Eryn Gormsson, una leyenda para los amantes de la historia, una heroína para aquellos que les encantaba la guerra y un orgullo para las mujeres guerreras.
Solo iría a Forks para ser testigo de los Cullen, pero terminó encontrando a dos compañeros, s...
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Sus compañeros y Ragnar corrían a su lado. Hela pronto se unió a ellos.
La primer víctima fue de Tanya, cuyos movimientos les causó un estremecimiento a Eryn y a Garrett. Pero trataron de no pensar en ella desnuda, no era momento de ponerse a fantasear en medio de una batalla.
Teniendo a su primer víctima frente a sus ojos, Eryn lo volvió rápidamente humano, sus dientes se encajaron en su frágil cuello causando los gritos desgarradores de su víctima.
―¡Yo quiero! ―chilló Tanya con felicidad. Eryn convirtió a otro vampiro en humano, siendo víctima de Tanya que saboreó su sangre, soltando un gemido satisfecho cuando la sangre humana una vez más se deslizaba por su garganta hasta quedar en su interior.
―¡Esos ojazos te quedan! ―gritó Kate en dirección a Tanya, cuyos ojos habían cambiado con rapidez al color carmín que tenían la mayoría de los vampiros en el claro. ―¡Irina!
La nombrada dio media vuelta ante el grito de su hermana, unas manos desconocidas rodearon su cuello, pero tan pronto como la tocaron, aquellas manos desaparecieron de su piel.
Irina miró asombrada a Genevieve Rousseau delante de ella, con la cabeza del vampiro que la intentó matar, entre sus manos.
―No me gustan los irrespetuosos. ―le dijo Genevieve encogiéndose de hombros. ―Es por eso que me divorcié. Edward es un idiota.
―Eso ya lo sé. ―asintió Irina, comenzando a pelear codo a codo con Genevieve.
Hela tomó del cuello a uno de los peones de los reyes, lo miró directamente a los ojos, tomando como las pupilas del contrario se comenzaban a dilatar.
―Pelea contra los tuyos. ―le ordenó y lo soltó. Miró con una sonrisa como el vampiro comenzaba a pelear contra sus propia gente, manteniéndolos ocupados. ―Es tan fácil.
