CAPÍTULO 8: ¿Y eso qué?

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Girando levemente su cabeza percibió en una de las paredes del local una brillante máscara lustrada con un bello color blanco y un extraño símbolo en su parte superior,una fuerza imparable la dominó en ese momento haciendo que emprendiera su caminar a la dirección de aquella belleza ,May levantó una ceja debido a la curiosidad adoptada por su contraria derrepente ,y pregunto a Atenea sobre el porque de ese objeto.

-Ah.-Se sorprendió la chica y arreglaría un poco su pelo:-La encontré cerca de aquí en una cueva, jejejej,no es nada importante,solo la hallé muy linda y extravagante.

-Vaya.. Tenemos a una adicta a las antiguadades aquí.-Vaciló.

En sus ojos reflejados todavía observaba aquello y cuando su mano mostró movimiento con el objetivo de tocarla May le tocó el hombro llamando su atención y despertándola.

-Vamos que no tengo todo el día.-Le indicó la pelinegra.

Al fin recapacitando asintió con su cabeza y a la vez miró a la dueña del lugar con ojos lividinosos y una sonrisa de oreja a oreja que asustaría a todo aquel que la presenciase.

-¿A dónde vamos? ,May.-Preguntó nuevamente Melani.

Con su mano aún chorreando sangre de la herida que se hizo con el vidrio pronunció su frase favorita.

-Mi familia...

Enfrente de ellas apareció una puerta no tan diferente a la que vio Melani la vez que entró por primera vez a su
habitación,grabada con madera estaba todo allí excepto la serpiente ,al parecer era exclusiva de la perteneciente a la morena.

-Entremos.-Le dio el paso May.

-Gracias.

Ambas se adentraron y afuera desapareció la puerta dejando a Atenea sola otra vez lista para seguir atendiendo su tienda con todo el cariño del mundo.

Al fin sola la chica camino con pasos versátiles en dirección a lo que encontró en la cueva a la que antes le hizo alusión,estando frente a esta simplemente sonrió y recostó un poco la cabeza a un lado.

-Me di cuenta que atraiste a esa chica,¿De verdad quieres ir con ella?-Preguntó a la máscara sin borrar la sonrisa de su rostro.

Interrumpiendo su conversación la campana de su puerta se hacía sonar otra vez indicando un posible cliente que con gusto iba a atender.

Dentro de la habitación de May,esta última se acercaría a el pequeño estante reposante a un costado de su cama sacando así un pequeño y delgado insienso que lubricaria un poco el hedor de alrededor,del mismo lugar salió la fosforera que le daría el encender a cierto instrumento y regresando su vista a Melani le sonrió.

-Puedes sentarte donde desees.-Educadamente se sentó sobre su cama sonando algo raro como un "Ay" debajo, sin dejar de verla ignoró el sonido.

-Oh,gracias.-Se sienta en el suelo acolchonado por una alfombra que cubría todo el suelo de la recámara y como era costumbre en ella vacilaría todo alrededor.

Sin duda alguna este cuarto estaba mucho mejor que el de ella,la cama familiar arreglada con un exuberante sobrecama color jade y varias neveras eléctricas postradas a los lados,las pinturas en su pared detonaban un insulso sentimiento de melancolía pero eso no le desagradaba a la azabache.

-Deseas refresco,vino,cerveza o malta.

-Una malta estaría bien,es mi bebida favorita.-Relajada informó.

-No tenemos gustos tan diferentes.
Dando una pequeña risa estiro su mano hasta el otro costado de la cama abriendo la puerta de la nevera y sacó una Malta"Bucanero" junto a una cerveza "Bucanero" Enseñandoselas así a Melani.

El hormigueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora