre de la tienda en la que había comprado sus cosas

-Toma. -Me entregó la bolsita. Yo la tomé y ella me dijo que la abriera, al abrirla ví una pequeña cajita, al momento recordé aquellos anillos, saque la caja dejando caer la bolsa al suelo, al abrirla ví esos dos pequeños circulitos.

-Yelena. -Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas y sentí una fuerte punzada en mi corazón, ¿Cómo fue posible que yo hace unos días había dicho que ya no la quería?. La culpa me empezaba a consumir.

Me deje caer al suelo mientras tapaba mi cara con mis manos, la vergüenza me invadía y la culpa me carcomía. Yelena era mucho para mí, yo no la merecía.

-Jared, ¿Que te pasa? -Ella se agachó para quedar a mi altura mientras me abrazaba, yo me aferre a ella.

-Perdonarme, por favor, yo no te merezco soy una persona horrible, tu eres todo lo bonito que hay en este mundo y yo solo soy una mierda. -dije entre lágrimas y sollozos.

-¿De que hablas? -Ella sonaba confundida -¿Acaso me engañaste?

-¿Que?, ¡NO!, es solo que yo no he estado bien y siento que últimamente no te doy la atención que tú te mereces, yo... -Mis palabras fueron silenciadas por sus labios.

Ella se separó de mi y me miró, no necesito decir ni una sola palabra para decirme que estaba bien.

-Jared, no necesito que todo el día estés pegada a mi, no necesito que pasemos juntas cada descanso, no ocupo salir todos los días, no ocupo una llamada a cada hora. -Ella tomo mi carta con sus suaves manos y con sun dedos comenzó a limpiar mis lágrimas. -¿Sabes?, lo que yo necesito es más días como estos, por qué yo sé que aunque no hablemos diario, eso no significa que me has dejado de querer, cada una de nosotras tenemos cosas importantes que hacer, tenemos una vida privada y no necesariamente tenemos que decirnos todo. Yo sé que tú necesitas tu espacio, no necesariamente ocupamos estar juntas siempre, el amor no se basa de eso. ¿Entiendes? -Saco en anillo en forma de corazón y lo puso en mi dedo.

Me seque las lágrimas y yo hice exactamente lo mismo, tome el anillo y lo puse en su dedo, me lance a ella para abrazarla, pude escuchar como su corazón latía con fuerza.

(...)

Al llegar a casa ya todos estaban cenando, yo me disculpé dije que estaba muy llena y que estaba cansada, así que subí a mi cuarto.

Me saque la ropa y me tire en mi cama, tape mi cuerpo con mis sábanas, mire aquel anillo que me había regalado Yelena, lo pegue a mi pecho mientras cerraba mis ojos.

Desperté por un tremendo golpe que sonó en la parte de abajo de mi casa, asustada y descalza baje, encontré que la repisa que estaba colocando mi tío se le había caído encima de la estufa, lo que ocasionó que el vidrio que la cubría se estrellará.

-Jared, lo siento si te despertamos... -Sus palabras se vieron interrumpidas por el silencio.

¡Mierda!, No traía ropa arriba, estaba en ropa interior. Me di media vuelta y ví a Hange cargando unas cajas mientras que Levi solo desvío la mirada, por suerte Erwin no estaba. Corri escaleras arriba y cerré mi puerta, mis mejillas estaban que explotaban.

(...)

Ya bañada y cambiada baje con mi maleta, solo faltaba desayunar y ya para irnos, desayuné lo más rápido y así fue que salimos de la casa.

Íbamos muy felices Erwin, Hange, Levi y yo; era nuestro primer campamento juntos así que sería especial. Hange y yo nos sentaríamos juntas en el autobús y dormiríamos juntas en la misma casa de campaña.

Al llegar a la escuela vimos que algunos alumnos ya había subido al autobús, rápido subimos nuestras maletas y al terminar entramos al autobús, cada uno tomo su lugar y diez minutos después el autobús salió.

Íbamos rumbo a nuestro destino

-Que bello anillo -Hange alzó mi mano para ver mejor aquel anillo que yo llevaba puesto.

-Gracias, me lo regaló alguien especial. -Dije evitando decir el nombre de Yelena

-Esa persona te a de querer mucho. -Hange soltó mi mano, se recostó un poco más en su asiento y cerro sus ojos, me supuse que quería dormir, así que no la moleste.

El viaje tardaría casi dos horas, así que teníamos mucho tiempo libre, saque mi libro y comencé a leer, pasada la media hora hange despertó.

-¿Quieres escuchar música? -le ofrecí uno de mis audífonos y ella se lo coloco, al instante comenzó a sonar:

A mí - Rels b.

Hange comenzó a cantar mientras se movía al ritmo de la canción, yo me uni a ella y así seguimos todo el viaje.

Entrega Tu Corazón. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora