Los únicos [PAUSA INDEFINIDA]

IX

"La mejor riqueza es contentarse viviendo con poco."

-Platón.

Célebre frase del discípulo de Sócrates.

Ellos no lo recuerdan pero lo vieron en primer año de preparatoria, y ahora es cuando más sentido les ha formado, sus objetivos no les han dejado de importar, claro que no, pero ya no les causa un conflicto su actual estilo de vida, mientras sigan vivos se sienten bien con ellos mismos.

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Luego de una noche en la que apenas pudieron dormir tocaba ir por el siguiente objetivo, el cual se encontraba en la UA.

Sinceramente no tenían suficiente valor como para salir, pero como pudieron se las arreglaron para ir.

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La famosa UA, un símbolo del heroísmo y lugar de donde provenían los mejores. Nadie nunca se hubiera imaginado las condiciones deplorables en las que estaba.

Un sitio completamente abandonado, lleno de raíces y animales.

Las paredes y techos llenas de grietas y arañazos, había pedazos desprendiéndose de todas partes.

Era un aire aterrador.

Se adentraron en los dormitorios, viendo que, a pesar de estar abandonados, realmente no estaban tan dañados.

Revisaron habitación por habitación buscando algo de utilidad, muy pocas cosas encontraron y algunas eran solamente para recordar a sus amigos.

Mientras seguían ahí una pequeña lluvia se soltó, alarmándolos un poco.

Salieron con prisa para llegar a la academia en sí.

Lo extraño de todo esto era que no habían visto ni a un solo nightcrawler, algo estaba mal.

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¿Una segunda ola....?
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Llegaron al taller de apoyo, ahí estaba lo que necesitaban.

Comenzaron a investigar pieza por pieza, por cada rincón del sitio hasta encontrar el objeto, pero para su desgracia el taller se había vuelto enorme.

La presión que sentían poco a poco los abrumaba más y más, sus corazones latían rápidamente.

Algo les decía que aquellas cosas de las tormentas no eran lo único que llegó ayer.

Y TENÍAN RAZÓN.

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Izuku: Todo listo, ya encontramos todo lo que debíamos.

Ochako: Entonces regresemos ya, por favor. -Pronunció preocupada-.

Izuku: Lo sé, yo también lo si- ¡Agh! -Se quejó mientras se arrodillaba-.

Fue interrumpido por una fuerte punzada, el sensor de peligro se activó de la nada.

Ochako: ¡Izuku! -La chica se acercó a auziliarlo- ¡¿Estás bien?!

Izuku: El.. Sensor.. de.. ¡Agh! ¡Peligro!

Ochako: Tengo que sacarte de aquí....

Tocó al peliverde con sus 5 dedos, activando su don y lo agarró, salió del taller y se dirigió afuera del edificio.

Una vez afuera trató de llamar a Hatsume para pedirle ayuda, logrando contactarla. Comenzó a caminar en dirección a los dormitorios.

Ochako: ¡Mei!

Hatsume: ¡Que bueno que llamaste, quería informarte sobre lo de ayer! -Exclamó preocupada-.

Ochako: ¿Fuiste tú la de los mensajes?

Hatsume: ¿Cuáles mensajes?

Ochako: *Entonces no....* -Susurró entre confundida y preocupada- ¿Qué nos ibas a decir?

Hatsume: ¿Y Deku? Es algo importante que ambos deben saber.

Ochako: Lo tengo aquí, su sensor de peligro está como loco.

Izuku: H-Hatsume.. habla.... -Pronunció con dificultad-.

Hatsume: Ayer se presentaron 2 nuevas anomalías.

Ochako: ¿Dos? ¿No eran solamente esas cosas de las tormentas?

Hatsume: No, también registré una segunda, se generó dentro de la academia.

Ochako: Oh no.

Hatsume: Les quise advertir, pero no pude comunicarme hasta ahora. Tengan cuidado por favor.

Ochako: ¿Mei? ¿Qué era eso?

Hatsume: ¡La- se está corta- sólo puedo deci- EL MÁS PELIGR-

Ochako: Se cortó....

Con la preocupación a tope no sabían que hacer, la castaña estaba al borde del colapso.