CAPÍTULO I

283 24 0
                                    

Pov  Horacio

Me encuentro adolorido por el viaje en avión, me duele el cuerpo por permanecer en la misma posición y lo único que pude hacer mientras estoy acá fue dormir. Soy una persona un poco impaciente, así que fue lo único que se me ocurrió para pasar las seis horas de vuelo mientras aterrizamos. Si me dieran a elegir, preferiría viajar acompañado, pero mi querida amiga no pudo venir porque en estos momentos está ocupada con su trabajo y es mejor así. Me sentiría avergonzado si mi familia hace algún comentario fuera de lugar, o mi madre quisiera enseñarle las  fotos de cuando era pequeño. Las madres siempre guardan esa foto que más nos da vergüenza con tanto cariño, y es algo que Athenea no me dejaría olvidar por años si la viera.

Ya comienzo a sentir el calor de Los Santos, estamos casi llegando.

Puedo alcanzar a ver la ciudad de Los Santos, esos edificios siempre me han parecido impresionantes, y eso que vivo en Filadelfia, donde tenemos unas vistas igual de hermosas en la ciudad con tanto edificio histórico y del río Delaware. Sin embargo, quizás me sigue impresionando la arquitectura de esta ciudad, porque he venido contadas veces, tres veces, incluida esta para ser exactos. La razón: los novios de mi madre.

Mi madre es una hermosa mujer, muy amable, paciente, graciosa, inteligente, pero siempre ha tenido una debilidad por los hombres tontos que no la merecen. Hace muchos años se divorció de mi padre, un hombre egoísta, narcisista y violento. Nunca nos puso una mano encima, pero no quita que fue un terrible padre y sigue siendo una basura de ser humano. Mi madre se aferró muchos años a ese matrimonio esperando a que él cambiará. Ellos se hicieron pareja siendo muy jóvenes y en poco tiempo se casaron, así que mi madre se casó con la idea que le vendió él sobre su persona.

Eso fue hace años, pero no quita que mi madre sigue siendo una enamoradiza sin remedio, que cae rápidamente por los hombres que la tratan bien, y sin conocerlos empieza a darles todo lo que quieren, monetariamente hablando. Tuve una pelea hace años con uno de sus novios, lo cual hizo que dejara de venir, pero ahora está soltera, y ha coincidido con mis vacaciones del trabajo, así que ¿por qué no? La extraño mucho, así como a mi hermana y a mi sobrina.

El avión aterriza sin problemas en la pista, reviso mi móvil el cual tiene un mensaje de mi hermana pidiendo que me comunique con ella cuando esté en tierra. Ella me espera para irnos a casa de mi madre donde me estaré alojando estos días. Recojo sin problemas mis maletas y salgo hacia la entrada a buscar a mi hermana aunque veo a muchas personas.

Es lo normal en esta época del año, en julio estamos en pleno verano, muchas personas vienen a disfrutar del clima y las playas de la ciudad. Además, hay recorridos especiales para turistas ya que en la ciudad se encuentran los estudios cinematográficos más famosos como el Richards Majestic Productions. A Athenea le gustaría estar aquí,  ya empiezo a extrañarla, ojalá pudiéramos estar cotilleando sobre la gente tan extraña o extravagante que viene de visita a la ciudad, pero mejor me dedico a buscar a mi hermana. La alcanzó a ver junto a su esposo, un hombre alto, de cabello oscuro y vestido de traje llamado Otis.

Nos acercamos y me recibe con un gran abrazo, Ana y yo nos molestamos y discutimos a veces, pero cada vez que nos vemos siempre tiene ese recibimiento tan cálido para mí. Su esposo igual me saluda y me ayuda a llevar una de mis maletas hacia el vehículo donde nos iremos. Vamos platicando sobre nuestros trabajos, sobre mi madre, mi sobrina, y me resulta bastante tranquilo el viaje hasta casa. Una vez llegamos a la puerta, mi madre sale rápidamente a recibirme junto a su perrita Webonauta (nombre curioso que seguro vio en internet).

-Hola Horacio, ¿cuánto tiempo sin verte? No vuelvas a abandonarme tanto tiempo querido. – Me abraza fuertemente, y le devuelvo el abrazo. Me siento muchísimo mejor ahora que estoy con ella. Nos vemos y no puedo evitar devolverle la sonrisa igual de feliz como la que ella me regala.

Entramos a casa y espero de verdad que estos días en Los Santos sean al menos tranquilos. Necesito un descanso de mi vida en Filadelfia y que mejor que estar con mi familia por unos días, quien sabe, ojalá me lleve una buena sorpresa. Entre nosotros, cada vez que viajo siempre tengo la suerte de encontrarme con buenos amigos, aunque sea por un breve periodo de tiempo y espero que esta visita no sea diferente. 

_____________________________

Está es mi primera historia larga 😊



Después de un AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora