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Harry lo llevó en brazos, abrió la puerta y louis al ver algo tan hermoso nuevamente preparado por su alfa, se emocionó, aguantó algunas lágrimas abrazando a harry.

- eres lo máximo, alfa.- le susurró en el oído.

- te mereces todo lo bueno que existe, amor.

Louis se bajó del regazo de su alfa para ir a tocar los girasoles.

- Dios! Tantos girasoles.- dijo reuniendo cada uno de ellos, ya que no quería que se arruinen cuando la temperatura suba.
Los dejó a un lado y fue empujado por su alfa a la cama, harry tenía su cuerpo encima besandolo desesperadamente.

- te amo.- le dijo entre besos.

- yo más alfa.- louis jadeaba.

Harry se separó.
- espera, espera, abre tu regalo.- le dió la bolsita que estaba encima de la cama.

Louis curioso la abrió y un calor se apoderó de su rostro.
Eran bragas.

- hazzie...

- descubrí que te gustaban y me gusta como te ves con ellas.

Louis avergonzado lo besó.
- gracias alfa, muchas gracias.

- eres tan precioso, mi lou, mi omega.

Louis comenzó a tocar por dentro del pantalón del alfa y harry acarició su rostro, se iba a poner un preservativo pero louis lo detuvo.

- alfa, quiero que me anudes, quiero sentir tu esencia dentro de mi.

Harry sintió sus vellos de punta asintiendo con su cabeza.

Esa noche sus cuerpos se amaron mutuamente, siempre al hacer el amor ellos sentían que flotaban, tocaban el cielo y probaban un cachito de las delicias de la luna, esa misma noche fue cuando harry mordió a louis confirmando que era suyo en cuerpo y alma.
Louis sintió un dolor pero de igual manera su omega se sentía aliviado, se sentía bien ser reconocido por su alfa, porque ahora ellos vivirán sus vidas conectados, se sentirán por más lejos que estén y se enviarán amor a través del lazo. Era como una vibración, que les daba a conocer como se sentía el otro, era maravilloso, y para ellos lo era más porque son destinados.

Harry lamió la marca cuando louis gemía de dolor, le pedía perdón por haberse demorado tanto y besaba sus mejillas.

- gracias alfa, soy tuyo, por fin estamos enlazados.- dijo louis con la respiración agitada.

- bebé, ya eras mío.- dejó de lamer cuando ya no salió más sangre.- desde que te vi supe que eras mío.

Luego cuando el nudo bajó, harry lo limpió y lo acomodó en la cama para que no sintiera dolor.

- te amo, desde antes, durante y después de esta vida te amaré, porque eres mío, mi destinado.- dejó un besito en su nariz.

- te amo alfa, cuidame, protegeme y nunca te vayas por favor.- cerró sus ojitos.

- sí mi amor, te cuidaré y protegeré, jamás me iré.

Harry acarició a su pequeño omega hasta que se durmió

A la mañana siguiente, despertar fue distinto, se sentía más feliz, una sensación agradable rebotaba en su pecho pero un dolor punzante vivía en su cuello.

- alfa.- se quejó.- alfa duele.- comenzó a llorar.

El instinto de harry lo alertó de que su omega estaba llorando por lo que despertó asustado y lo miró para saber si estaba bien.

- lobito...

- alfa, duele la mordida.

Harry la lamió enviando corrientes tranquilizadoras a través del lazo, lo hacía inconscientemente.
Luego de acabar con el dolor, lamió las escurridisas lágrimas de su omega.

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