Capitulo 4: Everything about you

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a salud del padre de Mila evolucionaba bastante bien, y con suerte en unos días se llevaría a cabo su operación.
El tiempo que pasó con su tío no fue tan malo como ella creía, aunque en realidad no lo veía muy a menudo, porque el hombre siempre estaba ocupado, ya sea en cenas, juntas de trabajo o haciendo quién sabe qué.

Una tarde Mila estaba buscando que ver en la televisión cuando notó una cara familiar. Aquella chica de ojos azules que habló con Miguel el otro día estaba siendo entrevistada:

- " Hemos recaudado más de mil dólares. En Miyagi Do ayudamos a las personas" - Dijo con una sonrisa, que en lo particular a Mila le pareció fingida.

- ¿No fue un estudiante de Miyagi do quien puso a Miguel Díaz en el hospital? - Interrumpió la periodista.

- Emm, eso fue un accidente, o al menos es lo que espero. Solo sé que Miguel necesita nuestra ayuda.

¿Cómo puedo odiar a alguien que ni siquiera conozco? - Pensó Mila mientras daba vueltas en círculos alrededor de la habitación. Solo mirenla,es todo lo que yo nunca voy a ser. Su sonrisa de princesita perfecta y el irritante tono de su voz, Agg - Concluyó la castaña deteniéndose para tomar un cojín y gritar en él. No entendía porque sentía celos de alguien que había visto una sola vez en su vida. Ella nunca habia sido la clase de chica que se comparaba con otras o que se preocupa demasiado por lo que digan los demás, pero ¿Que era diferente ahora?.
La única vez que había salido con un chico fue cuando tenía 12 años y no duró demasiado, ya saben el típico romance pasajero de cuando eres pequeña. Pero algo cambió dentro de ella el día que conoció a Miguel. Era difícil de explicar, más aún de entender, pero sentía la necesidad de ir a buscarlo, saber más sobre su vida y quizás hasta llegar a formar parte de ella, aunque eso suene demasiado apresurado.

Por lo pronto lo que hizo fue cambiarse de ropa, arreglarse un poco y salir en busca de su chico misterioso. De camino a la clínica se detuvo a comprar unas gomitas cuando el chillido de una moto la hizo sobresaltar. Salió de la tienda para ver que estaba pasando cuando reconoció al chico de cabello rojo con el que había hablado el día anterior. Le siguieron un par más, bastante intimidantes, pero no tanto como que él.

La entrometida castaña se escondió trás un árbol para descubrir lo que sucedía.

- Elegiste el lado equivocado - Decía Halcón a un niño mucho más bajito y con gafas, al que le arrebató un sobre.

- Oigan devuelvanmelo - Se quejó el pequeño.

- Vaya, nada como un largo día de caridad - Agregó otro de los grandotes. Le vamos a decir a Miguel que esto es de cobra Kai.

- Vamos chicos todos queremos ayudar a pagar la cirujía de Miguel - El niño intentó defenderse, pero lo tenían sujetado fuertemente del cuello.

- Oh, por supuesto que van a pagar - Concluyó Halcón con una cínica sonrisa.

Mila se quedó paralizada ante lo que estaba viendo. No sabía cómo reaccionar o si serviría de algo intervenir. Cómo mencioné antes, ella no era una persona muy atlética, y jamás lograría ganarles. En menos de lo que pudo imaginar los chicos le habían dado una gran paliza al más indefenso. Salió corriendo y se montó nuevamente en la bicicleta para continuar su camino hacia la clínica, sin poder sacar de su mente lo que había visto.

- Debí suponerlo - Se dijo a sí misma - Ese chico parecía muy lindo y todo, pero algo en él no terminaba de convencerme.

Start Again || Miguel Díaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora