Harry Potter y los planes del futuro

Capítulo 21: ¡El hombre-perro es libre!

Harry Potter se paso la mano por su rostro. Se sentía agotado después estar todo el día en juicios. Había tenido que pararse y sentarse repetidas veces durante todo el día. Tener que escuchar las quejas de los miembros de Wizengamot, sobre todo de Corban Yaxley, fue extremadamente molesto. Esos hombres y mujeres, solo parecían preocuparse por sus intereses personales.

Admiraba más a Amelia Bones por tener que trabajar como lo hacía. Ella realmente merecía respeto por tener que dirigir todo ese circo.

Durante la mañana, tuvo que declarar sus razones para haber entrado al Ministerio. Se paro ante todo el Wizengamot y los espectadores de diferentes diarios de Gran Bretaña, y otros lugares del mundo. Incluso habían dos personas desde Japón. Él no pudo evitar sonreír ante los planes de Amelia. Con tantos reporteros de diferentes lugares, no había escapatoria para los acusados, incluso en la mínima posibilidad de que los declararan inocentes. Las dudas se habrían plantado de todos modos.

Así, entonces, declaro frente a todos. Primero, comenzó con lo que sucedió en sus vacaciones antes de entrar a su quinto año como estudiante de Hogwarts. Ese momento en el que tuvo que ir a juicio por defenderse contra Dementores. Varios interrumpieron diciendo que no tenía nada que ver con el caso actual, que simplemente perdía el tiempo.

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"¡Estamos aquí por los acusados, señor Potter!", un hombre grito enojado. "Vaya directamente al punto. No se le ha preguntado por su juicio anterior".

"Oh, pero tiene que ver, Lord Rosier. Después de todo, esos dementores fueron enviados por personal del Ministerio, instigados por el odio que sentían por mi. ¿Acaso cree que simplemente aparecieron de la nada?", Harry gruñó y miro a todos los miembros del Wizengamot. "¡Todos ustedes simplemente sientan sus asquerosos traseros, acusando y apuntando el dedo para terminar todo rápido! Las pocas personas que realmente merecen respeto en este maldito grupo, son muy pocas".

"¡Así que silencio!", Harry grito con más fuerza, invocando su magia para crear una presión sobre todos. "Escucharan cada cosa que diga, y solo luego de eso, espero que deliberen justamente sobre todo lo que ha sucedido en el Ministerio".

"Ya es suficiente con sus tonterías. Personas como ustedes, deberían actuar de la forma correcta, y no tomar la forma más rápida. Si ustedes, un grupo de personas que se supone, dirigen las cosas más importantes de la comunidad mágica de este país, simplemente toman el camino más rápido, no creo que sean necesarios".

"Sus palabras son demasiado duras, señor Potter. No sabe todo lo que tenemos que hacer", Madame Longbottom se levantó y hablo. Harry la miro con una mirada más tranquila.

"¿Pero, me equivoco con lo que dije? Por favor, Madame Longbottom. Dígame una sola vez en que el Wizengamot haya ayudado a la comunidad mágica".

"... "

Harry le sonrió con un poco de tristeza. No había respuesta por parte de la mujer mayor. Había esperado que algunos saltaran después de hablar de su anterior juicio. Decidió usar eso para comentar alguna de sus opiniones sobre el Wizengamot. Y esperaba que más de uno de los espectadores, cuestionara el funcionamiento de dicho grupo.

"Entonces, guarden silenció. Escúchenme. Y solo después de eso, hagan lo que tengan que hacer", Harry hablo de forma mucho más tranquila, continuando con lo que tenía que decir. Hablo sobre los dementores y su juicio. Hablo sobre como un hombre le había advertido sobre una profecía en el Departamento de misterios. Una profecía que estaba relacionado con él y Voldemort.

"¿Quién sería este hombre?", Amelia, quien dirigía todo, pregunto seriamente.

"Gareth Greengrass".