Capítulo 11

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El Engaño

Chris Adams

El día parecía ir bien, eran las 10:30 AM, habían pasado dos días desde que Robert murió. Era un lunes, me senté en mi laboratorio buscando la forma de recrear mi formula, aún no había leído la carta que me entregó Robert en su plena molestia. ¿Qué más daba? Estaba muerto y, nada de lo que dijese antes de morir me haría cambiar de opinión en no leerla. Max fue a casa de su madre el domingo y se supone que debía de regresar a mi casa ese día. Tenía mi teléfono a mi lado cuando sonó, vi el identificador y me percaté de que era Maxis desde el teléfono de su casa.

-¿Chris? (Escuché al apenas contestar)

-Sí, soy yo... (Dije un poco alarmado) ¿Qué ocurre?

-Ocurre que... No voy a poder ir a casa el día de hoy.

-¿Y eso? ¿Pasó algo con tu mamá?

-No... (Rió un poco) Es que llegó una visita bastante inesperada y agradable.

-Ah, vaya... (Reí) En ese caso espero que te vaya genial.

-De acuerdo, espero mañana poder estar allá.

-Oye, que no se te olvide la laptop.

Nos despedimos, colgué, pasaron unos minutos y me llegó un mensaje de parte de Harold:
-Oye, amigo... Lo siento, creo que hoy no podré ir a tu casa. Estoy con Ágata y los niños, espérame mañana y te ayudaré en lo que pueda.

No respondí el mensaje y seguí trabajando en mis asuntos. Tenía mi laptop a mi izquierda y mientras trabajaba noté desde mi periferia que algo se movía en el rango de visión de la cámara, volteé a ver y era un policía llamando a la puerta, subí las escaleras, cerré mi laboratorio y fui directo a la puerta.

-¿Chris Adams?

-Sí, soy yo... (Respondí algo fastidiado) ¿Ahora qué sucede?

-Queda usted detenido por el presunto homicidio del ciudadano: Robert Bianco.

-¿Homicidio? ¿Yo? ¿De qué está hablando? Fui yo quien los mandó a llamar. ¡No he matado a nadie desde hace como 3 o 4 semanas!

-¿Y eso es excusa? (Escuché al oficial) Por favor... Coopere o tendré que utilizar la fuerza. A demás, si usted es inocente... No tiene por qué temer. ¿Verdad?

-Bueno, tiene razón.

Cooperé con el oficial, me llevó hasta la estación de policía. Había varias oficinas, el sujeto me sentó en una silla frente a él.

-¿Dónde estabas el sábado por la noche? (Preguntó mientras anotaba)

-En el lugar del incidente... Nos acabábamos de bajar del taxi cuando él cayó encima de nosotros.

-¿Nosotros quiénes? (Preguntó anotando todo lo que decía)

-Harold Ronda, Maxis Callagan y mi persona Chris Adams.

-¿Dónde están ellos?

-Maxis está en casa de su madre, Harold está en su casa junto con sus hijos. ¿Necesita que ellos testifiquen?

-Sí y mientras más rápido se den cuenta de que usted está aquí... Más rápido podrá salir.

-¿No me va a dejar aquí, verdad?

El oficial de policía me lanzó una mirada como diciendo: "Pobre chico tonto" Esto iba enserio, no me podía permitir pasar la noche allí.
-¿Me deja hacer una llamada?

El oficial asintió, saqué mi teléfono, llamé a Maxis pero, cayó la contestadora. Llamé a Harold, pero también me cayó la contestadora. ¡Perfecto! Ahora sólo tenía que esperar a que se desocuparan cualquiera de los dos.

A través de la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora