mi vida era linda, tranquila, feliz y llena de paz.
Profundamente enamorada de un hombre mentiroso y codicioso.
Quien diría que mi don para curar enfermedades me llevaría a la lujosa vida que el difunto anterior rey dejó preparado especialmente para...
Todas las miradas están sobre mi mientras camino en dirección a Sebastián.
Lo único que hago es dar una sonrisa leve, no se que hacer, me siento incómoda con todas las miradas sobre mí.
Finalmente llego al altar y Sebastián toma mi mano como lo ensayamos
El sacerdote comienza a hablar hasta que llega a lo interesante.
-Los anillos por favor.
Sebastián le hace unas señas a los que lo ayudan y ellos traen una almohada con dos anillos ahí.
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Él toma el que tiene un diamante en forma de corazón y me lo coloca en el dedo correspondiente.
Después yo hago lo mismo, unimos nuestras manos y nos miramos fijamente a los ojos.
El sacerdote nuevamente toma la palabra.
-Señorita.... Alhelí Olibaut, jura ser una monarca justa y bondadosa, apoyar siempre y cuidar de el pueblo, así como también, amar al rey Sebastián Montejua segundo, respetarlo y obedecerlo hasta que la muerte los separe???
-Lo juro.
El sacerdote sonríe y se voltea para acercarse a una vitrina.
De ella saca una hermosa Corona con diamantes.
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-Apartir de hoy, te nombro Reyna Alhelí Olibaut primera, la Reyna que reinará de manera justa y bondadosa así como también que será una buena esposa.
Me inclinó para que el sacerdote coloque la corona en mi cabeza.
La corona finalmente toca mi cabeza.
Siento una emoción que no se que sea en todo mi cuerpo.
Sebastián nuevamente me mira con una sonrisa y toma mi mano, ambos nos dirigimos hacia los tronos en los que nos sentamos ayer.
Cuando finalmente tomamos asiento, todos los presentes hacen una reverencia.
-LARGA VIDA AL REY SEBASTIÁN MONTEJUA SEGUNDO!!
-LARGA VIDA A LA REYNA ALHELÍ OLIBAUT DE MONTEJUA PRIMERA!!
Ahora sí...
No hay marcha atrás.
Mi vista se posa sobre el principe Cristian quien está tomando una copa de vino.
Me sonríe de manera siniestra y me muestra su copa en señal de brindis para después beberla.
Sigo mirando por otras partes.
Entre todos puedo ver a Alejandro quien... Está llorando??
Esas son lágrimas??
No me importa.
A él no le importó lo que yo sentiría con lo que hizo.
●●●●●
-Ahora si, oficialmente eres mi Reyna.
Toma mi mano y planta un beso en el dorso de ella.
Yo solo puedo sonreír en respuesta.
Sirvieron lo que se les daría de comer a los invitados en sus respectivas mesas.
-Que hay de la gente de el pueblo? Se les dará algo de comer?
-Sabia que dirías eso.
Me quedo en silencio esperando lo que dirá.
-Se les dará una porción de comida cuando pasemos por el pueblo.
-Bien
-Estas feliz mi Reyna?
-Satisfecha y complacida.
-Y que quieres para ser feliz?
-Seré feliz el día que el pueblo deje de sufrir y conozca la felicidad.
-Eso lo lograremos pronto, pero mientras?, Que puedo hacer para que te vea feliz?
-Tal vez... Demostrarme de todos éstos invitados cuánto nos amamos no lo cree?? Majestad?
-Buena idea.
Ni siquiera noté en que momento Sebastián tomó mi nuca y me jaló hacia él de modo que...
Nos besamos.
Sus labios....son suaves...
De fondo puedo escuchar gritos de emoción y aplausos.
Cuando los separamos me puse algo tímida y evitaba su mirada.
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Me sentí algo agotada así que salí de el palacio un momento para tomar algo de aire fresco.
Pero mi paz no duró mucho.
Pocos minutos después mi dama llegó a mi lado.
-Majestad.. la condesa Alicia solicita una audiencia.
-Iré.
Dejé el lugar y me dirigí al jardín que se encuentra en la parte trasera de el palacio.
-majestad....
Finalmente llegué a la parte donde solicitaban mi presencia.
La condesa me hace un reverencia, esto es incómodo, su vientre...ya parece algo abultado.
-Me dijeron que solicitó una audiencia conmigo, en que puedo ayudarla Condesa?
-No hace falta que me hable con tanto respeto majestad, solo....quiero rogarle algo
