La alarma nocturna

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Gracias por leer, por sus comentarios, sé que no soy muy amable, pero realmente aprecio que me lean.

Me asusté escribiendo este capítulo, por eso no escribo terror.

Ahora en este tiempo juntas han aprendido una de la otra, tanto Lena que recuerda cuando era una niña y las cosas eran menos complicadas, como Kara va madurando y manteniéndose dura, jajajaja chiste malo, sin más que lo disfruten.

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Terminan la semana del maratón ayudando a pavimentar, Kara no vio a Lena en dos días ya que era su descanso y fue el oficial Ben quien los vigiló, así que sinceramente la extrañaba, intentó intercambiar números, pero la policía le dijo que sería muy problemático si le llegaban a encontrar mensajes inapropiados, por lo que se tuvo que aguantar hasta el lunes que tendrían la semana cultural en la escuela.

-¡Oficial Luthor!- grita Kara emocionada subiendo a la patrulla estacionada afuera de su casa.

-Hola ¿Te portaste bien estos días?- le pregunta tratando de mantenerse profesional, pero se muere por abrazarla y besar sus sonrojadas mejillas, tal vez por la noche.

-Si, me porté bien, puede preguntarle al oficial Lockwood- responde abrochándose el cinturón mientras Luthor arranca el vehículo.

-Lo mencionó, me llamó anoche para decirme.

Kara pierde su sonrisa.

-¿Él si puede tener su número?

Lena escucha el reclamo, no pensó que la adolescente sentiría celos del oficial, por lo que mide sus palabras.

-Si, escucha Ben y yo hemos sido compañeros desde hace tres años, somos amigos, a veces voy a su casa a cenar con su esposa e hijos ¿Entiendes? Es algo así como mi mejor amigo.

La rubia se cruza de brazos, está enojada por no poder ser parte de la vida de la que considera su novia.

-Por favor no hagas ese puchero, sabes porque no podemos- intenta Luthor pero Danvers indignada se gira hacia la ventana-. Vamos Kara, si fueras mayor no solo tendrías mi número también mi correo y hasta la llave de mi casa, anda sonríe- pide poniendo una mano en su hombro, deslizándola hacia su cuello a lo que la rubia se retuerce cómo si le hiciera cosquillas y relaja su postura-. Estuve pensando en tu sonrisa todo mi descanso, solo quiero un abrazo tuyo, pasé tiempo sin verte y no quiero pelear contigo.

La adolescente cede, así que se inclina para abrazarla rápido.

-Si yo fuera mayor...- empieza cuando se separa-. ¿Podría pasar la noche en su casa?

Lena se ríe por la pregunta.

-Si, aunque eso no significa que te vería diario, ya que tendrías un trabajo, responsabilidades, igual que yo, tal vez hasta te aburrirías de mis horarios y me dejarías.

Kara abre los ojos con sorpresa, cierto, la oficial tiene un trabajo, en cambio, ella no tiene dinero, tiene ahorros, pero si quisiera invitarla a cenar tendría que pedirle dinero a su mamá.

La rubia baja la mirada.

-Si, supongo que no te fijarías en alguien que no tiene trabajo, probablemente saldrías con alguien que tenga su propio auto, que si pueda entrar a un club a bailar contigo, ya sabes, que te ayude en casa, y que no se ponga a llorar por todo.

Su voz va bajando de tono a lo que la policía voltea a verla.

-Tal vez ahora no sea nuestro momento- dice Lena tomando su mano y apretándola fuerte-. Pero fue de esta manera que nos tocó conocernos, es probable que en otras circunstancias no hubiéramos desarrollado éstos sentimientos y ni siquiera nos habriamos encontrado, sin embargo, aquí en este momento puedo decir que mi corazón es tuyo Kara Danvers.

¡Fue un accidente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora