Extra 3.

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Cinco años después...

-West mi vida cuando has vuelto?-

- Mamá volví hace apenas unas horas, no me hagas una escena que te conozco.-

- En que poca estima tienes a tu pobre madre! Además no he visto a Anaís por aquí? Dime que ella también ha venido contigo?-

- Si, mamá ella ha salido a presentarles al pequeñin a unas amigas.-

- No, lo estarás diciendo en serio, esa malagradecida hija mía se ha llevado a mi nietecito por ahí sin antes haberlo traído aquí con su Abu!-

- Mamá, ves como vuelves a ser dramática.-

- Está bien, cómo va todo en la ciudad? No habréis vuelto a tener problemas con los vampiros por vuestra unión.- dice mamá preocupada.

- No mamá, todo está bien ahora. Todos parecen respetarme y los acuerdos están totalmente sellados. Así no tienes porqué preocuparte. Donde esta papá y mi hermano?-

- Están en el jardín, puedes ir a buscarlos de seguro que se pondrán bastante felices de tenerte aquí de nuevo. Cada vez os demorais más en visitarnos.- dice comenzando a llorar.

Todavía recuerdo el día que nos fuimos, ese día pasaron demasiadas cosas algunas difíciles de olvidar.

Flash Back

- Anaís tenemos que decirles que somos almas gemelas, estoy seguro que después de la impresión se alegrarán por nosotros.-

- Lo se pero no puedo evitar sentir miedo, no sé cómo se lo va a tomar papá, ya sabes lo protector que es conmigo. Todavía piensa que nunca me han besado...-

- Bueno en eso tienes razón, pero no hemos hecho nada más.-

- West, no es malo que quiera esperar a estar casada!-

- Si eso lo entiendo, pero nosotros no somos como los humanos. Nuestros caminos estaban entrelazados desde antes de nacer.-

- Hasta que no nos casemos no me vas a tocar más íntimamente.- responde Anaís enfadada.

No hay nada que pueda hacer, ella puede ver el futuro y se ella dice que es mejor esperar, pues esperaré aunque eso me desesperé. La amo y la deseo tanto, que es difícil de conformarse con algunos besos y caricias. Una idea cruza mi mente, se que es descabellada pero igual hasta la acepta.

- Anaís quieres casarte conmigo, se que no tengo anillo ni nada que ofrecerte. Bueno si un reino de vampiros que igual te odian más que te aman...-

- Si quieres que mi respuesta sea afirmativa, no me des tantos detalles por favor.-

- Aceptas ser mi esposa?-

- Si, claro que acepto.-

- Pues vamos, con suerte podrán casarnos hoy mismo.-

- Tú estás loco...-

- Loco por ti.- respondo agarrándole la mano y llevándomela hasta el juzgado.

Ha sido una ceremonia íntima, sin anillos y con el conserje y la señora de la limpieza como testigos. Además de que ninguno íbamos ataviados para la ocasión.

Al menos mamá y papá no podrán oponerse a nuestra unión, cuando todo esto pase le daré la boda que se merece a Anaís, aunque ella parece estar encantada con esta. Pero yo sé que no es ni por asomo la que merece.

Volvemos a casa cogidos de la mano y con la licencia de matrimonio.

Llegamos a la puerta de casa, Anaís parece asustada. Cojo su mano fuertemente y le pregunto:

Lesedi & Amalia. Luchando contra el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora