1: La llegada

5 1 0
                                    

Tocó el timbre de la casa de mi hermana, me enteré que ella no está ya que está haciendo un viaje de negocios, pero si está su novio y mi hermana menor.

Estoy con la cabeza agachada, una sudadera negra ancha la cual me estaba empezando a estorbar por el calor, tenis negros y un jean ajustado.

Mi pelo negro azabache esta alborotado y corto, mi piel trigueña clara se estaba empezando a sonrojar por los nervios y mis ojos marrones claros se llenan de lágrimas las cuales limpio rápidamente con mi sudadera.

La puerta se abre y veo a un chico.

«Un muy apuesto chico quieres decir».

Mi hermana tiene buen gusto.

Es un hombre de piel oscura, pelo rizado, mandíbula marcada, rostro refinado y ojos verdes esmeralda.

Tiene un cuerpo muy bien trabajado, sus brazos y manos están decorados por unas seductoras venas y tatuajes.

El chico sonríe con curiosidad— ¿Eres Hellen?

— Si, esa soy yo.

Al decir quién era sonríe de nuevo pero esta vez lo hace de manera genuina— Yo soy Jason, el novio de tu hermana — se hace un lado y señala dentro de la casa— Pasa, adelante, tu hermana está emocionada por verte.

Entre algo nerviosa y observo todo el lugar, es una casa acogedora, decorada con mucho marrón, tiene un sofá, una televisión, etc.

Hay un enorme pasillo que conduce hasta las habitaciones— La penúltima habitación a la derecha es en la que se  encuentra tu hermana —dice señalando la puerta.

La casa no es muy grande por lo que no tardó mucho en llegar, abro la puerta y observo a una niña de rulos negros y ojos dorados observando la televisión.

— Buenos tardes, princesa Charlotte —ella voltea rápidamente para verme, sus ojos dorados chocan con el marrón claro de los mío y la pequeña niña de cachetes rojos corre hacia mi para darle un enorme abrazo.

— ¡Hellen! ¡Te extrañe mucho! ¿Por que no venías a visitarnos?

Para ser sincera después de la muerte de mi abuela Antonia no estaba de ánimos ni para verme al espejo.

Mientras mis amigos se pasaron sus vacaciones viajando por el mundo yo me la pasé tres meses llorando por la muerte de mi abuela.

«Cosas de la vida».

— No estaba de ánimos....

— ¿Ya viste a Jason? —me pregunta contenta.

— Si, fue el quién me abrió la puerta, ¿Por que preguntas?

La pequeña niña se sonroja como una loca enamorada.

«Ya se por donde irá esto».

— Porque cuando sea grande me casare con el.

La pequeña está hipnotizada por el sexy moreno que tiene nuestra hermana de novio.

— Pero no se lo digas a nadie —dice en forma de súplica.

Hago como si mis labios fueran algún cierre y los cierro— Mis labios están sellados.

Ella vuelve a sonreír y me vuelve a abrazar.

La hermana que está de viaje es solo nuestra media hermana ya que solo es hermana de parte de padre.

Es idéntica a nuestro padre; rubia de ojos color negro azabache.

Mientras que mi hermana menor es igual a mi madre; cabello negro rizado y ojos dorados.

Y yo... Pues.... Soy idéntica a mi abuelo en todos los sentidos posibles, según me decía mi abuela teníamos hasta la misma personalidad y mismos rasgos faciales, sin contar que nuestro color de cabello y color de ojos eran idénticos.

— ¿Mañana comenzarás las clases? —pregunta mi hermana.

— Si, mañana iniciaré a la escuela.

— ¿Por que decidiste quedarte en la misma escuela en la que estabas?

— No vi la necesidad de cambiar, estoy conforme con esa.

— ¡Chicas! ¡Vengan! ¡Es momento de comer!

Charlotte y yo salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el comedor.

Jason estaba sirviendo nos comida en cada plato mientras que mi pobre hermana lo mira embobada y el solo le sonríe.

Se nota que no se ha dado cuenta que mi hermanita babea por el.

« Bueno, es hombre, no me sorprende».

— Sientense, espero y les guste mi comida.

— Huele delicioso —respondo al sentir el exquisito olor de esa lasaña.

— Gracias, es mi especialidad — sonríe de manera amorosa— Espero y tengamos tiempo para conocernos mejor.

— Yo también espero lo mismo.

— Hoy antes de dormir veremos una película.

— ¿Que película? —pregunto alzando una ceja.

— ¡Barbie! — dicen Jason y Charlotte al mismo tiempo.

Miro a Jason sorprendida— ¿Te gustan las películas de Barbie?

— Claro, sobre todo si las veo con la princesa Charlotte.

Charlotte no tarde ni dos minutos en sonrojarse y Jason no se da cuenta.

«Hombre al fin»

¿Como no se da cuenta que la niña de ocho años está loca por el?

— ¿Cuantos años tienes Jason? —pregunte curiosa.

— Tengo veintiocho años.

Y mi hermana de ocho loca por el, al igual que mi hermana mayor de veintitrés.

«A ellas le gustan mayores».

— ¿En qué trabajas?

— Soy creador de videojuegos, trabajo desde casa, pero debes en cuando tengo que salir a alguna reunión.

— Interesante.

— A ti te quedan pocos años de estudio, estás en quinto, solo te quedan este y el otro, ¿Que quieres estudiar?

— Me gusta la pintura, pero cada que lo digo me dicen que es imposible, que es un sueño ridículo y que debo buscar un trabajo de verdad.

Jason me sonríe de lado— Ignora esos comentarios, no te sientas mal por personas que no pudieron lograr sus sueños y quieren penetrar esa mala vibra en ti, si eso es lo que te gusta, lo puedes lograr si te lo propones.

— Gracias por el consejo.

— No hay de que, linda Hellen.

Puedo notar la cara de enfado de mi hermana al ver que Jason me puso un apodo a mi.

11:39 PM

Hoy fue un día fantástico, no recuerdo haberme reído tanto en un solo día después de lo que sucedió.

Nos pusimos a ver películas, hasta hicimos pelea de almohadas a la cual Jason nos dio ventaja para que ganaramos nosotras.

Escucho que está entrando una llamada a mi teléfono.

Llamada entrante: Sonia

Rápidamente cuelgo, no quiero escuchar la voz de mi madre después de pasar un día tan lindo.

No quiero saber de ella y ella lo sabe, incluso todavía tengo pesadillas de mi infancia, recuerdos que llegan a mi mente de la nada y no quiero pensar en eso ahora.

Mañana será otra historia.

Canciones para ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora