Capítulo. 4

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Los rayos de luz apenas se asoman por la ventada de mi habitación, Santi duerme a mi lado, no pude pegar un ojo en toda la noche, medio dormite, en mi cabeza solo daba vueltas él ¿Cómo le aremos para criar a un nene? Si no sabemos nada de cuidados...

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Los rayos de luz apenas se asoman por la ventada de mi habitación, Santi duerme a mi lado, no pude pegar un ojo en toda la noche, medio dormite, en mi cabeza solo daba vueltas él ¿Cómo le aremos para criar a un nene? Si no sabemos nada de cuidados de un bebe, ayer casi quemo la leche para la mamadera, no me puedo ni imaginar como será los demás cuidados. 

Cansada de la cama, me levanto con cuidado para no despertar a Santi, pues aún es muy temprano para que se levante, el reloj que cuelga en la pared marcan las 7 a.m 

Es muy temprano, así que aun en pijama voy a la cocina, enciendo la cafetera, la dejo ahí y voy a mi habitación, en especial a mi closet, que está a reventar de ropa, al ser modelo he colaborado con varias marcas de ropa, la mayoría de la ropa que tengo es ropa que me regalan las marcas y la gran mayoría no me he puesto 

El mudarme será un desafió y más con solo una semana, dejo aun lado el closet y me voy a la cocina de nuevo, el café ya está listo, vierto el líquido en una taza, le coloco un poco de leche y media cuchara de azúcar, lo comienzo a tomar tranquila. 

Me dirijo al balcón, para observar la vista de la ciudad, vivo en uno de los edificios más grandes de la ciudad, los amaneceres desde esta vista, son hermosos.  

-¡Tía! - escucho gritar Santi desde la habitación, corro de paso, dejo la taza en la mesa del comedor, al entrar a la habitación lo encuentro sentado en el centro de la cama, trae su carita hinchada por haber dormido también 

-Buen día, corazón - digo acercándome a la cama, apenas lo tengo a mi alcance, le doy un beso en la cabeza, él se me lanza para que lo abrace, eso hago - Amanecimos chiquiosos 

Digo abrazándolo y dándole besos en su pequeña cabeza, el pequeño se queja, lo suelto y me mira 

-Tía ¿Mama? - cuestiona, lo miro estática sin saber qué decir 

-Mama está de viaje Santi - digo finalmente 

-¿Cuándo? - suspiro 

-No sé cuando vaya a regresar Santi - él estaba acostumbrado a siempre estar con su mamá

Tefi no trabajaba, al menos no desde que se enteró de que estaba embaraza, decidió dedicarse a cuidar de su hijo y era algo que ella disfrutaba hacer, siempre soñó con ser mama 

-Quelo id con mama - dice, lo abrazo 

-Lo sé amor...- me paro y lo tomo en brazos -¿Quieres comer?

No sé bien que es lo que se le puede dar o no a un nene de un año y tres meses de edad, pero por lo que me llego a comentar mi hermana no es alérgico a nada de comida, así que guiándome también en lo que yo como día a día decido hacerle unos hot-cakes-avena, les coloco unas frutillas y un poco de miel, con un vaso de leche tibia, hace un batidillo al comer, pero lo dejo, yo por mi parte acompaño con lo mismo y mi café

Imaginemos ser una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora