~V~

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—¿Y qué le dijiste?—

—Bueno, no sé mucho sobre tratar con reyes pero estoy segura de que mandarlo al diablo no hubiese sido correcto.—

Freyga sonrió apenas Caraxes se acercó, parecía estar pidiéndole un poco de atención.

—Pasaste hace bastante la edad para casarte.—

—¿Me llamas vieja? Ni siquiera sabes cuántos años tengo.—

—Más de 17 seguro.—Freyga sonrió.

—En mi isla, los compromisos se daban solo por voluntad. Te casas si quieres.—

—¿Tú no querías?—

—Digamos que... A los hombres de la isla no les hace gracia una mujer que los aplasta en un uno a uno. No les parece atractiva una mujer fuerte.—

—Diría que aquí no es así pero te estaría mintiendo.—

—... ¿Qué hay de ti?—Freyga acariciaba la cabeza del dragón—. ¿Te casarías con una guerrera?—

—Ya tiene dos esposas, por favor no seas la tercera.—

Laenor se acercó al lugar, acompañado de Joseph.

—... ¿Tienes dos esposas?—Freyga frunció levemente el ceño, pues aquello no se lo esperaba.

—Una por obligación, la otra me abandonó... Los compromisos no son lo mío.—

—Por los dioses...—la mujer negó vagamente—. ¿Pasó algo, Laenor?—le dedicó su atención al muchacho, quien le alcanzó un pergamino.

—Papá y el rey tuvieron una reunión y... No terminó muy bien. Nosotros nos iremos a casa.—

—¿Qué? ¿cómo que te vas?—

—Te envía esto... Dijo que mañana a primera hora le des una respuesta al rey.—

—No pueden irse... Prometieron acompañarme en esto.—

—Lo siento, Frey... Pero esto va más allá de ti. Mi padre y el rey tenían problemas de antes.—

—Diablos...—

—Te diría que vengas con nosotros, pero debes arreglar tus asuntos aquí primero.—

—No me digas que sigue el drama por lo del casamiento con tu hermana.—Laenor asintió ante el comentario de Daemon—. Que tontería.—

A todo esto, Freyga leyó rápidamente la nota.

—Creo... Creo que lo mejor es que me retire ahora... Nos vemos mañana.—

La chica se despidió fugazmente antes de comenzar a alejarse rumbo a la fortaleza.

—¿Por qué mencionaste lo de mis esposas?—

Laenor miró sorprendido a su "tío".

—¿Qué? ¿Querías ocultarle algo tan obvio? Se enteraría tarde o temprano.—se cruzó de brazos—. No me digas que ella te-

—No te hagas ideas equivocadas, no es nada de eso.—Daemon comenzó a alejarse—. Es solo que son temas que no te incumben ni te corresponden comentar. Buen viaje... sobrino.—

El joven Velaryon no tuvo que esforzarse mucho en entender lo que estaba pasando.

A Daemon le interesaba la mujer.

Y no lo culpaba. Freyga era increíble.
En la corta semana que convivieron en el barco, se ganó el afecto de todos los tripulantes. Era simpática, inteligente y una gran guerrera. Cualquiera que la conociera siquiera un poco notaría los encantos que tenía, y Laenor estaba seguro que ni Freyga estaba al tanto de esto.
Al joven Velaryon no le interesaba de esa manera, no la veia de manera romántica.

~°Danza de Fuego y Hielo (Daemon Targaryen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora