5. LA FIESTA

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Austin

    Estoy algo ocupado, pero una fiestita no se le niega a nadie, me visto lo mejor que puedo como siempre, ya que me encanta resaltar y lucir bien, voy a buscar a María a su casa, ella sorprendentemente aceptó ir, ya ha de haber superado lo que sea que ocurrió y ¡Santa Mamá! Se ve espectacular con ese vestido blanco, ya que acordamos ir de blanco. Al llegar allá, entramos Daniela, Yendry, María y yo como estilo pasarela y la canción del bar restaurante de fondo nos ayuda a vernos mejor, nos vemos increíbles.

Llegamos a una mesa fina, organizada por el bar, creo que es por el aniversario del local o algo así, y veo a Daniela chocar los cinco con Pamela y se ve extraño, pero lo ignoro
¿Dónde está mi amigo? María parecía incomoda con mi pregunta, pero veo a alguien bajar las escaleras cerrando su ojo y lanzando besos a las chicas del lugar.

 Hola chicos, yo lo saludo con un abrazo y saluda con beso todas.

    Pero veo que María no recibe bien el saludo, lo que me lleva a creer que hubo algo entre ellos, pero desvío la idea al ver que Carla va entrando al lugar y luce extremadamente hermosa, vuelvo a ver a Dani, la cual me hace señas de vomito al ver que Carla viene, me sorprende un poco porque no le dije que iba a venir, le doy un mirada asesina y le indico silencio, me levanto, la tomo de la mano y la siento junto a mí, no puedo evitar sentirme bien con ella, al hablar en especial, pero mi mente se desvía al recuerdo de Britney y siento la necesidad de besar a Carla, así que lo hago, el problema es que ese beso lo di pensando en Britney no en Carla. Ella me ve y me sonríe, ese fue un muy buen primer beso, yo sonrió y veo que Dani me mira y nos ataca por ser cursis, tomo la mano de Carla y nos levantamos, les digo que ya volvemos y al darles la espalda escucho:

    ¡USA CONDÓN!

    Dani y Ariel en perfecta sincronía y a todo pulmón, pero lo que más me sorprendió fue la reacción de Carla,
¡CLARO QUE LO USARÁ! Se siente bien que lo digiera, pero diablos no esperé eso, Carla tiene dieciséis años, sin duda eso no lo vi venir.

    Al llegar a un lugar que tiene el bar para hacer cositas no es para menores de edad, pero somos amigos del dueño y siempre nos da acceso a el, así sea solo para dormir. La empiezo a besar lentamente profundizándolos con mi lengua la cual parece no tener control, ella responde igual, así que dejo sus labios y empiezo a besar su cuello, sé que siente mi erección porque pasa su mano levemente de arriba abajo sobre mi miembro, siento como baja mi zíper y suelta el botón de mi pantalón. En el lugar hay un pequeño sillón al cual soy arrojado por Carla con fuerza, ella se sienta sobre mí y estando en ropa interior se siente bastante bien. Por un segundo solo pensé en el placer que estaba sintiendo, pero nuevamente Britney llega a mi mente, y la culpa me obliga a despegar a Carla de mí y besarla, es suficiente, vamos demasiado rápido y podríamos echarlo a perder, además yo la llevé unos segundos ahí para entregarle un regalo que le llevaba, pensaba pasar a dárselo a su casa al salir de aquí, pero ya qué estaba acá, pues aproveché. Obvio no quería que Daniela viera eso porque ya saben cómo es, ella me da las gracias y la razón, dejo que me ponga el pantalón de nuevo, ya que la veo disfrutar de la vista, la beso de nuevo y salimos del lugar tomados de la mano hasta la mesa donde los chicos están. — Diablos huele a fuego (Yendry dice echándose viento con su mano), Carla asiente y le dice que fui un tigre salvaje, yo solo me rio y le sigo la corriente, nosotros solemos hablar así, es normal exagerar las cosas en mi grupito.

    Ariel me da cinco y se ríe diciendo que por fin le aprendí a él, sarcásticamente le sonrío y le digo que ahora las chicas me buscarán a mí y no a él porque aprendí de más, ¡Au! Carla me dio un codazo con una sonrisa de satisfacción, así que la beso callándola, maldita sea Britney, estando tan lejos  logró que perdiera la oportunidad de dejar mi virginidad dentro de Carla, como logra dominarme esa chica.

    Una confusión llega a mi mente ¿Cómo Carla sabe que yo estaba acá? Le pregunto y me dice que su mejor amiga estaba aquí y que le informó que yo estaba, le creo.

    Pero otra duda llega de nuevo a mi cerebro al ver a su ex saliendo del lugar desvaneciendo por las sombras de la noche ¿Qué hace él aquí?

    ¿Pedimos Wiski o Vino? ¿O agua?

    Todos piden una copa de vino y yo un coctel de fresa con poco licor porque no me gusta tomar y somos menores de edad, además estoy conduciendo. Estamos disfrutando de la música y nos movemos al ritmo, tengo que decir que las chicas saben bailar bastante bien en especial Daniela, ella siempre ha participado en bailes escolares conmigo y sé que tiene talento, fue el baile lo que nos unió con una amistad de trece años, incluso recuerdo que para su fiesta de quince años preparamos un baile, el cual recuerdo con cariño porque lo disfruté mucho, el baile siempre nos ha caracterizado y sé que no viene al caso, pero al verla perrear hasta abajo mi mente siente la necesidad de recordar y sonreír. El reguetón toma el control y empezamos a perrear como debe de ser y lo amo, amo estos momentos con ellas, ya que Ariel no baila ni los ojos, entonces es algo de nosotros menos él.

    Algo llama mi atención y es la cara de picardía y desagrado en el rostro de Daniela, se ve extraña, más de lo normal, entonces decido preguntarle, porque en este bar no hay un solo chico lindo, todos son basura, desecho que ya fue comido, nada que valga la pena.

Oh Daniela, siempre buscando ligar, pero hoy está muy exigente, muchos muchachos la invitan a bailar y ella solo los rechaza.

Daniela

    No, muy alto, de seguro eres muy torpe con tu cuerpo, mejor invita a otra a bailar.

    ¿Yo bailar contigo? Jamás, se ve que podría tener más sabor un pastel de hierro que tú, chao vete me arruinas la diversión.

   ¿Qué me bese contigo? No papi te falta centímetros ahí abajo y un enjuague vocal de urgencia.

    ¿Estás viendo Piolín? (suelo decirle así a Austin), no hay algo productivo aquí, me decepciona tanto, solo quiero un buen muchacho para un ratito feliz ¿Será mucho pedir? Estos chicos son más descarados que Ariel cuando está borracho, piensan que caeré rendida ante ellos con un trago, o sea sí soy bien putilla, pero con algo que valga la pena, digamos traigan una botella de tequila por lo menos, ahhh no, me traen cerveza, si quieren este bombón ¡ESFUÉRCENSE!

    Después de un rato veo a un morenito uff, re bueno, alto y sexy. Él me llama a bailar y accedo, pero me hago la difícil, eso me encanta.

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