Zugzwang | Yoonmin | Omegaverse

8. Maneras de sentir

Jimin le pidió unas horas.

Él simplemente dijo "A las 3 de la tarde crees que... ¿podrías volver a subir?"

Yoongi asintió y se fue. No dijo una sola palabra, sentía que no podría vocalizar nada aun si lo intentara, porque entendió, aún si el omega no le dio mayor explicación, entendió perfectamente que había aceptado, que sin palabras le había dicho "está bien si son nuestros cachorros los que voy a llevar en el vientre".

Mierda, mierda, mierda. La idea de tener más personas por las que su corazón se acelerara y ante quienes fuera débil, no debía parecerle buena, pero las imágenes fugaces de Jimin con un enorme vientre y luego cargando a un cachorro que iba a llamarlo "papá" lo hicieron sonreír.

Se sentía jodidamente feliz y completamente expuesto.

Y lo único que se le ocurrió fue que necesitaba dormir las horas que pudiera, porque no había pegado los ojos durante la noche.

Cayó en un sueño profundo tan pronto como su cabeza tocó la almohada y despertó sin problemas media hora antes de las tres, que usó para comer algo rápido y cepillarse los dientes.

A la hora exacta tocaron a su puerta. Y Jimin con un camisón color blanco y detalles de encaje del mismo tono, estaba de pie mirando al suelo, jugaba con sus manos y se tambaleaba sobre sus pies.

Yoongi iba a mencionar el hecho de que él debía subir, pero no mencionó nada de eso.

Jimin entró tan pronto como la puerta le dio el espacio para hacerlo, uno y dos pasos, luego se quedó quieto. La luz que ingresaba por la ventana dejaba en claro que la tela era medianamente traslucida al delatar su figura y dejar ver que no llevaba nada debajo de ese camisón, y por más que el alfa deseara empujarlo sobre sus rodillas para sumergirse en él, Yoongi sabía mejor que eso.

Cerró la puerta y puso seguro a esta, aseguró las cortinas e inspeccionó los costados para asegurarse de que estuviera todo completamente sellado, observó meticuloso alrededor antes de volver a ver a Jimin, y se sentó en la cama antes de hablarle.

— Ven...— le llamó, con la voz áspera y pobremente contenida, él ya estaba duro, desde que abrió la puerta lo estuvo y se notaba demasiado claro a través de su pantalón deportivo gris. Pero estaba intentando fingir que no estaba pasando.

Jimin caminó hacia él sin negativas, pero no lo estaba viendo, parecía que estaba concentrado en sus pies al avanzar, sus ojos subieron un segundo y volvieron abajo, luego, al estar frente a él, alzó la vista, no lo vio a los ojos, pero probablemente lo intentó, justo antes de quedarse viendo su cabello.

Yoongi estiró una mano y tocó la tela, solo la tela del camisón, no hizo suficiente presión como para tocar su piel a través de la tela, pero Jimin sintió el paso de su tacto, lejano y casi dulce, refrescante.

— Quítatelo— le pidió Yoongi— Por favor— repuso— Solo si quieres— complementó, Yoongi no era torpe, pero ahora mismo sentía que no podría sostener ni un tenedor sin hacerlo caer

El omega sostuvo los costados de su prenda con sus puños, no dijo nada, lo remangó poco a poco y comenzó a quitarlo, parecía no querer hacerlo, pero al mismo tiempo quería dejarse ver por él. Yoongi entendía, él sabía, pero quería tenerlo así frente a él, solo a él, toda su piel frente a él.

Una hilera de mordidas en su muslo derecho, una marca morada en su cintura, los brazos marcados con hileras rojas.

Yoongi sostuvo sus caderas y lo hizo darse la vuelta despacio. Jimin agachó la cabeza de nuevo.

Su espalda tenía esas mismas marcas rojas. Sus piernas tenían moretones en la parte de atrás.

— No tienes que pensar en todo eso— dijo Jimin— Puedo ponerme el camisón otra vez, está bien, sé que no se ve bien, se lo horrible que es...