Secret ( MarkHyuck / NoRen)

16: Help

Una semana.

Una semana había pasado desde que su mejor amigo no le hablaba. Desde que Jeno lo ignoraba por completo en la universidad. Ni siquiera podía decir que se quedaría como el chicle de Jaemin cuando no tenían los mismos horarios.

Renjun sabe que se equivocó y aunque no le guste la idea de que Mark sea el novio de su amigo, no puede hacer nada cuando no le corresponde.

Entiende que Jeno no quiera verlo más después de como lo trato, de como le gritó y lo hizo de menos cuando no lo merecía.

Sabe perfectamente que Donghyuck no está enojado, está resentido por haberle sacado en cara el apoyo que le dió en el peor momento de su vida, y tenía razón nadie le había pedido quedarse a su lado. No quiso dejarlo a la deriva tan solo, tan triste y se aferró a él despues de la muerte de un amigo de toda la vida.

Sabe que la cagó cuando le dijo aquello, pudo ver cómo su corazón se hizo pedazos de solo recordarle aquél triste momento.

Debía disculparse, aceptar sus errores y arreglar las cosas con su mejor amigo, y darle la cara a Jeno para decirle que si le gusta pero que tiene miedo de que le rompan el corazón de nuevo.

No tiene idea de cómo empezar, el lunes por la mañana intento acercarse a ambos pero los dos corrieron en cuanto lo vieron. Evitando el contacto con él, y no los culpa porque hubiera hecho lo mismo de estar en sus zapatos.

Su maldita actitud es lo que empujó a su amigo a tener un secreto, como si de esconder un cadáver se tratase. No era grave, lo de Mark no le importaba, hacía mucho que lo había superado y el beso que le dió lo hizo reconocer todos los errores que estaba por cometer con Jeno si no aclaraba su cabeza de una vez por todas.

Nunca va negarle la felicidad a su amigo, se siente herido porque no se lo dijo, por otra parte entiende porque lo mantuvo en secreto.

Ni siquiera los ha visto juntos en el transcurso de la semana y el miedo de que los hizo discutir al punto de romper, le retuerce el estómago. Hyuck se ve muy cómodo y enamorado, entonces todo el tiempo que estuvo viendo con amor los mensajes y cartitas que le dejaban eran de Mark.

Le guardo el secreto por su disgusto hacia el canadiense, porque sabía que no iba a reaccionar de la mejor manera y que estallaría en furia si se enteraba.

Merecía lo que le pasaba, joder que estaba por pedirle a Dios que un camión lo atropellase saliendo de la universidad.

Un golpecito en su hombro lo hizo voltear y regresar al mundo real.

– Creo que te estás castigando por dentro.

– Eso hago.

– ¿Y te sirve? ¿Me puedo sentar?

– Las bancas son libre –suspiró– ¿Dónde está hyuck?

– Se fue a casa temprano, mi mamá lo llevo porque no ha dormido bien –dijo Mark poniendo su mochila en sus piernas– Ha sido una semana difícil para él.

– Lo sé, no ha llegado al dormitorio supongo que sigue molesto.

– Lo está –dijo– Pero se siente triste también.

– ¿No me odias? Le hice daño a tu novio y prácticamente también a tu amigo.

– Si bueno, dañaste a dos personas muy importantes para mí pero no creo que necesites que te ponga el pie en la cabeza por ello.

– Yo lo haría.

– Te creo.

– ¿Que haces aquí Mark?