|Día 12| ˡⁱᵇʳᵉ

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Colette se encontraba sola en la tienda de regalos, Edgar había dicho que saldría unos minutos y hasta el momento no había regresado

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Colette se encontraba sola en la tienda de regalos, Edgar había dicho que saldría unos minutos y hasta el momento no había regresado. Comenzaba a preocuparle la ausencia de su compañero y pareja sentimental.

—¡Ya está! Voy a buscarlo —tomó las llaves de la tienda para cerrarla en lo que volvía y cerró su diario, lista para salir.

—¡No es necesario! —justo en ese instante entró el azabache con un par de boletos en mano, se veía notablemente cansado.

—¿Qué te pasó? —la albina de inmediato se acercó a él, con la intención de ver lo que había sucedido allá afuera.

—Nada, solo estoy cansado, ¿Podrías pasarme mi agua?

Colette asintió mientras se dirigía de nuevo al mostrador, buscando la botella de agua para el chico. No tardó mucho en encontrarla, estaba casi a la vista.

—Aqui tienes, ¿Ahora sí me puedes contar? —no se consideraba una novia tóxica o celosa, solamente quería saber por qué había tardado tanto en donde sea que estuviera.

Edgar dió un trago a su botella mientras regresaba a su lugar detrás del mostrador y se dejaba caer sobre una silla.

—Eso no es lo importante, lo que realmente importa es esto —colocó los boletos sobre el diario de la chica.

—¿Y eso es para? —estaba algo confundida, o eso fue hasta que alcanzó a divisar "Stunt show" en el par de boletos—. ¡Oh no, no, no, no, dime qué no lo hiciste!

—Pues lo hice —una sonrisa ladina se dibujó en el rostro del azabache, no eran boletos tan caros, tenían un precio sí, pero aunque a Colette le gustaran los detalles y también el show del trio acrobático, se negaba a aceptarlo.

—¡Las entradas estaban agotadas, eso porqué hoy Stu hará una gran e increíble acrobacia, los boletos volaron! Y los de internet estaban carísimos, ¿Cuánto te costaron?

De inmediato sacó un pequeño monedero donde guardaba algo de sus ahorros. Estaba dispuesta a pagarle hasta el último centavo que había gastado en su entrada.

—No te voy a decir, solamente quiero hacerte feliz, hace poco mencionaste que querías ir al show.

—Pero yo nunca te dije que- —la albina de inmediato cayó en cuenta, él había indagado en su diario—. ¡Hey, es personal!

—Pfff, lo dejaste abierto frente a mí, la curiosidad me ganó lo siento —se disculpó.

—Esta bien, te perdono —habló ella, pero seguía bajo su idea de los boletos—. ¡Pero no lo de esos boletos!

—Vamos Colette, solo aceptalos, ¿Es tan difícil? —de manera casi involuntaria soltó una risa, sin dudas su novia enojada era realmente tierna.

—¡Sí! —infló sus mejillas.

—Tú quieres ir, yo también —tomó la mano de su contraria y depositó aquel pequeño papel sobre su mano—. Sólo déjate consentir, ¿Está bien?

—Me gusta que seas detallista y cariñoso, pero esto es demasiado… no me gusta que gastes así tu dinero, sobretodo en mí —lo miró a los ojos durante unos segundos que parecían ser eternos—. Trabajo contigo y Griff nos paga una pequeñez, es por todo eso también.

—¿Sabes? —tomó ambas manos de la chica frente a él—. Eres la única chica que ha logrado hacerme sonreír, la única que amo y daría mi vida por ella, la única que ha logrado sacar ese lado que ni yo mismo conocía de mí, la única a la que deseo proteger y tener una relación duradera. También la única en la que he gastado dinero sin que me importe, respecto a lo del viejo tacaño, ¿A quién le importa?

—Pero- —de inmediato calló cuando el dedo índice del chico se posó sobre sus labios.

—¿Crees que me importa lo que gasté? Así como tú me haces feliz, yo quiero hacerte feliz también. Por favor, acéptalo como un detalle.

Ante tales palabras, Colette no sabía cómo reaccionar, era lo más bonito que le habian dicho en mucho tiempo.

—Gracias, Eddie —sonrió mientras despeinaba el cabello de Edgar—. Está noche paso por ti y no te niegues, por qué entonces probablemente si me ponga furiosa.

—Esta bien, está bien, lo acepto tu pasas por mí.

Ambos soltaron una risilla mientras se abrazaban, a Griff quien observaba todo desde la puerta hacía unos minutos le parecía tierna la escena, exceptuando el hecho de que lo habían llamado tacaño. Más aún así decidió quedarse callado y observarlos, o al menos hasta que lo descubrieran.

Sólo diré ¡Viva México! Atradisimo pero para los que son de México y para los que no pues también

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Sólo diré ¡Viva México! Atradisimo pero para los que son de México y para los que no pues también.

Actualizaciones por qué si pase el semestre :D y también, esto está basado en hechos reales jajajaja.

Adiós, nos vemos.

30 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐎𝐓𝐏 ━━━━𝐄𝐝𝐥𝐞𝐭𝐭𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora