Destilada estaba la tela recurrente de aquella sabana color limón, encima de ella reposando en una postura curvilínea y tapando su cara ubicada en los muslos, sin siquiera poder observar la laptop que todo el tiempo llevaba entre sus manos, sollozaba Silvia con el semblante temor implantado en sus ideas, tenía miedo, no de sangre, no de morir, no de pelear, simplemente del no saber si su amiga o compañera de cuarto estaba bien, sin estar dispuesta a salir para averiguarlo, solo le quedaba esperar a la noticia y si esta llegaba a sus oídos.Habían pasado poco tiempo juntas, aún así era suficiente para considerarla la mejor compañera a la cual había ayudado e inculcado uno que otro conocimiento importante, o de esa manera lo veía ella, todo ese pensar revoltoso fue interrumpido por un golpe muy estremecedor en la puerta de la habitación, la asusto, pero de todas formas iría a investigar, levantándose de la cama, secó sus pocas lágrimas abriendo la puerta lentamente, grata fue su sorpresa al ver como a su persona fue dirigida el cuerpo de Melani el cual logró agarrar por sus brazos antes de acabar ambas en el suelo.
Sorprendida de eso cerró la puerta con uno de sus pies e incorporó a Melani sobre ella para poder desplazarla a la cama, la veía herida, totalmente demacrada.—Eres una idiota, ¿Que ocurrió?—preguntó Silvia.
Abriendo solo uno de sus párpados logro captar la presencia de la chica, y sonriendo a duras penas respondió:
—Lo prometido.. Es deuda- ah... —Tosiendo y atragantándose con su propia saliva paro de hablar.
—Callate, tus cuerdas vocales deben estar inflamadas, tu cara completamente esta lastimada, cosa que podría abducir de una u otra forma tu facilidad al hablar, ay.. Si sigo te vas a morir.
Frenandose a si misma para al fin colocar a la chica sobre la cama manchó su cuerpo de toda la sangre respaldada de Melani.Logrando de una vez posicionarla en una pose no muy incomoda vio como la contraria se aferraba a la máscara que ella misma le dio antes de comenzar aquel evento.
—Oh... Me quedaré con esto.
Con cuidado fue a quitársela sin embargo el brazo de la azabache fue moviéndose a la dirección opuesta del de Silvia provocando el agarre del objeto, y así continuo por unos momentos hasta la rendición de esta última.
—Mejor me concentro en sanarte—resopló incorporándose.—Perdón... Pero debo retirar cualquier accesorio impregnado en la piel, eso incluye tu vestimenta.
Y así lo hizo, con suavidad aparto el abrigo, luego el top en sus senos y por último las prendas inferiores, avergonzada no pudo parar de mirar el cuerpo desnudo de su amiga, era definido, demasiado, tal como si toda la infancia de esta fuera dedicada a ejercitarse o el entrenamiento de algo necesario de fuerza física, manteniendo su figura femenina le resultaba muy atractivo ese cuerpo, era la primera vez que sentía eso dándose cuenta lo salida de contexto en el que estaba y se dio una bofetada a si misma despertando de la fantasia.
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El hormiguero
Fiksi RemajaUna adolescente es trasladada en un nuevo estilo de vida donde arriesgara su propia existencia y humanidad con tal de volver a ser como antes.