capítulo 19. Sombras en la oscuridad.

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Narra Amalia.

Definitivamente ese hombre no me cae bien, siempre anda escondido y se cree un maldito comando, igual es que ha pertenecido a algún grupo armado y se ha quedado así, quizás debería preguntar..

Aún así y con mis reticencias hace un buen trabajo, echo un vistazo rápido a las anotaciones y las fotografías, definitivamente este hombre es eficiente. Bajo esa fachada de tío loco. Se esconde una persona metódica y observadora. No me voy a convertir en su fan pero si tengo que reconocerle el mérito. Owen es más de lo que yo pensaba.

Bueno hay varias fotografías de tres hombres diferentes no son nítidas pero puedo apreciar que no son las mismas personas, todas ellas están hechas en lugares públicos y rodeados de niños. Eso me gusta poco creo que se quieren llevar a algunos de los niños. Son personas que pasan desapercibidas, no despiertan miedo y por tanto tampoco recelo.

Voy en busca de Lesedi, tengo que hacer algo y ya! Cuanto antes ya es tarde.

Le cuento a Lesedi el contenido del sobre y mis conclusiones. Veo como.sr altera a cada palabra. Coge el teléfono y llama a su padre, parece que estuviera enfadado por las voces que da! Después de varios minutos. Cuelga el teléfono y se acerca a mí.

- Ya está, va a convocar una reunión de emergencia, no podemos dar la voz de alarma porque sería peor, ellos podrían enterarse y llevarse a los niños ya y eso es algo que no podemos permitir. Me voy pon la alarma y no dejes entrar a nadie que no sea yo o mi madre a casa. Tendrás dos guardias en la puerta. Por favor Amalia obecede por una vez en toda tu vida. Es de la seguridad de los niños de la que estamos hablado.

- Está bien, haré todo lo que pides, ahora márchate y no tardes por favor.

Desde luego qué mala fama tengo, pareciera que soy una rebelde, una renegada, en fin mi carácter no es el mejor pero se acatar las normas. Subo a mi cuarto, voy a mi joyero y cojo dos pendientes que me regaló mi abuela.

- Tengo algo para ustedes, tienen que prometer que no lo perderán y nunca pero nunca de nunca jamás se los quitarán. A ver esos meñiques. Les digo mi niños sonriendo.

Ellos sacan su meñique y los entrelazados, sellando así nuestra promesa.

- Muy bien le pido a Anaís que se quite el pendiente de la oreja derecha ella obecede y le pongo el que traígo yo. Veo como West se quita un pequeño arete, en serio ni siquiera me había dado cuenta de que le habían perforado una oreja. De verdad que estoy despistada, bueno más fácil aún no tengo que inventar nada.

Son unos pendientes pequeños y discretos. Son dorados y con un pequeño brillante engarzado.

Acuesto a los niños y compruebo cada rincón de la casa, todo está en orden,e asomo por la ventana y veo como hay dos guardias en la entrada. Cierro con llave y rezo a la diosa porque Lesedi regrese pronto. No me gusta esta situación, tampoco estoy en condiciones óptimas para transformarme en mi loba, los bebés podrían verse dañados. Siento que mamá gallina no podrá defender bien a sus pollitos en caso de ataque.

**

Miró por cuarta vez en toda la noche el reloj de la mesilla de noche, esta vez son las dos de la madrugada. Un olor dulzón me sumerge en un profundo sueño.

Me despierta el sonido de la alarma, me levanto corriendo asustada, corro todo lo deprisa que puedo y abro la habitación de los niños. Sus camas están desechas y vacías, la ventana esta rota, estoy apunto de entrar en modo pánico.

Me asomo por la ventana y veo como los dos guardias están tumbados sobre un charco de sangre.

Maldita sea, me los han quitado!

Cómo no me he despertado, como no he estado atenta, porque no me ha funcionado el sexto sentido de madre?

Estoy desesperada y si los matan? Y si los venden y no los vuelvo a ver? Y si solo quieren lobos y descubren que Anaís es una híbrido y West un vampiro? Los mataran, se desharán  de ellos?

Corro hacia la puerta, necesito encontrar a mis pequeños. En la entrada me encuentro a Lesedi. Al ver mi cara se imagina lo que ha ocurrido.

- No debí de irme, teníamos un tipo, informo a sus cómplices para robar niños mientras estábamos reunidos, usaron un gas para dormir a la gente que se encontraba en las casas, así les resultaría más fácil. Se han llevado a quince niños contando a los nuestros. No tenemos pistas mi amor, no se como los vamos a recuperar. Dice Lesedi abatido.

En medio del caos, recuerdo algo..

- Mi amor los vamos a encontrar, gracias a la Diosa me dio por pensar cuando te fuiste.

- Amalia dilo ya, no puedo con la tensión!

- Les puse un pendiente a cada uno, cada uno lleva un potente localizador en su interior. La abuela me los regalo por si algún día, me perdía o me robaban como decía ella. Ahora tengo que llamar a la abuela para que los active.

Veo como Lesedi suspira aliviado, mientras tanto contacto con la abuela, la pobre estaba dormida, pero que pensaba yo que iba a estar despierta a las cuatro de la madrugada, siento tanto molestarla tan tarde, pero es un caso de vida o muerte.

Debe de estar apunto de llegar, si antes lo pienso antes aparece el portal en el salón.

- Ya está activado mi niña. Dice mientras me besa.

Saca un rollo de papel de su bolsa, lo extiende sobre la mesa y saca un péndulo. El papel en blanco va dibujando se poco a poco. Veo carreteras, ciudades y dos puntos rojos que se mueven.

- Ahí están se están desplazando, no creo que vayan en coche más bien los deben llevar en una avioneta o algo así porque van muy rápido. En cuanto paren les haremos una emboscada. Niño prepara a tu ejército no creo que tarden mucho en parar. Traelos aquí de inmediato yo voy a llamar a Lucas, tantas personas no podremos atravesar un portal necesitaremos al menos dos portales.

- Me voy ahora mismo, no tardó y gracias abuela..dice Lesedi a toda prisa en dirección a la calle.

Media hora después está todo preparado. El péndulo para. Es la hora de luchar por nuestros niños.

- Vamos es hora de rescatarlos. Digo acelerarada.

- No, mi amor tú no vienes. Ya has hecho demasiado, nosotros nos encargaremos de todo. Dice Lesedi y la abuela asiente.

Otra vez me siento un estorbo, casi todos a los que amo están ahí. Mamá y papá también los acompañan en el rescate.

Maldita sea! Ahora me toca esperar...

Lesedi & Amalia. Luchando contra el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora