14. Hace dos años te encontré...

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Él no quería estar aquí.

Pero tenía la necesidad de estar ahí.

Estaba de mal humor, tomó un largo vuelo y luego subió a una camioneta que no se ha detenido en una hora avanzando por un camino árido, y donde solo se veía polvo y tierra en el horizonte.

Si Seokjin tuviera otra opción no iría, pero Namjoon estaba causando problemas al no querer vender a un omega, ya había tenido varias quejas, y no importaba si mandaba corresponsales, ese hombre no escuchaba razón, así que tenía que ir él por su cuenta a dejarle en claro que por más encaprichado que pudiera estar con un omega, este seguía siendo mercancía.

El lugar al que llegó parecía un campamento militar de bajo presupuesto, a excepción de la única casa decente a la vista, de un solo piso y enrejada.

Y además del paisaje, en la ventana de aquella casa, vio un rostro curioso, no lo pudo detallar con claridad, pero le llamó demasiado la atención y supo que era ese omega el que estaba causando problemas.

Lo tomaría, decidió, antes de venderlo o llevarlo a algún burdel, lo haría suyo.

Bajó de la camioneta e inmediatamente sus zapatos negros se cubrieron de una molesta capa de polvo, todos allí, mujeres y hombres, alfas y omegas, sabían quién era, claramente, hicieron reverencias y se quitaron del camino cuando avanzó directamente a esa casa rodeado de 5 guardias armados.

De la puerta salió Namjoon sin camiseta y con una ceja alzada mirándolo incrédulo, y honestamente, lucía preocupado.

— No sabía que ibas a venir— le dice el lugareño

— ¿Necesito hacerlo? — pregunta Seokjin con un poco de burla en su voz— Abre esto

Namjoon avanzó hacia la reja para abrirla, miro hacia atrás mientras lo hizo y luego puso una expresión indescifrable, entonces Jin entró.

— Háblame de ese omega que no has querido vender— le dice Seokjin al avanzar

— Me lo quiero quedar — dice nada más— por ahora al menos, y no quiero que ande de mano en mano mientras lo tengo

— Entonces siquiera podrías esconderlo bien para evitar problemas

— Siempre se asoma por la ventana cuando escucha ruido— dice en un tono ligero

— Si, también lo vi— menciona Seokjin y no recibe respuesta por largos segundos, Namjoon parece meditar su respuesta

— Lo voy a amarrar para que deje de hacer eso— dice con simpleza

— Debiste atarlo desde la primera vez que lo hizo, además es un excelente ejemplar debo decir, aunque apenas pude verlo— comenta observando el interior de la casa—... creo que voy a probarlo

— Es mío— dice Namjoon— no quiero que otros lo toquen, sería... mercancía usada, no me gusta la mercancía usada, lo sabes

— Puedes escoger otro cualquier día— dice dirigiéndose a la puerta más cercana, buscando al omega sin cuidado alguno

— Dije que era mío y...

— Todo lo que está aquí es mío— le corta Seokjin— todas las cosas, todas personas, todo es mercancía, y todo es mío ¿entendido? — le recuerdo con un tono severo, aunque su rostro no deje ver absolutamente nada, él sigue abriendo puertas

Namjoon hizo el amago de acercarse y con una seña Seokjin hizo que sus guardias lo sostuvieran en el suelo para detenerlo mientras él continuó buscando, el aroma se intensificaba a medida que avanzaba por el pasillo, y en la última habitación lo encontró, entró y cerró la puerta, de pie allí empezó a quitarse la corbata que traía puesta.

Zugzwang | Yoonmin | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora