Capítulo 20

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La panza me dolía por el nerviosismo, las manos me sudaban y no podía estar quieta siquiera un segundo

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La panza me dolía por el nerviosismo, las manos me sudaban y no podía estar quieta siquiera un segundo. Mariano me invito a salir, hoy por la noche, no era la primera vez que salíamos a comer, pero tenía un presentimiento de que esta salida no sería una "sita normal". 

Lo supuse por la insistencia para salir, yo me había negado porque este fin de semana me tocaba cuidar a Santi, ya que a Peter le tocaba trabajar en el restaurante, entonces no estaría para cuidarlo, después de su insistencia termine por aceptar.

Le pedí de favor a Angela y Fabio, los padres de Peter, si lo podían cuidar por esta noche, ellos encantados aceptaron, solían quedarse con Santi cada quince días, Peter y yo no queríamos que Santi perdiera esa relación tan linda con sus abuelos. 

Después de llevarle a Santi a sus abuelos hice un poco de quehacer en la casa y después comencé a alistarme para la cena, me bañe dejando el vestido que usaría en la cama, es un vestido corto de color negro, un escote pronunciado de la parte de adelante, de manga larga, pedrería en los hombros y en toda la orilla del vestido, iba a juego con unas zapatillas negras. 

Soy malísima peinándome, así que no me hice gran cosa, solo algunas ondas en mi cabello y lo deje suelto, donde si me esforcé fue en mi maquillaje, es un maquillaje sencillo, no muy cargado, pero apto para una salida de noche por último me coloco un poco de perfume. 

Tomo mi bolso y en él metí mi labial, el teléfono, las llaves de la casa, mi cartera y eso es todo, un poco nerviosa voy por un poco de agua a la cocina, cuando estaba tomando de mi vaso el timbre de la casa sonó, estoy segura de que es él, dejo el vaso en la barra y me apresuro a abrir. 

Lo primero que ven mis ojos al abrir la puerta es un gran ramo de rosas rojas, observo el ramo encantada, sonrió mas cuando veo a Mariano asomarse a un costado del ramo 

-¿Te gustan? - sonrió y asiento 

-Me encantan, gracias - le doy el paso para que ingrese a la casa 

-¿Dónde las dejo? - señalo la mesa 

-Ahí, por favor - lo veo dejarlas para después darle una mirada al lugar 

-Así que aquí vives con tu sobrino - asiento 

-Sí, con Santi y Peter ¿Recuerdas? - lo veo hacer una mueca ante el último mencionado

-No creo que sea una buena idea que vos y Peter vivan juntos... - mas de una vez ha mencionado eso desde que le dije que vivía con Peter y Santi 

-Fue una petición de mi hermana y cuñado y la verdad es que no le veo nada de malo, Peter en este tiempo se ha convertido en un buen amigo, él y Santi son mi única familia - quería que quedaran en claro las cosas, para que no allá malos entendidos 

 -Lo se Lali vos misma me lo has dicho pero... ¿Te has puesto a pensar que pasara cuando los medios se enteren? 

Claro que lo había pensado en estos últimos siete meses, mas de una vez lo había pensado, pero siempre trataba de ser cuidadosa, para que no se enteraran, pero sabía que tarde o temprano eso pasaría, pero mientras pudiera mantenerlo oculto lo aria, quería mantener su vida por el momento en privado sobre todo para cuidar de Santi y de Peter. 

-Claro que lo he pensado Mariano, pero eso aún no pasa, siempre he sido muy cuidadosa con mi vida privada, por qué sé que es un privilegio en esta carrera tener algo "privado" y ellos son algo que prefiero mantener en privado   

-No creo que sea una buena noticia cuando las personas se enteren, tus fans ¿Que dieran? - me comenzaba a molestar su insistencia ante el tema 

-Mariano... No es tu asunto preocuparte por lo que dirán o no mis fans ¿No era que íbamos a ir a cenar? - puedo notar que mi respuesta le molesto

-Sí, mejor vamos a cenar - me coloco el abrigo y tomo mi bolsa antes de salir de la casa

Mariano suele ser muy caballeroso y atento, creo que es una de sus cualidades que mas me gustan, cuando llegamos al carro él abrió la puerta para mí, después de que subí yo, el camino hasta el otro lado del carro y subió.

-Llevaba tiempo queriendo ir a este restaurante es la última sensación del momento, varios de mis compañeros me han dicho lo rica que está la comida del lugar - dice mientras maneja hacia el lugar 

-¿Y por qué no habías venido antes? - cuestionó dándole una mirada 

-Es un lugar al que se debe de hacer reservación con un mes antes de anticipación, creí que lo mas apropiado es que fuera para una ocasión especial 

-¿Y esta es una ocasión especial? - lo veo sonreír para después darme una mirada rápida 

-Vos sos especial Lali - agradecía la oscuridad de la noche, porque así no podía ver mi sonrojo ante sus palabras 

Me sorprendo al reconocer el restaurante, mas no digo nada, solo espero que a Peter no se le ocurra salir a saludar a los comensales, por qué entonces no sabría como reaccionaria, Mariano. Mariano le entrega las llaves del carro al ballet parking, caminamos unos pasos llegando a recepción, le piden el nombre al que puso la reservación al confirmar que está en la lista, nos llevan hasta una mesa, dejándonos el menú de la noche y es cuando comprendo el estatus económico en el que se encuentra Peter, los precios son carísimos, nada que no puedan pagas las personas que frecuentan el lugar  

-¿Pasa al Lali? ¿No te gusta el lugar? - se puede notar claramente mi nerviosismo, finjo una sonrisa y asiento 

-El lugar es hermoso, no es eso - digo

-¿Entonces qué es? - mira la carta en sus manos y me voltea a ver - Ya sé, te incomoda los precios del lugar... Pero vos tranquila te he dicho, vos valés la pena  

-Gracias Mariano sos muy lindo 

Ambos nos decidimos por una pasta al pesto con camarones y vino blanco, mas de uno de los meseros me reconoció, aunque Santi y yo hemos venido muy pocas veces, son las suficientes para que los trabajadores del restaurante me reconozcan 

-Buenas noches Lali - le sonrió al quinto mesero que me reconoces en la noche 

-Buenas noches Monse - sigue con su camino después de saludarme 

-¿Por qué los meseros te conoces? - dice frunciendo el ceño - Es el quinto que te saluda 

-Bueno... Es que - me quedo callada al ver a Tacho parado alado de nuestra mesa, sonriéndome 

-Hola Lali - todo resto de sonrisa se esfuma de mi rostro - No sabía que esta noche contaríamos con tu hermosa presencia 

Sé que lo está haciendo con burla, él se había percatado en estos meses que no era de mi total agrado y aprovechaba cualquier oportunidad para molestarme, obvio que esta noche no lo iba a dejar pasar ni por qué veía que venía acompañada 

-Yo no hice la reservación - fue mi respuesta, él sonrió y por fin se dignó a mirar a mi acompañante 

-Gracias por escoger nuestro restaurante - le dijo cambiando por completo de actitud 

-No hay de que, la comida es una delicia, ahora sé por qué es tan recomendado y solicitado - Tacho le sonrió amable 

Imaginemos ser una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora