30 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐎𝐓𝐏 ━━━━𝐄𝐝𝐥𝐞𝐭𝐭𝐞

|Día 9| ᵖᵃˢᵃⁿᵈᵒ ᵗⁱᵉᵐᵖᵒ ᶜᵒⁿ ᵃᵐⁱᵍᵒˢ

El cumpleaños de Janet era una ocasión perfecta para poder salir de la rutina diaria la cual consistía únicamente en hacer las cosas básicas, algunos quehaceres y el trabajo. Una vida muy aburrida, para su suerte, tenía a Colette quien era una chica bastante divertida y cariñosa.

Una llamada se hizo presente en su teléfono mientras se encontraba recostado en su cama escuchando música de su banda favorita; bad randoms.

—¿Hola?

—¡Hola Eddie! ¿Sabes? Janet cumple años hoy, estamos preparando una fiesta sorpresa,  ¿Te gustaría ayudarnos? —habló aquella dulce voz al otro lado del celular.

—Es una buena idea, en unos momentos estaré ahí.

—¡¿En serio?! ¡Genial! Te estaremos esperando.

—Perfecto, nos vemos ahí —finalizó, al ver de nuevo su celular, Colette ya había terminado la llamada.

Sin esperar más, colocó sus tenis y su inseparable bufanda. Salió de su casa a una buena hora, en menos de quince minutos estaría con los demás.

Era un día agradable, el sol no pegaba con fuerza pero tampoco hacía frío, el clima perfecto para lo que estaban planeando, mientras tanto su camino también fue tranquilo. Tal como lo había predicho, en menos de quince minutos estaba reunido con todo el grupo.

—¡Hola bro! —saludó el asiático dándole una palmada en la espalda—. Tu novia te llamó y de inmediato viniste, ¡Ay el amor! —soltó una risa burlona.

—Sí, como digas. ¿Por algo estás aquí no?

—¿A qué te refieres? —un color rojizo comenzó a extenderse por el rostro de Fang.

—Ya sabes "ella", empieza con 'J' y termina con 'anet'.

De inmediato reaccionó dándole un golpe sin tanta fuerza en la parte posterior de la cabeza.

—No digas estupideces, Edgar.

—¿Edgar? —Colette salió de donde estaba con una pequeña pelirosa y Max detrás de ellas.

—Sí, soy yo. Llegué hace unos minutos —se recibieron con un cálido abrazo.

—Que bueno, necesitamos acomodar estás serpentinas por aquí y tú bufanda puede ser de mucha ayuda —la albina le pasó las decoraciones.

—¡Genial, a Janet le va a encantar! —habló la pequeña mientras acomodaba algunas cosas.

—Eso espero pequeña —Max acarició la cabeza de la niña.

Horas más tarde, el trío del acróbatas se encontraba celebrando el cumpleaños de la chica mayor. Y aunque la fiesta sin dudas fue agradable, los amigos de la acróbata habían preparado una pequeña salida nocturna por su cumpleaños, era únicamente una caminata sin dobles intenciones, cosa que ella aceptó.

En las calles alumbradas por faros, se podía ver un conjunto de adolescentes caminando bajo las estrellas. Un par de ellos iban tomados de las manos.

—¡Y entonces yo le dije "o me pagas, o tendrás una cita con Mr. Bat"! —la japonesa soltó una sonora risa al igual que la cumpleañera.

Mientras tanto, la pareja del grupo se encontraba más atrás de todos ellos. Se encontraban hablando de su día y algunos momentos de su relación.

—Siempre pensé que eras un brawler interesante desde que te ví —habló Colette.

—¿En serio? Bueno, cada brawler es interesante para ti.

—Sí, pero de ti tuve que esforzarme para conseguir cosas tuyas —la chica abrió su libro de recortes mostrándole a su pareja lo que había conseguido de él.

—¿Qué? ¿Cómo es que…? —con algo de asombro y quizás pánico observaba el objeto o más bien, hebra.

—No fue fácil quitarle una hebra de hilo a tu bufanda sabes, ¡Intentó ahorcarme!

Él soltó una pequeña risa mientras abrazaba a su contraria.

—Nunca paras ¿Verdad? Eres tan graciosa, enérgica y positiva, eso es lo que me gusta de ti —en un instante, sus labios estaban unidos en un cálido beso, la bufanda ocultaba tal espectaculo de la vista de los otros, quienes desde hacía minutos se habían detenido a observar únicamente.

—¡Uy los tortolitos! —gritó el asiático.

—¡Es todo Fang, estás más que muerto! —dicho esto el pelinegro se separó y comenzó a corretear al chico de las palomitas.