The Last Witness | Kyman//Cryle//Bunny

Return

Afuera hacía un sol precioso, pero Kyle era un manojo de nervios por su primer día de clases luego del accidente. Aún tenía el brazo roto claramente, pero podía caminar relativamente bien. El doctor le dijo que ya estaba listo para volver. Sus moretones aún se notaban, pero ya no estaban hinchados, y las heridas se veían como marcas entre sus pequeñas pecas.

Lo bueno, era que no volvería solo. Temprano en la mañana, tocaron la puerta tres veces.

—¿Quién podrá ser a esta hora? —dijo Sheila haciendo ademán de levantarse de la mesa mientras desayunaban.

—¡Mh! —Kyle se tragó su waffle y se levantó más rápido—. Me vienen a buscar porque no sé dónde está la escuela. —le explicó.

—¿Vino Stan? —le preguntó su padre.

—No, otro amigo.

—Qué bueno que te estés acercando a tus amigos de nuevo, el psiquiatra dijo que pasaras tiempo con ellos y en lugares que solías frecuentar. Y casi no has salido de la casa estos días.

—Ahm... sí. Nos vemos. —Kyle abrió la puerta y salió.

—Al fin. —bufó Eric.

—No me tardé nada, idiota. —se rió Kyle.

—¿Nervioso?

—Algo —admitió Kyle, suspirando—. No quería volver. Pero en realidad me aburría mucho estar en reposo en casa. Creo que estar hablando contigo fue lo único que me salvó de morir de aburrimiento. Qué mal que no hayas podido ir a verme.

—Estoy kinda castigado por no ir a clases e incendiar el basurero y las cortinas por tirar una colilla. Mi mamá se ha puesto muy estricta con los años. Dice que me he puesto como un mounstrito.

—Mi mamá dice lo mismo a Ike. Es extraño, a todo esto. Es como si viviera con un montón de extraños... pero a la vez todo se siente muy familiar. Aunque me tratan como si me fuera a morir pronto. Es raro. —asintió Kyle.

—Me imagino. Pero hoy va a ser interesante. —animó Eric.

—¡Para ti! Para mí va a ser como si estuviera en un zoológico. Y tengo que ver a Stan... has hecho que me deje de agradar, pero no deja de hablarme, es muy latoso.

A Eric se le formó una sonrisa en el rostro, que intentó disimular.

—¿De verdad? —dijo el castaño con tono de burla—. Lo sé, jamás deja en paz a nadie, es un obsesivo.

—¡Sí! Pero no quiero ser grosero, si se supone que éramos amigos... lo raro es que no tenemos ninguna conversación, en ninguna parte.

—Creo que solías borrar todo por espacio.

—Oh... tiene sentido...

Llegaron a la escuela y Kyle soltó un largo suspiro, apretando el puño de su mano buena.

—¿Listo? —Eric se adelantó un poco.

—Tripas corazón. —asintió Kyle yendo tras él. Tenía razón. Todos se volteaban a verlo y susurraban cosas, o quizás estaba sugestionado.

—¿Qué miras, cara de mierda? —le gritó Eric a un muchacho que cuchicheaba mirando a Kyle.

Entonces no, no estaba sugestionado. Se sentía como un fenómeno.

—Está bien, no tienes que gritarle a la gente. —le dijo en voz baja.

—Claro que sí. Este es tu casillero. —Eric le dio dos palmaditas al locker.

—Debo tener la llave por acá...

—Voy al baño mientras, no voy a estar acá parado, y el desayuno de ayer está empujando al de hoy.