Lesedi & Amalia. Luchando contra el destino

Capitulo 12. Owen

Narra Lesedi.

No entiendo que hacia Owen hoy en el cementerio, ya se cómo es, su obsesión con la seguridad..

He crecido viendo como un día estaba subido a la copa de un árbol observando con sus prismáticos, al siguiente entre los setos con ropa de camuflaje y así un sin fin de cosas más.

Lo extraño es que abandone su zona de confort, su perímetro, eso sí que es raro. Solo lo abandona si cree que sus cachorros pueden correr peligro. Pero aquí no estaban ninguno de ellos.

No se si preocuparme por Owen o por Amalia, pero a quién se le ocurre. Transformarse y en su estado. No ve peligro, no parece darse cuenta de que si ella se expone, expone también al bebé.

Eso es algo que tengo que hacerle entender. Gracias a la diosa que todavía los niños no están en casa. Nos dirigimos a casa de mis abuelos allí es donde sigue trabajando Owen.

Aunque mi abuelo dejo hace tiempo de ser el Alfa, Owen prefirió seguir protegiendolo a él, creo que mi madre fue en ese momento la mujer más feliz del mundo. Siempre han contado que ella y Owen tienen discrepancias.

La verdad es que mamá no soporta sus tonterías y sus juegos. A lo comando.

Nada más llegar Owen gruñe va Amalia, está en vez de alejarse se pone delante.  Provocando que gruña todavía más.

Esta mujer en vez de conseguir calmar los ánimos, ha conseguido el efecto contrario.

- Amalia, por favor no compliques más las cosas, déjame a mi. Digo tratando que esta vez me escuche y me haga un poco de caso

- Está bien, pero no me alejare. No me fío de él.

Amalia se aleja un poco, pero no demasiado como advirtió. Me acerco a él, con las manos descubiertas para que pueda ver qué no soy una amenaza.

- Owen, me puedes explicar qué hacías en el cementerio y porqué nos seguías? Digo con voz relajada.

- Pequeño Alfa, ella su pequeña Luna es mala, ella me atacó.. me hizo daño. Dice conmocionado, no sé si lo que más le duele es el cuerpo o su orgullo.

- Ella no es mala, lo único es que la asustaste. Tienes que darle tiempo ella no te conoce ni conoce tus métodos de trabajo.

Owen asiente y escucho como Amalia refunfuña, lo que arreglo por una parte lo estropeó por la otra. En fin, no se puede tener todo perfecto.

- Pequeño Alfa, yo vigilaba. Estaba en misión secreta... Últimamente he visto gente nueva y rara dentro de la Manada. Fui al cementerio siguiendo el rastro de uno de ellos, pero se perdía en el mausoleo... Después escuché un fuerte ruido y una nube de polvo se levantó. En ese momento quede distraído y fue cuando su pequeña Luna me atacó. Perdí porque me pilló desprevenido...

- Está bien Owen, puedes seguir con tu investigación. Pero no te expongas y ten cuidado. A partir de ahora seremos un equipo tú trabajaras en  campo y yo lo coordinare y todo desde las sombras. Te parece?

- Si, pequeño Alfa,cumpliré la misión y le reportare los informes. Gracias señor. Dice y se aleja con una leve cojera en su pierna izquierda.

- Ves como pasaba algo. Dice detrás de mí la voz de la conciencia.

- Amalia, no creo que nos debamos preocupar al menos por el momento, le he dado una golosina a un niño. Mientras el esté entretenido no te molestará. Digo sonriendo.

- Creo que estás poniendo en serio peligro a un.. a un.. no se como llamarlo, ese hombre se ve que no está bien de la cabeza. Espero que no le ocurra nada.

- Estás siendo un poco dramática, las hormonas del embarazo parece que te están afectando.

- Y una mierda.. dice ella alejándose de mi.

Vaya esta vez la he liado, se ve que está muy enfadada y no otro culpable que no sea yo mismo. No tenía que haber dicho nada del embarazo! Creo que la he ofendido. Ahora me toca compensarla y conseguir su perdón.

Desde luego quien me mandaría abrir la boca. Con lo guapo que estoy con la boca cerrada, como diría mi madre.

Acabamos de llegar a casa, no me ha dirigido la palabra en todo el camino. Llegamos a la vez que los niños, estos están eufóricos no dejan de hablar, no se les entiende nada. Es una situación bastante graciosa, no dejan de revolotear a nuestro lado.

Me pone muy feliz que West al fin sonría y hable, parece estar superando todo lo referente al incidente con su madre.

Los abuelos de Anaís nos acompañan dentro de casa, tienen algo importante que hablar con nosotros.
Déjanos a los niños jugando en su habitación y nosotros nos dirigimos hacia el salón.

- Hemos descubierto algo importante sobre los orígenes de West, dice la señora, por cierto no sé cómo se llama tengo que preguntarle a Amalia. Claro si decide hablarme.

- Que es lo que pasa? Es grave? Pregunta Amalia preocupada.

- Bueno, no sabría que decirte querida pero si es algo delicado...

Hace una pausa, no hay nada que me ponga más nervioso que la gente se ande con rodeos, te dejan en tensión esperando una respuesta. Podrían ser directos y decirlo de una vez.

- West pertenece a un linaje tan antiguo como el nuestro, creemos que es de sangre real, hace unos años su familia fue masacrada, nadie sabe bien que es lo que pasó.. solo hubo dos supervivientes. La madre y el hijo.  Ahora mismo hay un vacío de poder en ese clan. He mandado unos emisarios para tratar de poner un poco de calma...

- Que estás tratando de decir, que West es un príncipe? Entonces quién se ha llevado a su madre? Digo confundido.

- Pues en este caso no está claro, no sabemos si son partidarios de su tío abuelo o por el contrario son la red de secuestran y venden seres sobrenaturales. Solo sabemos que tenéis que protegerlo, él no es un simple vampiro es alguien muy especial.

Nos despedimos de ellos, en quince días volverán. Espero que cuando lo hagan puedan aportarnos más información. Lo único que podemos hacer ahora es ofrecerle una vida lo más normal posible.

Quizás Owen no iba desencaminado y si tiene razón? Y si hay alguien vigilándonos? Debo de tener cuidado, mañana hablaré con papá le expondré la situación. Necesito que les pongan seguridad a los niños y Amalia.

Pero eso será mañana ahora tengo algo importante que hacer, conseguir que mi lobita testaruda me perdone.