Capítulo 22

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°| Justin's Point Of View |°

—No te vayas —la voz de _____ resuena luego de un largo rato de silencio en el balcón—. No quiero que te vayas, todavía, por favor.

Me giro para encararla y ni siquiera tenemos que decir algo. Es mero instinto el que la hace correr a mis brazos, y a mí recibirla en un fuerte abrazo. Ella acomoda la cabeza en mi pecho y rodea mi torso con sus delgados brazos. 

—Mi intención no era hacerte sentir mal —susurra en mis brazos—. Sólo que... nunca entendí por qué si tanto decías amarme, no pudiste dejarla.

—En el mensaje de texto que enviaste para despedirte, me decías que lo intentara con ella —le recuerdo. 

Nuestros cuerpos han comenzado a mecerse de un lado a otro muy suavemente en el abrazo. 

—Y lo intenté hasta cansarme —continúo—. No entiendo cómo puedes poner en duda lo que siento por ti. 

— ¿Estás seguro de que aún lo sientes? 

—No habría salido corriendo a ti, si no fuera así. ¿Tú ya no sientes nada? — Pregunto, con temor de escuchar la respuesta. 

_____ se queda en silencio por unos agónicos segundos luego, se remueve en mis brazos levemente hasta levantar la cabeza, para mirarme a los ojos. 

—Todo está... demasiado complicado —su labio inferior tiembla un poco, anunciándome que está conteniendo el llanto—. Y lo único que pienso es que soy egoísta porque, aunque me dolía no tenerte conmigo, empezaba a sobrellevarlo. Pero todo empeoró cuando supe que estabas con alguien más, casi me volví loca.

—Me pasó lo mismo cuando te vi con Dylan esa noche —la interrumpo cuando veo un par de lágrimas abandonar sus ojos—. No soporto la idea de que ames a alguien más.

—Imagina cómo me siento de saber que estás casado con alguien que no soy yo —dice, con tristeza y se enjuaga las lágrimas, para luego esconder el rostro nuevamente en mi pecho. 


✧✧✧


Bajo de la camioneta de un salto y me quitó el gorro de la sudadera junto a los lentes de sol mientras avanzo por el jardín, antes de llegar a la puerta principal de la casa que comparto con Hailey. 

Abro y el aroma a lavanda inunda mis fosas nasales. Ese olor siempre va a recordarme a Hailey. 

—Creí que llegarías más tarde —su voz viene de la cocina, así que cruzo el recibidor para dirigirme hasta allá. Me observa con ojos tristes desde su lugar, en la isla de mármol que tenemos en medio de la cocina.

—Desperté temprano, así que prepararon el Jet a primera hora —no sé muy bien cómo acercarme a saludarla. Así que disminuyo la velocidad de mis piernas cuando estoy más cerca—. ¿Qué haces?

—Voy a prepararme el almuerzo, ¿tienes hambre? — Es ella quien termina por acercarse a mí. Hay ojeras debajo de sus ojos, y ahora que está frente a mí, veo que los tiene ligeramente hinchados, como si hubiera estado llorando.

—Sí —asiento y decido saludarla con un pequeño beso en la frente—. ¿Dónde está Pierre? — Es nuestro chef, desde hace algunos meses.

—Le di el día libre a todo el servicio —se encoge de hombros y se gira para revisar unos sartén que tiene en el fuego—. Voy a hacer pollo a la plancha con vegetales, ¿quieres?

—Sí, está bien —me rasco la nuca un poco nervioso—. ¿Cómo has estado estos días? 

Una risa carente de humor la abandona, mientras la veo jugar con los condimentos que pondrá a los vegetales. 

—De la mierda, gracias por preguntar —responde, sin mirarme aún—. ¿Y tú? 

—Creo que no han sido días fáciles para nadie —me siento malditamente estúpido por no saber cómo conversar con ella.

—Seguramente tampoco para _____ —gira la cara para verme a los ojos—, ¿o me equivoco?

—Para nadie —finalizo y me siento obligado a girar la cara porque no puedo sostenerle la mirada—. Lo siento por irme así —voy hasta el refrigerador para disimular, y comienzo a sacar el pollo—, yo no quise hacerte sentir mal...

—Es que nunca es tu intención, pero lo haces, Justin —me interrumpe—. Siempre lo haces. ¿Sabes lo estúpida que me sentí cubriéndote con todos cuando me preguntaban dónde estabas? Porque ni yo misma lo sabía —comienza a alzar la voz, y yo me quedo de espaldas a ella, contemplando el interior de la nevera—. Ya me cansé de pelear, Goo Goo —el corazón se me encoge cuando me llama por el apodo que solemos utilizar, no sé si se le ha escapado o si lo ha dicho de forma intencional—, ya me cansé de sentirme insuficiente todo el maldito tiempo —un sollozo se filtra entre sus palabras—. Y de fingir que estamos bien cuando no es cierto. 

Arrojo el pollo a la isla de la cocina y rodeo la misma para llegar hasta ella otra vez. Ahora no me lo pienso mucho y la abrazo desde atrás cuando veo que está llorando en silencio. 

—Suéltame —pide con un hilo en la voz y forceja sin muchas ganas contra mi agarre en su cintura—, Justin... 

Goo Goo, no quiero que me odies —le beso la mejilla con suavidad y el sabor salado de sus lágrimas se queda en mis labios.

—Ni siquiera me respondiste si vas dejarme —sorbe su nariz, sin deja de llorar—. Sólo te fuiste. 

—Te expliqué por qué tenía que irme —susurro y estiro mi mano para apagar el fuego de la estufa—. ¿Qué quieres hacer tú? 

—Quiero el divorcio —echa la cabeza ligeramente hacia atrás, recargándose en mi pecho—. Ya no quiero estar más tiempo estancada aquí —sube una de sus manos hasta su cara e intenta limpiar la humedad que hay en esta—. ¿Tú quieres divorciarte?

Asiento ante su pregunta y le acaricio los brazos sin soltarla.

Cuando digo que sí, ella llora más y se lleva ambas manos al rostro, cubriéndose por completo. 

—Hails... —susurro su nombre mientras la contengo en mis brazos—, si ambos lo queremos, no es tan malo, ¿no?

—Mamá va a matarme —berrea y el entendimiento llega a mí de golpe—, l-le prometí mantener esto mínimo por 5 años, ¡no llevamos ni uno, Justin!

La hago girar para hacer que quede frente a mí y le quito las manos de la cara.

—Tu mamá no puede obligarte a seguir con esto —le enjuago las lágrimas con cuidado—. Yo hablaré con ella, todo va a estar bien.

—No conoces a mamá —me mira con los ojos rendidos y vuelvo a abrazarla—. ¿Vas a volver con _____? — Su pregunta sale en un susurro inestable.

—No lo sé... creo que por ahora los dos tenemos mucho que hacer separados —hago una leve mueca—. El divorcio no es de un día para otro y ella... bueno, ella decidió quedarse en __[tu país]__. 

— ¿Cómo es que nunca te dijo que estaba embarazada? 

—Dice que cuando lo supo, tú y yo ya nos habíamos casado.

—Siento mucho lo del bebé —dice bajo y se despega de mí de inmediato cuando su celular comienza a sonar. Lo saca de sus vaqueros y se aclara la garganta antes de avisarme—: Es mamá, le dije que llegabas hoy.

—Te dejo para que hables con ella, no le digas que llegue ya —sonrío con los labios apretados—. Voy a llamar a Scooter y a Douglas, mientras tanto.

✧✧✧

N/A: Ay, yo amo a Haileeeey. *inserte emoji de ojitos llorosos*

Somebody Else | Justin Bieber y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora