Capítulo 25

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°| Justin's Point Of View |°

Despierto en medio de la madrugada porque mi celular no ha dejado de sonar. Me tallo los ojos adormilado, mientras intento encontrar el aparato en el buró a mi costado.

Mensaje de: Goo Goo ❤ | 03:21am
"Me odio demasiado por extrañarte tanto".

Ese es el primero de muchos mensajes que ha enviado. 42 para ser exacto.

—Mierda —mascullo para mí mismo cuando escucho que tocan el timbre del departamento. 

Oscar se remueve molesto en la cama y le acaricio levemente la cabecita para que vuelva a dormir. Parece que yo gané la custodia de Oscar y Hailey la de Sushi. 

Salgo rápidamente de la habitación y me percato que no están tocando el timbre. Están llamando de seguridad.

— ¿Sí? — Respondo, intentando sonar lo más despierto que puedo.

—Señor Bieber, soy Rob —la voz del vigilante del edificio es reconocida por mi cerebro de inmediato—. Discúlpeme por despertarlo a esta hora pero, la señora Bieber está abajo, en el estacionamiento e insiste en subir a verlo —se escucha apenado—. Ya intenté de todo para persuadirla pero tampoco creo que sea buena idea que se vaya sola. Está en muy mal estado.

— ¿Hailey? — Pregunto soltando un suspiro.

¿Acaso hay otra señora Bieber?

—Sí, ella. ¿Quiere que llamemos a alguien para que vengan a recogerla? Tenemos el celular de la señorita Alaia.

—No, no llames a su hermana —su madre terminaría por enterarse—. Yo bajaré por ella. Gracias, Rob.

—No hay de qué, señor Bieber. De verdad le ofrezco una disculpa —dice, antes de colgar. 

¿Qué hace Hailey aquí? ¿Cómo sabe Hailey que estoy aquí? 

Diviso una sudadera en el sofá del living y me la colocó antes de abrir la puerta para luego dirigirme al ascensor. Pulso el botón que me llevará al estacionamiento y miro mi reflejo en los cristales que me rodean mientras la caja metálica desciende por el edificio.

Cuando las puertas se abren, aunque el estacionamiento a esta hora está casi lleno, localizo de inmediato su Lamborghini Urus en color crema. Se lo regalé en su cumpleaños pasado y casi nunca usaba ese auto, así que me sorprende un poco que lo haya usado hoy.

Avanzo a grandes zancadas y ella sale del lugar de piloto en cuanto me ve. Se tambalea, chocando con el auto de un lado, luego de que una palabrota saliera de sus labios.

—Hey, esposo —estira los brazos hacia mí—. Viniste. 

—Hailey... —tomo un largo suspiro. No creí que estuviera tan ebria—. ¿Por qué condujiste en este estado? — Me acerco a ella y se abraza a mi cuerpo a penas estoy a su alcance.

—Porque t-te extraño mucho —hipa recargada en mi hombro—. ¿Tú me extrañas, esposo?

Cierro los ojos, mientras le devuelvo el abrazo también y le acaricio la espalda. Es un milagro que nada haya pasado con ella conduciendo así.

—Tienes que descansar —susurro, sin dejar de darle caricias y la siento estremecerse levemente bajo mi tacto—. Vamos arriba.

— ¿Por qué huiste de casa? — Pregunta, pegada a mí.

—Porque creí que necesitaríamos espacio... —resoplo. No tiene caso explicarle ahora, mañana ni siquiera va a recordarlo—. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

Somebody Else | Justin Bieber y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora