Secret ( MarkHyuck / NoRen)

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La respiración agitada, la capa de sudor que cubría sus cuerpos mientras sus pieles rozaban y gemían.

Nadie sabía lo que hacían dentro de la habitación del otro, y estaba bien mientras ellos lo disfrutarán estaba más que perfecto.

Mark estaba encantado y no importaba las veces que viera a Hyuck llegar a un orgasmo, verlo retorcerse bajo su piel y gritar en alto su nombre.

- Me vas a dejar paralítico.

Bromeó el pelirrojo.

- Ni cuando te hice abrirte tanto de piernas de quejaste tanto.

Murmuró, mientras movía su cadera con fuerza y apretaba las piernas del muchacho de piel canela.

- Yo ah~ e-espera.

- No puedo esperar.

Mark hundió bajo su cara buscando los labios del contrarió, el sonido obsceno de sus pieles chocando y el murmullo de su voz gruesa cuando terminó dentro de Hyuck.

- Te odio.

Ambos rieron, tirados al lado el uno del otro y comenzaron a platicar como si lo de hace unos minutos fuera algo de todos los días.

- ¿Cuántas veces vamos hacer esto?

- Hasta que ambos queramos ¿Te sientes incómodo?

Hyuck negó.

- Estoy lejos de sentirme incómodo, me gusta venir aquí.

- ¿Te gusta venir aquí o te gusta venir a verme?

- Ambas.

- Puedes venir cuando quieras.

- ¿Hablas de escabullirme en tu cuarto para tener sexo desenfrenado contigo?

Mark lanzó una almohada.

- Degenerado.

- ¿Acabamos de coger y tú te avergüenzas?

- No lo digas así, suena muy indicente.

Mark camino al baño y al regreso estaba el moreno hablando por teléfono.

- ¿Quién es?

Pregunto y Hyuck hizo una seña con la mano.

- Si ya voy en camino - contesto calmado- No, no es tu asunto dónde estoy - frunció el ceño- Jodete Renjun, te veré en una hora adiós.

- ¿Ya te vas?

- Tengo que - suspiró buscando su ropa- Volveré mañana lo prometo.

- No te preocupes yo te entiendo.

Mark le sonrió como siempre, le ayudo a guardar sus cosas y ya vestido se acercó a darle un beso.

- No olvides disimular.

- Es muy difícil, te ves muy guapo cuando andamos en la universidad me sorprende que no te he saltado encima.

- Lee Donghyuck eres un descarado.

- ¿Yo? ¿Qué diría mi suegra si sabe lo que me haces en la cama?

- ¿Así que eres chismoso?

- Muy chismoso.

La comodidad era gigante, más que comodidad era calidez y confort. Ese que no sientes con cualquiera.

Ninguno quería soltarse.

- Debes irte lindo.

- No quiero, quiero quedarme.

- Yo también quiero que te quedes pero debes terminar tus trabajos y así podrás quedarte conmigo en vacaciones.

- ¿Puedo? Aunque digas que no voy a quedarme aquí todo el mes de vacaciones.

- Obvio que puedes.

Un besito de despedida que en realidad se convirtió en más de cinco porque el menor no quería irse.

Ya no quería mantener a Mark en secreto.