Capítulo 16

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Una Realidad Distinta

Simplemente increíble, no podía creer lo anonadado que estaba al verlo ahí en ese lugar tan atroz. 

-¿Chris? ¿¡Qué haces aquí!? (Dijo rompiendo a llorar) Esto, no puede ser, tiene que ser una broma. Tú... ¡Tienes que ser un espejismo! Pero espejismo o no, me alegra de que estés aquí, es muy... Solitario todo esto y muy obscuro.

-No, Tyler. Para tu desgracia, soy real. Tú eres el espejismo, tú moriste en aquella celda, explotó tu cráneo. Antes de eso habías gritado que te perdonara. No sabía por qué debía de hacerlo hasta que vi el video que filmaste matando a Harold, a lo que a mí concierne te mereces esto.

-Entonces, no te dije todas las cosas que había hecho para vengarme de ti.

-¿Qué más habías hecho? (Pregunté apretando los puños)

-¿Qué más? Yo fui el causante de que atropellaran a esa chica, yo destrocé la habitación escribiendo nombres con sangre en la pared, fui yo quien mató a Harold y eso ya lo sabes... Cómo me hubiese gustado ver tu reacción de sufrimiento al ver cómo mataban a uno de tus seres queridos. Si no hubiese sido por... Esa maldita mujer francesa, de seguro todo hubiese salido bien, ella fue quien me delató con la policía.

Al escuchar todo esto, la sangre me hirvió, tuve un arranque de ira y comencé a golpearle el rostro con ganchos directos a sus mejillas. Golpe tras golpe, sentía como mi espíritu se liberaba de un peso enorme, descargué toda mi ira en contra de aquel ser que ni siquiera sabía si era él.

-¿Ahora te sientes mejor? (Preguntó con su voz resquebrajada) Chris, perdóname por todo lo que te hice. Pero tú... Mataste a mi hermano, estaba molesto, furioso, quería que sufrieras todo lo que yo sufrí.

-¿Tu hermano? (Pregunté conmocionado) ¿Quién era tu hermano?

-¡No te hagas el idiota! ¡Sabias que él era mi hermano! El sujeto, que atacó al repartidor de hamburguesas, algo así decía el reporte. Le salvaste la vida a él quitándome a mi hermano.

-No tenía idea que él era tu hermano, ni si quiera me acordaba de tu rostro antes de verte en la celda.

-¿A pesar de que éramos como hermanos? (Preguntó con lágrimas en los ojos)

-Siempre tuvimos nuestras diferencias. ¿Quién es la tal chica francesa?

-Según tengo entendido, era una seguidora de Mr. Mitch. La asesiné al terminar el trabajo de Harold.

-¿Por qué te metiste en todo este lío, Tyler? Si hubieses aceptado aquellas ofertas...

-... De seguro no estuviera aquí, en un lugar olvidado por Dios, siendo torturado por la agonía de no poder moverme ni respirar. ¡Aún estando en el infierno, me lo sigues restregando en cara! ¿Jamás te dije por qué nunca acepté? Yo... ¡Estaba completamente celoso de ti! ¡Yo quería ser el primero en ir, quería ser yo quien te diera esa oferta a ti, yo quería, quiero y siempre querré ser superior a ti! ¡Todas, todas esas veces que llamabas! ¿Eran para fastidiarme? ¿Eran para demostrar tu superioridad? ¿Ahora estás feliz? ¡Por tu culpa estoy aquí, por ti y por nadie más! ¡Te odio y jamás te perdonaré por lo que me hiciste hacer!

-Se acabó el tiempo... (Escuché nuevamente la voz ronca)

El árbol comenzó a cerrarse, se podía apreciar como Tyler era enjaulado por el mismo, sonaba como si múltiples huesos se rompiesen, eran los de Tyler y él gritaba a todo lo que daban sus pulmones, al menos así me parecía, desgarraban el silencio y me hacían poner la piel de gallina.

-¡No me dejes aquí! ¡Por favor! ¡Por favor, perdóname! ¡Me arrepiento de haberte hecho lo que hice! (Extendió su brazo en mi dirección) ¡SÁCAME DE AQUÍ, TE LO SUPLICO!

A través de la obscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora