~°Danza de Fuego y Hielo (Daemon Targaryen)

~XIII~

—¿Quieres desayunar ya? Conseguí un té de manzanilla de unos mercaderes y es delicioso... ¿Galletitas de miel?... ¿Qué tanto miras?—

Daemon miraba fijamente a la mujer que se vestía junto a la cama, sonriendo sin darse cuenta.

—¿Es mucho pedir amanecer todos los días así?—Freyga sonrió mientras se acomodaba el pantalón.

—Debo ver cómo cancelar la boda con Laenor. Él no tendrá problema... Corlys es la cuestión.—se sentó a los pies de la cama—. Luego de eso, ya veremos qué hacer.—

—¿"Que hacer"? Pues casarnos, claro esta.—Daemon se incorporó, abrazando a la mujer por la espalda y apoyando el mentón en su hombro—. Nos casaremos, tendremos un pequeño jinete de... Dragones y zorros. Con mi cabello, tus ojos... Tus pecas... Tu valentía.—

—Veo que será 98% Vulpine entonces... Tendrá mi apellido en ese caso.—

—Tiene que ser un Targaryen.—la mujer sonrió.

—¿Para que sea heredero al trono?—

Daemon tomó las manos de Freyga, quien entrelazó sus dedos.

—Él, o ella... Será lo que elija ser.—

—Que lindo... Amo la libertad que le das al hijo que nisiquiera tenemos todavía.—la mujer besó su mejilla antes de terminar de amarrar sus zapatos—. Ven, levántate y vístete antes de que-

—¡Frey, arriba! Vimos a Caraxes en los montes y-

Laenor entró de repente, sorprendiéndose al ver a Daemon en la cama de su futura prometida.

—... ¿Siempre entras sin tocar?—

—¿Al cuarto de mi prometida? Por supuesto.—

—No lo molestes.—Freyga tomó una chaqueta de su armario—. ¿Dónde está Joseph?—

—¿Por qué lo sabría? Es tu guardia.—

—Porque coges con él, Laenor. No soy estúpida.—Daemon se ahogó con el agua que acababa de beber—. Dile que envíe un mensaje a tu padre y al rey, solicitaré una asamblea.—

—... ¿Cómo lo supiste?—Freyga miró a su amigo, sonriendo al ver su rostro preocupado.

—Joseph no habla, pero es muy expresivo. Y es mi mejor amigo, lo conozco mejor de lo que te imaginas.—la mujer amarró su cabello en una coleta floja—. ¿Puedo preguntar quién va a arriba o-

—Eso no te incumbe... Por dios.—Laenor se dirigió a la puerta—. Saca a Daemon de aquí, la sirvienta está por llegar.—

—No es una sirvienta, no la llames así.—

—"Ama de casa", si si...—hizo un vago gesto de manos antes de marcharse.

—... Esa fue la conversación más extraña e incómoda que presencié en mi vida.—

—Y además desnudo, que raro ¿No?—

Freyga juntó la ropa de Daemon del suelo y se la alcanzó.

—Quiero que te vistas y vayas a la oficina. Uno de los capataces encargados de la reconstrucción suele venir a esta hora, te verá, le dirás que me estás buscando... Todo solucionado.—

—Sí, mi reina. Cómo ordene.—la mujer le sonrió antes de inclinarse hacia él y darle un fugaz beso.

—Apúrate, detendré a Tiana antes de que entre.—

La mujer salió del cuarto, y pocos segundos después Daemon la escuchó hablando con una mujer. Se apresuró a cambiarse.
Tal y como había previsto, apenas se sentó en la oficina un hombre se presentó.