16. Mi única promesa

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Es Jimin quien le abre la puerta a Yoongi cuando este llega al complejo, y Jin está saliendo demasiado tarde ya, pero llama a su omega al segundo piso para poder despedirse adecuadamente.

Su despedida consiste en besarse, y Jin muerde su labio tan fuerte que lo hace sangrar.

— Para que me recuerdes— le dice a Jimin

— No lo digas así, tienes que volver y... hacerme otro, hacerme más

— Lo haré, sé que te gusta cuando duele

Jimin rio ligero y se lanzó a abrazarlo.

— Por favor vuelve pronto...

— Serán tres días, nada más

— Y vuelve a salvo

— Llegaré sobre mis propios pies

— Más te vale

— Claro que sí

Jin sale de la habitación que ambos comparten en el segundo piso y abajo está Min Yoongi, observando todo mientras Jungkook lo observa a él con curiosidad, antes Jungkook parecía tener miedo de todo, ahora es demasiando confiado, pasó de un extremo a otro en unos cortos dos años.

— Pueden presentarse ustedes mismos — les dice— Taehyung traerá algunas cosas después de dejarme en el aeropuerto

Sin más, se va, y el camino es silencioso, está yendo a la boca del lobo por voluntad propia, toda por un solo motivo.

Jimin.

Y la idea de una vida común, tranquila y corriente a su lado.

Porque eso se oye perfecto.

[...]

Seokjin tuvo pocas conversaciones con las que cerró sus tratos, negocios y relaciones con cuatro diferentes proveedores de armas, drogas y blancas.

E intentaron matarlo dos veces, justo después de bajar del avión de regreso, pero él disparó primero, y apuñaló tres cuerpos varias veces, aunque uno de ellos era un simple transeúnte que pasaba por ahí.

No es que se haya detenido a pensar en eso, se sentía cansado, fastidiado, pero contando los inconvenientes que tuvo, los resultados fueron buenos, y ahora solo quería estar con su omega.

No lo pensó demasiado cuando entró a la casa, las personas que se supone debían estar ahí, estaban ahí, y Jimin se quedó paralizado cuando lo vio. Jin no quiso ser cursi en frente de nadie más, así que comenzó a subir las escaleras y pronunció "Jimin" en un tono demasiado frio para su gusto.

Y cuando entró a la habitación Jimin entró justo detrás de él y lo miraba con preocupación.

Esos ojos dulces lo miraban con cariño, y no con miedo, se preocupaba por él, no le tenía miedo, y le gustaba eso, le gustaba saberse amado por alguien así, alguien bueno.

— Estás...

— No es sangre mía

— Bueno...— dice el omega que no lo ha tocado, pero se ha acercado bastante a él— te prepararé un baño ¿está bien?

— Claro, y te bañas conmigo

— Bueno...

— Deja de decir bueno

— Es que estoy feliz de que hayas regresado

— Bueno

— Bueno...

Zugzwang | Yoonmin | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora