Capítulo 1

23 1 0
                                    

ESCÉPTICO

-¿Por qué no me crees? (Escuché de parte de Maxi, mientras saboreaba mi malteada de chocolate sentado delante de ella)

-Querida, escucha. Eso es científicamente imposible. Tendría que experimentarlo para saber si es real o no lo que me dices, jamás he tenido algún tipo de contacto con algo como eso, por lo tanto digo que es una completa mentira (Dije mientras observaba como metía una cucharada de su helado de fresa y menta a la boca)

Siempre que salimos a esa heladería pedimos lo mismo: "Malteada de chocolate para mí. Un helado de fresa y menta para ella" Siempre fui del tipo de personas que eran de ver para creer, me encantaba escuchar a Maxi contar sus historias paranormales, encuentro con espíritus, rituales, satanismo, cristianismo, enigmas y demás. Pero nunca llegué a creerle ni una sola palabra de lo que me decía. Siempre que íbamos a vernos, era en el mismo lugar, a la misma hora, el mismo día de la semana: miércoles a las 4:30 PM Luego de completar mis trabajos e investigaciones en el pequeño laboratorio que tenía en mi sótano.

-Cariño, me encanta las veces que vengo a verte (Escuché de parte de ella mientras se metía otra cucharada de helado a la boca y sonreía)

Sus ojos mostraban un brillo inusualmente hermoso, la luz del atardecer se reflejaba en los vidrios espejo del edificio de en frente, hacía un juego hermoso con su pelo corto y castaño al igual que la estructura de su cuerpo. Se notaban tan nítidos sus ojos verdes a causa de la iluminación proporcionada en el lugar.

La decoloración de su iris generaba una pequeña salpicadura con tono de avellana alrededor de su pupila.

-Maxi... Me encanta el color de tus ojos, en este momento solo no quiero dejar de mirarte fijamente a ellos. Siento que cada vez que vengo a verte, puedo descargar todo el estrés, cansancio y fatiga que me proporciona estar encerrado en el laboratorio la mayoría del tiempo. Tuve mucha suerte al haberte conocido

Ella se descruzó las piernas, se alzó a si misma hasta darme un beso en la frente.

-El destino nos unió. Me duele un poco el que no creas en mis historias. Llevamos 1 año de novios y 2 años de conocidos. ¿Aún con todo lo que te he explicado y dicho no crees en el destino? (Escuché haciéndome el que no prestaba atención mirando a otro lado, eso la enfurecía.)

-¿En serio me vas a ignorar? (Me dijo frunciendo un poco el ceño) Mira, si sigues haciéndote el oídos sordos de verdad me molestaré contigo.

-Te escuché claramente. No, aún no creo en que el destino nos haya unido. Es sólo que sé cómo llevar la relación. (Respondí calmado)

-¿Sólo tú sabes? ¿Y yo dónde quedo? No solo se trata de ti Chris. Se trata de los dos, como pareja, como novios. Si no se pone interés por parte de los dos... La relación fracasa.

-Tienes razón, disculpa por haberlo colocado de esa manera. (Dije volviendo la mirada hacia ella) Creo que últimamente no estoy pensando del todo bien. Creo que el encierro me tiene mal.

-Deberías salir a trotar por las mañanas, así quemas algo de calorías y te mantienes en forma. Cuando te conocí eras mucho más activo que ahora. (Dijo mientras me acariciaba el pelo y su mano llegaba hasta mi cara) Tranquilo, entiendo tu posición.

Me encantaba cuando una de sus manos acariciaba mi pelo y llegaba hasta mi cara, se sentía tan... Suave, excelentísimo a decir verdad. El contacto de su piel con la mía generaba una sensación de éxtasis y confort; al igual que una pequeña sensación de excitación. Cerré los ojos al momento del contacto, los abrí y miré nuevamente sus ojos. Respiré profundo y exhalé.

-Gracias, creo que... También tienes razón en eso, entonces... Si yo llegase a engordar repentinamente. ¿Dejarías de quererme? (Pregunté de manera graciosa sujetando su mano)

A través de la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora