Él, mi guardaespaldas

Capítulo 13

                        💥💣💥

Mis padres, aún intranquilos, no encontraron mejor idea que mandarme de viaje por el fin de semana, yo creo que es porque traman algo, pero ¿Quién soy yo para discutirles?

Nos levantamos temprano, en eso me doy cuenta de que había más gente en el jardín de la casa, mirando por todos lados... sospechoso.

Fuimos a desayunar y a despedirnos de mis padres.

Bright habló un momento con mi padre a solas, mientras mamá me mimaba y me hablaba un poco preocupada.

- Mamá ¿Por qué hay gente en casa hoy? ¿Habrá algún evento del que yo no estoy enterado?

- No, Winnie, son personal que tu padre contrató para buscar más pistas, por si algo se nos ha pasado. Por eso queremos que salgas y te distraigas, no queremos que veas todo esto y te estreses más cariño, piensa en qué carrera quieres estudiar y ve a divertirte- besó mi frente.

- Está bien mamá.

Salimos de casa con todo lo necesario rumbo a la playa.

Mientras Bright manejaba, obvio que detrás iba un auto con guardaespaldas... mi padre no se iba a quedar tranquilo si no era así... me las di de DJ y puse música para hacer más grato el momento.

Ahí me di cuenta que Bright escuchaba pop igual que yo, pero ¿cómo es eso que no conoce a las BlackPink? ¡Qué falta de respeto! Me veo en la necesidad urgente de enseñarle un poco de cultura.

A ratos nos tomábamos de las manos y entrelazábamos nuestros dedos, eso me reconforta mucho.

Al llegar a la cabaña desempacamos, los guardaespaldas siguieron instrucciones de Bright y yo fui a cambiarme de ropa, necesito relajarme porque esto me estresa cada vez más.

Salimos a caminar una vez que Bright también se cambió. A unos pasos más atrás de manera disimulada venían dos guardaespaldas más.

Caminar tanto nos dio hambre así que entramos a un restaurant, mariscos, mis preferidos. Comimos tanto que no podría comer en unas horas más.

Casi no pudimos tomarnos las manos porque no estábamos solos y eso ya me estaba cansando.

Ya en la tarde, encendimos la chimenea en la cabaña. Los guardaespaldas se retiraron a descansar.

Serví unas copas de vino y dispuse cositas para picar mientras, echados en la alfombra, nos acomodamos para ver una película.

Recosté mi cabeza en su hombro, él rodeó mi hombro con su brazo y acarició mi cabeza.

- ¿En qué piensas tanto? – me mira inquieto.

- En qué voy a estudiar, aún no lo decido y quiero estar seguro.

Se sentó frente a mí, puso la película en pausa.

- A ver, cuéntame qué cosas te gustan.

- Bueno, me encanta ayudar a decorar la casa, es mi sueño poder hacer algo con eso.

- Me habías comentado que querías estudiar arquitectura, puede que sea una buena opción para ti.

- Puede ser, me encanta la idea, pero no sé si papá estará de acuerdo, él sueña conque herede la empresa y yo no sé si quiero eso para toda la vida.

- A ver bebé – se sentó detrás y me abrazó con sus piernas y brazos – debes estudiar algo que te haga feliz, así tu papá también será feliz, estoy seguro que él entenderá y te dará su apoyo. Por lo poco que lo conozco se ve que te ama mucho – besó mi mejilla.