Capítulo. 14

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Miro al rededor, la casa está igual a como la recordaba, nada está cambiado, nadie se ha atrevido a venir aquí desde que ellos no están, de eso hace cinco meses

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Miro al rededor, la casa está igual a como la recordaba, nada está cambiado, nadie se ha atrevido a venir aquí desde que ellos no están, de eso hace cinco meses. 

Todo fue tan raro, tan espontáneo que seguimos sin creerlo, había venido a la casa por qué se necesitaba limpiar. 

-Es tan raro estar aquí sin ellos - volteo a verla

-¿Qué haces aquí Lali? - ella se ponía muy mal, ella cree que no la escucho llorar por la noche, pero lo hago y me rompe escucharla y verla mal. 

El duelo no es algo fácil de llevar, por eso habíamos quedado que yo vendría a hacerme cargo de esto y ella estuvo de acuerdo 

-Lo sé, pero tenía la necesidad de venir. Y sé que no me atrevería a venir sola - le doy una leve sonrisa 

-¿Qué vamos a hacer con esta casa? - ninguno de los dos se atrevería a venirse a vivir aquí

La propiedad quedó a nuestro nombre, al igual que la cuenta de dinero de Santi, la cuenta pasaría a ser de Santi cuando cumpliera la mayoría de edad, pero la casa si se nos quedó a nosotros

-Por el momento nada Peter, vos y yo no estamos listos para dejarlos ir ¿O me equivoco? - niego 

-Jamás lo vamos a estar Lali ¿O me equivoco? - niega -Esperemos un tiempo, y volvemos a tocar el tema ¿Te parece? 

-Me parece - dice adentrándose más a la propiedad 

Los dos habíamos permanecido en la entrada de la casa, solo mirando la sala y su al rededor, llenos de polvo. La veo acercarse a un esquinero donde hay varias fotos, la veo tomar una del esquinero, se lleva la mano a la boca y hago el primer grito de dolor, me acerco a ella y la abrazo por los hombros, veo la foto que tiene en las manos, de ella con Santi cuando era un bebe, le están dando un beso en la nariz 

 La veo acercarse a un esquinero donde hay varias fotos, la veo tomar una del esquinero, se lleva la mano a la boca y hago el primer grito de dolor, me acerco a ella y la abrazo por los hombros, veo la foto que tiene en las manos, de ella con Sant...

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-¿Por qué lloras? - ella me da una mirada llena de lágrimas 

-De las dos ella siempre quiso ser mama, siempre hablaba de lo mucho que quería serlo, le costó quedar embarazada y yo fui parte del proceso... Veía como mi hermana con cada negativo del baby tés se rompía, lloraba cuál niña pequeña y el bajón le dura semanas. Fui testigo de la alegría que le dio esas dos rayas en la prueba, vi como rompió en llanto con una sonrisa plasmada en el rostro. Las lágrimas eran de alegría, no sé si la alegría que sentí cuando supe que sería tía es la misma que el saber que vas a ser mama, pero yo creo que si, saber que ya no íbamos a estar solas en este mundo, me lleno de felicidad. El saber que habría una personita que sería parte de mi hermana me hizo muy feliz, por ella, por mí, por ese bebe. Sin conocerle y desde ese momento lo quiero, lo quiero muchísimo, desde ese momento que supe que sería tía, no había persona a la que viera y no le digiera que iba a ser tía. Lo presumía como si fuera el mayor de los logros y es que siempre fuimos así, ella se alegraba por mis logros, me los festejaba y siempre estaba ahí para aplaudirme en cada uno de ellos. Así como yo estaba para ella en cada paso importante en su vida, yo sabía que el ser mama era su mayor logro y yo se lo celebraba y estuve ahí, ecografías, revelación de sexo, me toco ver cuando se movió por primera vez, más bien ver la reacción de mi hermana al sentirlo moverse por primera vez. Esos dos faroles que se cargaba llenos de anhelos, e ilusión por conocer su hijo, fui la tercera persona en conocerlos, después de sus padres, tu hermano por trabajo viajaba mucho, recuerdo que después del nacimiento de Santi él tenía un viaje muy importante por dos meses, mi hermana no se quería quedar sola, me toco a mí hacerle la segunda y quedarme con ellos, yo lo cambiaba por las noches, me tocaba despertarme y pasárselo a Tefy para que lo alimentara, dos meses maravillosos viví a su lado, vi como mi hermana a pesar de que la maternidad era difícil, cansada, le seguía dando lo mejor de ella a su bebe y siempre fue así, mi hermana insistía en que fuera una tía presente, porque al ser su única familia quería que... - la voz se le vuelve a quebrar, guarda silencio unos segundos para después continuar, con más lágrimas derramándose por su rostro - Él supiera quien era, lo valioso que yo era para su mamá y que me quisiera mucho... Ella me lo dijo, un día que vine a visitarlos, ella me reclamo por no haber venido antes y por no haberle contestado las llamas, me regaño porque se preocupaba por mí, decía que mi trabajo era peligroso, tenía miedo de no verme más, yo le conteste mal y ella me respondió muy serena y tranquila. "Te quiero mucho Mariana, sos lo más importante en mi vida, vos y mi hijo son lo más importante para mí, sos mi única familia y quiero que mi hijo te tenga muy presente en su vida. Porque yo no soy eterna y cuando yo no este y espero que esto pase dentro de muchos años, cuando vos ya tengas una familia, esposo he hijos. Pero si no es así, quiero que te aferres a él, Lali, sos su tía, serás como su segunda madre, siempre lo tendrás a él, recuerda que aunque yo ya no esté en él, tendrás una parte mía siempre" 

La veo negar repetidas veces ahogando más lamentos, pega la foto a su pecho y se deja caer en el piso, con los ojos cerrados y aferrándose a la foto, me arrodillo y la abrazo fuerte, ella se aleja un poco de mí y me ve a los ojos  

-No puedo vivir sin ella Peter, primero mis padres en ese maldito accidente que me los arrebato y ahora mi hermana, me dejaron sola. Veo a Santi y después me veo a mí, yo no puedo hacerlo Peter, no puedo criar a un niño, soy un desastre, como persona, como tía, no quiero ocupar el lugar de mi hermana, no sé si podría, siento que ese puesto me queda muy grande y le voy a fallar. 

-No digas eso Lali, vos misma me acabas de decir que viviste con ella cada etapa de su embarazo, que vos le ayudaste infinitas veces con Santi siendo más pequeño y lo hicieron fantástico. Ella confiaba en vos, por algo te dijo que te aferraras a él, Santi es tu familia y si me lo permites yo también puedo serlos, puedes verme como un hermano, un primo o lo que quieras. Pero si vos me lo permites te prometo ser esa persona que te sostenga cuando sientas caer, ese lugar seguro que era tu hermana, no digo que ocuparé su lugar por qué sé que eso jamás pasara. Pero puedo ser algo parecido a lo que tenías con tu hermana, en cada logro, en cada caída ahí estaré, ahí estaremos Santi y yo para aplaudirte los logros y para consolarte en los fracasos 

No me responde, su llanto fue cesando con cada palabra que le dije, cuando finalizo me ve a los ojos para después abalanzarse sobre mí abrazándome fuerte, hago lo mismo y entre abrazos y llantos por parte de ella trate de unir un poco de esos pedazos rotos de su corazón y alma 

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