Zugzwang | Yoonmin | Omegaverse

3. El monstruo que aprendió a sonreír

Algo en la cocina se está quemando por tercera vez esa mañana, el olor es molesto, no ha dejado dormir a Yoongi, y al parecer es al único al que le molesta, porque todos los demás siguen felizmente dormidos. 

Se levanta de mala gana para decirle a quien sea que esté haciendo ese desastre que se detenga, quiere dormir, se siente cansado, se siente ofuscado y enojado porque no tiene nada bajo control ahora mismo, ha estado pensando en como sacar a Jimin de ahí, en la manera segura de tenerlo solo para él, pero no se le ha ocurrido nada a corto plazo, su mejor esperanza es un plan que le tomará meses, pero no quiere esperar tanto.

Sus pasos resuenan en la madera del piso y nota el aroma de Jimin cuando está cerca, escucha las ollas siendo movidas con brusquedad y el caño del lavado de la cocina siendo abierto, cuando llega el omega esta mojando su mano en agua fría y muerde su labio para no hacer ruido, al parecer se ha quemado con una olla caliente, cuando mira a Yoongi sus ojos se vuelven un par de mares a punto de desbordarse y Yoongi no lo entiende, no entiende a su omega, ni un poco.

— ¿Te desperté? No quería despertarte, no fue mi intención, solo... estaba intentando...

Los ojos nerviosos del omega no lo miraban, estaban más ocupados viendo sus pies, y se estremece cuando Yoongi agarra su mano lastimada.

— Está bien— le dice Yoongi — pero te lastimaste

— No... no pasó nada

— De acuerdo, hay que ponerle crema a tu "nada"

Yoongi comienza a caminar sin soltar su mano y Jimin lo sigue sin objeción, están en silencio mientras toman el botiquín que estaba en la alacena y el alfa esparce con cuidador un poco de crema sobre su quemadura.

— Quería hacer estofado— dice Jimin— creí que sería más fácil... lo siento

Yoongi sonríe ante su declaración, el rostro del omega parece un tomate.

— El arte de preparar un estofado es demasiado complicado para un primerizo, tomará años de práctica

— ¿Esperarías a que aprenda? — pregunta Jimin aun sin atreverse a verlo

— No— le responde y el omega se encoge en su lugar, Yoongi no suelta su mano— yo voy a prepararlo para ambos

[...]

Eran las ocho de la noche cuando tocaron su puerta, Yoongi sabía que era Jimin, antes siquiera de sentir su aroma, él sabía, usaba un pijama enorme de color amarillo, su cabello estaba húmedo, así que acababa de ducharse. Y como cada vez que hablaba con él, parecía nervioso.

— ¿Puedo dormir contigo?... Está bien si dices que no

Yoongi solo le dio espacio para pasar, cerró la puerta detrás de ellos y esperó a que se acomodara donde quisiera, pero Jimin esperaba lo mismo de él.

— ¿Izquierda o derecha? — pregunta Yoongi

— ¿Cómo?

— En la cama ¿de qué lado duermes?

— En cualquiera

— Yo prefiero el centro

— Si... si prefieres dormir solo, debería irme

— No es eso, te estoy diciendo la verdad

— Entonces como...

— Escoge un lado— dice Yoongi al tiempo que decide quitarse la camiseta— lo siendo, duermo más cómodo así

Era incómodo, estar en la misma cama en completo silencio era incómodo, pero al mismo tiempo no lo era, era bueno y era malo, Yoongi no sabría decir si Jimin se sentía igual, posiblemente no, considerando lo rápido que el omega se había quedado dormido, y lo relajado que estaba su cuerpo, el cuerpo que se tambaleaba en el borde de la cama y se alejó lo más posible de él.

Le tenía miedo, y Yoongi no sabía como arreglar eso.

Al cabo de varios minutos el alfa se levantó de la cama dispuesto a beber ron o algo más fuerte, porque su cuerpo necesitaba adormecerse para relajarse.

Caminó despacio a la cocina asegurándose de no despertar al omega, pero se encontró con un rostro ojeroso en el sofá, bebía café y sostenía un libro enorme en sus manos. Un compilado de historias griegas.

— Insomnio— asume el alfa

— Maso menos— responde Jungkook con la voz suave y ligeramente ronca debido a la hora y a que el café en su taza se ha enfriado— quiero asegurarme de que no llegue Seokjin

— Le dijo a Jimin que demoraría tres días— dice Yoongi mientras le dedica una mirada de no más de tres segundos a Jungkook, el chico parecía de la edad de Jimin, ambos estaban en sus veintes

— Si, pero nunca le dice la verdad y odiaría que los encuentre juntos, intentaría matarlos

— Puedo proteger a Jimin— dice con un tono de voz neutro, él podría protegerlo de Seokjin

— ¿De los 127 guardias armados también?

Yoongi bebe el vaso completo que se ha servido, es pisco, le arde, pero no lo demuestra.

— No, es por eso que acepté este trabajo, espero que se aburra rápido para poder llevarlo conmigo y alejarlo de todo esto

Jungkook asiente pensativo y hace unas muecas extrañas, el chico está pensando en demasiadas cosas al mismo tiempo.

— Quiero mantener a mi hermano a salvo— dice finalmente

— Lo sé— dice él —aunque Jimin parece asustado todo el tiempo

Toma asiento frente a Jungkook, en un mueble grande de tres cuerpos.

— ¿Puedes culparlo?

— No, pero esperaba que no tuviera miedo de mi

— Tu no luces amigable y él ya a ha pasado por muchas cosas

— Tú no pareces tenerme miedo— Jungkook deja salir una risa débil

— No lo sé, no me asusto con facilidad, Jimin si, tengo que estar ahí para él

— Te agradezco por eso— Jungkook niega, pero no dice nada más de eso

El silencio se hace presente, se siente muy grande y apabullante pero no dura más de un segundo, en el que Jungkook recorre con la mirada todos los tatuajes del cuerpo de Yoongi.

— Tienes muchos tatuajes— le dice— el de las flores azules es mi favorito— señala el tatuaje en su pecho, que sube hasta su clavícula

— Es de una leyenda griega que...

— Los tulipanes azules, la leí hace poco— hace alusión al libro en su mano

— Esa misma

— Quisiera tener algo así algún día con...

— ¿Con Taehyung?

— ¿Qué? No, él es... él no es una buena persona ¿sabes?

— Pero te gusta

— Eso no hace que quiera una vida a su lado, no lo quiero— le aseguro el omega

— Claro, como tu digas— dice Yoongi burlesco, dejando salir una sonrisa minúscula, una expresión difícil de digerir, porque Jungkook ha estado rodeado de tiranos y monstruos toda su vida, y sabía que Yoongi era uno de ellos, pero se supone que los malos no sonreían con honestidad

— Wow, sabes sonreír, eso hará que Jimin se sienta más tranquilo a tu lado

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Gracias por leer <3 Espero que les guste.

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