Capítulo 40

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Nuestro vuelo de México a Argentina salido a las 3 P.M. para cuando nuestro vuelo aterrizo en Buenos Aires, Argentina eran las 3 de la madrugada. Peter y yo decidimos irnos a casa y mañana temprano ir por nuestro pequeño. 

Apenas llegamos a casa, cada uno se fue a su habitación, yo solo puse a cargar mi celular, me, coloque el pijama y me acosté a dormir, caí rendida, no hay nada como el regresar a casa y dormir en tu cama, no es lindo estar casi un mes fuera de casa, poco había dormido en este tiempo, pues, me cuesta conciliar el sueño al no estar en casa, como que siempre me ha causado problemas por mi trabajo, pues siempre me piden descansar bien para estar fresca como una lechuga. 

(...)

8:00 A.M. sonó la alarma de mi celular, se me había olvidado quitarla, una vez que la escuche ya no pude volver a dormir, estuve un rato en el celular y después me metí a bañar, que me bañe lo mas rapido que me fue posible, al salir me coloque esto

 sonó la alarma de mi celular, se me había olvidado quitarla, una vez que la escuche ya no pude volver a dormir, estuve un rato en el celular y después me metí a bañar, que me bañe lo mas rapido que me fue posible, al salir me coloque esto

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Aquí en Argentina era invierno, así que el frío estaba terrible, me había acostumbrado al calorcito de Cancún así que sentía un poco mas el frío, solo esperaba no enfermarme por el cambio tan abrupto del clima 

Deje mi cabello al natural, pues, me pondría le gorro, mi maquillaje fue lo mas sencillo posible, un poco de sombra café clara, delineador, un poco de rubor, labial de color rosa palo, una vez lista, tome mi celular y salí de la habitación, me sorprendo al ver a Peter cocinando algo, sonrió por inercia, él aún no me ve, pues está volteado muy atento viendo lo que sea que se esté cocinando en el sartén, huele maravilloso 

-Buenos días - da un pequeño brinco al escuchar mi voz, sonrió divertida, voltea hacia mí, sonríe 

-Buenos días - tomo asiento en la barra de la cocina 

-¿Qué tal dormiste? - ladea un poco la cabeza

-Mas o menos, ¿Te digo una cosa? - asiento - Estoy muy ansioso por ver a Santi, lo extraño muchísimo 

-Yo también lo extraño muchísimo ¿Por eso no dormiste? - asiente 

-Así es, las ansias de verlo no me dejaron dormir ¿Vos qué tal dormiste? 

Imaginemos ser una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora