Harry Potter y los planes del futuro

Capítulo 44: Una charla nocturna

Después de que todos fueran hacía las habitaciones que se habían preparado en la mansión Longbottom, Harry decidió quedarse sentado en el balcón que daba justo al patio donde hicieron la barbacoa. Tenía una pequeña mesa justo a su lado, donde puso un vino italiano que Sirius había comprado. 

El viejo perro no supo que Harry le había quitado su preciada adquisición.

Harry no había probado el vino hasta que llego a Italia, y disfruto un poco de eso, más aún cuando tenía a Sirius y Remus cerca. El viejo perro había querido que bebiera más, pero entendía perfectamente que el alcohol, no era lo mejor para el cuerpo. Al final, simplemente lo tomo como una bebida que podía disfrutar de vez en cuando.

De todos modos, la tan famosa cerveza de mantequilla, tenía alcohol. Claro, en grados muy bajos, pero todavía tenía.

"¿No eres demasiado joven como para beber alcohol?", la voz de Augusta llego desde atrás, causando que Harry sonriera un poco, al mismo tiempo que levantaba su copa.

"Quizás. Pero hoy es un día especial, ¿verdad? No es que fuera un adolescente alcohólico". Además, Harry tenía métodos para desintoxicar su cuerpo, en caso de que se sobrepasara.

"Eso es verdad", Augusta camino y tomo la silla justo al otro lado de la mesa, para poder sentarse. "Recuerdo que la primera vez que tome una copa de vino, fue cuando tenía quince años. 

"Si no recuerdo mal, usted nació cuando la Segunda Guerra Mundial estaba finalizando. Esos debieron ser tiempos complicados".

"A decir verdad, no recuerdo tanto sobre esos momentos de mi infancia", Augusta comentó suavemente, invocando una copa y sirviéndose un poco de vino. "Sin embargo, recuerdo destellos de celebración cuando Gellert Grindelwald fue derrotado".

"Hay cosas que no me gustan de Albus Dumbledore, pero ciertamente admiro su conocimiento y poder. Después de todo, no es fácil enfrentarse a un mago tan poderoso como Grindelwald, sobre todo cuando en un momento, fueron amigos bastante cercanos".

"Me pregunto que hubiera pasado si un niño como tú hubiera nacido en esa época. Quizás Grindelwald no hubiera hecho tanto daño al mundo en general", Augusta murmuro antes de beber un sorbo de vino. "Bastante bueno. ¿Donde lo conseguiste?"

"Italia. Mi padrino lo compró. Se lo robe".

"Hmph. Parece que Black te ha contagiado con algunos de sus... bromas".

"Nah. Ya lo tenía dentro", Harry sonrió con picardía.

Augusta levantó un poco las cejas antes de sonreír mientras cerraba los ojos. Ella se veía bastante divertida cuando comentó: "Si, es mejor que no hubieras nacido en esos momentos. Probablemente, no me habría casado con mi tonto esposo".

"¡Cough!", Harry tosió, escupiendo algo de vino. Su cabeza giro y miro con pura incredulidad a la mujer mayor.

"Bueno, yo supongo que son los genes de tu madre. James Potter no envejecía tan bien".

"Por favor... no diga más. No es bueno para mi corazón".

"Pensé que podrías aguantar las bromas de está anciana... "

"Ya... pero simplemente dejaste salir algo aterrador", Harry movió la copa hacía sus labios, mirando la luna en el cielo al mismo tiempo. Donde estaban, las luces de la ciudad no llegaban tanto, así que podía ver mejor las estrellas. Quizás no al punto de la vista que tenía Hogwarts, pero definitivamente era una buena vista con la cual simplemente pasar un tiempo relajado. 

La adición de Augusta, hizo las cosas un poco más divertidas, pero Harry no sabía exactamente lo que ella quería. Recordó de que, cuando se encontraron en los pasillos de Hogwarts, ella lo había invitado para poder hablar. Aún así, no tenía una pista sobre lo que la mujer mayor quería de él.

"Visite el jardín de la esperanza días después de que la derrota del Señor Oscuro fuera publica... "

Jardín de la Esperanza, un nombre que se la había dado a lo que antes fue Knockturn Alley. Las flores todavía seguían ahí, y las personas visitaban el lugar a menudo.

"Fue agradable, aunque me hiciera recordar cosas que preferiría olvidar".

Harry la miro de reojo, notando la expresión de nostalgia en el rostro de la mujer. Por un momento, también pudo ver mucha tristeza.

"¿Está pensando en su hijo? No sería para nada raro. Lo que sucedió con Frank Longbottom, fue realmente una tragedia, justo como lo que sucedió con mis padres".

"Harry Potter, ¿tú puedes... ?"

"No. Lo siento, pero no. Al menos, no al nivel que probablemente desea", Harry la interrumpió de inmediato, sabiendo de lo que se trataba la pregunta inconclusa.

Sus ojos verdes miraron el vino en su copa, con la luna reflejada en la superficie. La maldición cruciatus, no tenía un contra hechizo como muchas otras magias oscuras. Por lo menos, no para deshacer un daño tan grande como sufrieron Frank y Alice Longobottom. Se habían inventado pociones y tratamientos para disminuir el dolor y reparar el daño causado en los nervios, pero nada que pudiera solucionar el daño en el cerebro de las personas.

Sin embargo, Augusta no se desanimo por la respuesta de Harry. Sus ojos parecían casi obsesionados cuando pregunto: ¿A qué te refieres con eso? ¿Qué quieres decir exactamente?"

"Yo he escuchado la situación de su hijo y nuera. Se cual es la condición actual de ellos... ", Harry dijo lentamente, examinando la expresión de la mujer por un instante. "Ellos han olvidado como hacer muchas cosas. Las personas que conocían, ya no pueden reconocerlas. A veces, tienen comportamientos infantiles, en otros momentos, se vuelven locos".

"Honestamente, creo que la maldición cruciatus, hizo que la sangre no pudiera llegar al cerebro. Por lo tanto, no les llegaba suficiente oxigeno. Al final, sus funciones cerebrales se detuvieron antes de volver. Perdieron la memoria, por decirlo de forma menos complicada. Quizás los momentos de locura, vienen por que no saben de la situación en la que están, o las personas que no conocen a su alrededor. Son como niños perdidos que no pueden reaccionar adecuadamente al mundo que los rodea".

Augusta inhalo lentamente para calmarse. Las palabras de Harry, habían dado en el clavo. 

"Incluso si yo pudiera solucionar el problema de la memoria, todavía existirían algunos que no puedo solucionar. Incluso... es probable que no puedan volver a usar magia correctamente".

"¡No me importa!"

Harry levantó la mirada con seriedad.

"¿Sabes como se siente una madre cuando ve a su hijo en ese estado, señor Potter? Es horrible. Completamente desesperante. La persona... el niño que criaste, ni siquiera puede recordarte. Hay veces que sueño con sus gritos, incluso cuando yo no estaba exactamente en ese lugar".

"Cuando visitaba el hospital con Neville y le decía que tenía que estar orgulloso con su sacrificio, fue realmente doloroso, casi agonizante. ¿Qué más podía decirle con su padre en tal estado?"

Harry suspiro extensamente antes de mover la cabeza de un lado a otro.

"Puedo intentarlo, pero no tenga demasiadas esperanzas".

"Pedirle a una madre que tenga cero esperanzas por su hijo, es imposible".

Harry simplemente tomo un sorbo de su vino... Sabía demasiado amargo en ese momento.

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