Harry Potter y los planes del futuro

Capítulo 1: La cosa más inesperada para Harry Potter

Esta bien. Ya me han preguntado si esto sera yaoi. La respuesta es no.

Este autor no tiene nada contra la homosexualidad, u otras cosas parecidas. Sin embargo, ¡Odio la mayoría de ships yaoi! ¿Draco x Harry? ¿Snape X Harry? Gente, eso no se hace. Los fanfic donde se doblan y cambian el genero de los personajes, tampoco los haré.

Las personas a las que les gusta leer y/o escribir yaoi, adelante. ¡Denle con todo! Sin embargo, no soy capaz de escribir algo así. No porque lo odie (No odio la homsexualidad. No soy ese tipo de persona) sino porque simplemente no puedo llegar a un punto donde los personajes puedan llegar a conectarse de esa forma. 

Esta amistad entre Draco y Harry, es simplemente eso, una amistad. Esta basada en lo que pasa después de Hogwarts. Estos dos personajes, no son los mejores amigos en el canon (Después de toda esa mierda) Pero Draco vio como todos sus ideales se destrozaban de la peor manera. Y todo comenzó con el regreso de Voldemort. ¿Ver al hombre que admiraba estar de rodillas y obedeciendo todo lo que dice Voldemor? ¿Ver como la supremacía de sangre pura, en realidad no sirve de nada? Chico, te hace pensar. Te hace pensar mucho.

El paso por un infierno. Un infierno diferente al de Harry, pero un infierno de todos modos.

El hijo de Malfoy, fue criado para no subestimar ni pensar que es mejor que los muggles, o nacidos de muggles. Tanto Astoria como Draco lo hicieron así, porque entendieron mejor. Supieron cambiar sus ideales.

Lucius Malfoy incluso se sintió un poco amargado con su hijo y su esposa, Astoria. Draco seguía siendo su hijo cariñoso, pero había dejado de lado la supremacía de sangre pura. Y su esposa, Astoria, provenía de una familia similar a los Malfoy. Gente, creo que tanto fan-fiction, les hizo pensar que los Greengrass eran una familia del lado de la luz, como los Longbottom, o que eran grises, neutrales, como se dice en la mayoría de fics.

Gareth Greengrass era un inefable, realmente. O por lo menos, dentro de un juego de Harry Potter. Uno de la familia Greengrass, era un mortifago. De ahí Apollo Grengrass. No encontré nada sobre los padres de Astoria y Daphne, nada dentro de los juegos y esas cosas. Pero si Astoria cambio después de la derrota de Voldemort, quiere decir que la familia Greengrass, no era le mejor de todas. No era una familia de magos amables como los Weasley, tampoco creo que sea una familia de la luz, pero más estricta, como los Longbottom (Augusta).

... Creo... que esa es toda la explicación ante la amista de Harry Potter y Draco Malfoy, instigada por cartas y cosas del futuro, como verán en este capítulo y otros posteriores.

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"Disculpa, ¿qué?", Harry Potter pregunto con incredulidad. Su enemigo estaba parado frente a él, mirando con seriedad, quizás incluso con algo de molestia y un poco de asco. Había recibido una carta, diciendo que viniera hacía el baño de niñas en el segundo piso después del toque de queda. Myrtle no parecía estar por ningún lado, pero la sola presencia de Draco Malfoy, había alertado por completo a Harry. Sin embargo, nunca se había imaginado escuchar las palabras que salieron de la boca del Slytherin de quinto año.

"Necesito tu ayuda", repitió Draco.

Harry abrió la boca para negarse de inmediato, pero la cerro un segundo después. Había venido solo, porque actualmente, las cosas no eran las mejores en el castillo. Con Umbridge arruinando las vidas de todos, no quería involucrar a sus amigos en cualquier cosa que los pudiera poner en peligro, o incluso un castigo con la bruja de ropa color rosa.

Al final, su mano se movió hacía la parte posterior de su cuello, rascando un poco su nuca.

"Tú, Draco Malfoy, ¿pides ayuda? No se que te ha pasado, pero necesito una explicación y un contexto para lo que está pasando ahora mismo", por primera vez, estaba teniendo una conversación medianamente seria con su rival y enemigo. Podría haberse negado, pero algo le decía que escuchar no sería tan malo, sobre todo porque podía ver la seriedad de Malfoy. Y al mismo tiempo, su reticencia al pedir ayuda. Claramente, no confiaban en el otro, pero algo debió suceder para que el enviara la carta.