Harry Potter y los planes del futuro

Capítulo 35: Una cita un poco extraña II

Gladrags Wizardwear era una tienda un poco extravagante. Habían varios tipos de ropa, desde atuendos casuales, hasta trajes especiales para bailes. También había un lado especial, solo para calcetines. Habían de muchos colores, algunos con soles, otros con estrellas doradas y plateadas parpadeantes. Incluso habían pares que chillaban cuando se volvían demasiado malolientes.

"¿Por qué alguien usaría estas cosas?", Harry se pregunto en voz baja mientras Susan miraba vestidos. Él no podía entenderlo. ¿Qué sentido tenía usar calcetines que gritaban cuando estaban malolientes? Sería vergonzoso si alguien usara esas cosas y terminaban chillando.

Negando con la cabeza, se dio la vuelta y camino hacía el otro lado, donde estaba Susan. Se paro detrás de ella y miro los vestidos que revisaba. Había uno completamente blanco. Era simple, sin decoraciones, pero resultaba bastante bonito. Parecía ser algo que una mujer usaría en el verano. Justo a un lado, había un vestido de una pieza, de color burdeo, más grueso y con un cinturón.

Aún así, Susan no parecía demasiado satisfecha.

"¿No te gusta ninguno?"

Ella se sobresaltó al escuchar la voz de Harry tan cerca de su oído. Ni siquiera lo había sentido pararse detrás de ella.

"Lo siento, no quería asustarte".

"Oh, no te preocupes", Susan sonrió, antes de volver su mirada hacía la ropa. "Son bonitos, pero... ".

"¿Pero?"

Susan se sonrojo un poco, antes de toser en su mano. Harry levantó una ceja, curioso de la reacción que estaba teniendo su cita. 

"Erm... bueno... yo... creo que no me quedarían bien".

"Tonterías. Eres bonita, Susan. Creo que ese vestido blanco te quedaría muy bien".

"Oh... gracias. Pero no se trata de si se ven bien o no".

"Bien... ahora me tienes muy curioso", Harry comentó en voz baja, pero volvió a hablar muy pronto, cuando Susan se sonrojo con más fuerza. "Lo siento. No dire más. Parece que resulta ser muy vergonzoso para ti".

"Es mi pecho", ella dijo rápido, antes de cerrar su boca con fuerza. Ella miro hacía el suelo, sorprendida.

"¿Por qué le dije eso? Merlín, esto es demasiado vergonzoso. Pero... Pero... Uh.... ¿Creo que me siento demasiado cómoda? Tengo que tener cuidado".

"Oh... ", Harry la miro antes de mirar al techo. Entendió mejor el problema de Susan. "Quizás.... quizás te pueda ayudar".

"¿Eh?"

"Es un hechizo. Un pequeño hechizo que pueda hacer que la ropa se adapte mejor al cuerpo. Nada demasiado especial. Te lo puedo enseñar... si quieres, claro está".

"¿De verdad? No sabía que existía un hechizo para eso".

Harry simplemente asintió antes de explicarle como funcionaba el hechizo. Después de varios minutos, ella corrió con varias prendas hacía uno de los probadores de la tienda. Harry decidió esperar fuera, por si necesitaba alguna ayuda con el hechizo. Sin embargo, solo un par de minutos después, la cortina se abrió, mostrando a Susan con una gran sonrisa.

"¡Funciono!"

"Te lo dije, ese he–", Harry no pudo completar su oración. Se sorprendió al ver a Susan en ese vestido blanco. Como había dicho antes, era un vestido simple. Sin embargo, acentuaba bastante el cuerpo de Susan. Y sobre todo, cierta parte delantera de su cuerpo. Harry trago un poco antes de toser sobre su puño.

"Te ves hermosa, Susan".

"Uh... gracias", ella respondió antes de cerrar la cortina con fuerza. En el interior trago un poco mientras se veía en el espejo. Ella, claramente había visto como los ojos de Harry se desviaban por un instante, mas abajo de su rostro. Se sintió bastante nerviosa.